Premiado un proyecto de transferencia de ideas sobre transporte

San Sebastián se inspiró en la holandesa Groninga para mejorar el aparcamiento de bicicletas


El proyecto europeo TIDE, que permite que las ciudades intercambien entre sí sus políticas de transporte, ha recibido el Galardón de la Plataforma Europea para la Gestión de la Movilidad 2015 en la categoría de mejor transferencia internacional de políticas. Se hizo una mención especial a las ciudades de Groninga (Países Bajos) y San Sebastián por su cooperación en el fomento del aparcamiento para ciclistas.


24/07/2015

Entrega del premio a TIDE. Fuente: TIDE.
El proyecto financiado con fondos europeos TIDE, dedicado a que las ciudades adopten nuevas tecnologías de transporte sostenible, recibió recientemente el Galardón de la Plataforma Europea para la Gestión de la Movilidad 2015 en la categoría de mejor transferencia internacional de políticas.

Se hizo una mención especial a las ciudades de Groninga (Países Bajos) y San Sebastián (España) por su cooperación en el fomento del aparcamiento para ciclistas.

La cultura ciclista de San Sebastián, informa la agencia Cordis, crece de forma constante, pero durante años ha adolecido de una falta de infraestructuras en las que aparcar estos vehículos. Los donostiarras se veían obligados a aparcar sus bicicletas en la calle, generando una sensación de desorden y ocupando espacio en el ya congestionado casco viejo.

Los responsables del proyecto TIDE (Transport innovation deployment for Europe, Desarrollo de innovación en el transporte para Europa) señalaron a Groninga como ejemplo de buenas prácticas en este sentido y prepararon un intercambio de ideas. Organizaron reuniones entre representantes de las dos poblaciones y varios funcionarios de San Sebastián visitaron Groninga y participaron en sesiones de formación.

El proyecto

Este es un ejemplo del modo en el que este proyecto de tres años de duración (que concluirá en septiembre de 2015) ha contribuido a transformar el transporte urbano mediante la difusión de buenas prácticas y tecnología. El proyecto se puso en marcha en 2012 con una selección de las propuestas de movilidad más prometedoras. A continuación desarrolló y publicó directrices de implementación y una metodología de transferencia.

El proyecto publicó una convocatoria abierta de propuestas mediante la que se escogieron diez ciudades interesadas en adoptar alguna de las innovaciones. Los investigadores de TIDE informaron a las autoridades de las mismas de las cuestiones relacionadas tanto con los costes y beneficios como con las repercusiones relativas a la adopción de estas innovaciones.

Ya se han elaborado hojas de ruta específicas para estas ciudades y otras cincuenta recibirán formación en el uso de las metodologías derivadas de TIDE.

Ciudades

Reading (Reino Unido) es la principal ciudad del proyecto TIDE en cuanto a gestión avanzada de redes y tráfico con vistas a la información para los viajeros. El Ayuntamiento de Reading puso en marcha un reto de dos semanas de duración destinado a dar con desarrolladores de aplicaciones interesados en crear aplicaciones innovadoras que permitiesen a los habitantes de la ciudad y las poblaciones aledañas recibir información sobre desplazamientos y transporte al instante y en el teléfono móvil.

La propuesta ganadora procedió de un equipo local que propuso un suministro de información adaptada a las necesidades y los intereses de cada usuario.

Para garantizar que los resultados de TIDE sigan siendo sostenibles con el paso del tiempo tras la finalización del proyecto, explica la nota, se desarrolló un conjunto de herramientas de innovación con quince medidas sobre transporte. El consorcio al cargo confía en que las autoridades municipales y los profesionales del transporte urbano sigan sirviéndose de las herramientas y se planteen adoptar tecnologías de transporte sostenible.

Herramientas

El conjunto de herramientas se divide en cinco temas: modelos financieros, transporte no motorizado, gestión de redes, vehículos eléctricos y organizaciones dedicadas al transporte público. El proyecto perfeccionó metodologías de transferencia ya existentes y las reunió en un manual.

El consorcio de TIDE está compuesto por catorce entidades de nueve países, entre ellas la mencionada San Sebastián, Milán, Rotterdam y el Instituto Fraunhofer (Alemania).

Además, gracias a la participación de ciudades y regiones pertenecientes a dos organizaciones asociadas —Polis y Eurocities— el proyecto logró abarcar tanto la UE como varios países en vías de adhesión y vecinos. Cada socio es experto en políticas de movilidad urbana innovadora o se encuentra a la vanguardia en este campo.

España

Además de San Sebastián, Huesca y Barcelona son las otras ciudades españolas que participan en TIDE. En Huesca hay una mezcla de espacios peatonales y calles estrechas dedicada principalmente a los coches en el centro de la ciudad.

En ella se limitará el acceso de vehículos privados, lo que conducirá a un aumento del espacio público para los peatones, ciclistas, vehículos de servicio y de emergencia, residentes y distribución de mercancías. La disminución de los límites de velocidad ayudará aún más a asegurar una convivencia pacífica de los peatones, ciclistas y conductores.

Los objetivos de TIDE en Huesca son, entre otros, analizar los efectos de estas medidas sobre el comercio; intercambiar ideas con otras ciudades que han implementado las áreas de acceso restringido; y desarrollar el diseño actual de la zona restringida y buscar las posibles formas de mejorar los efectos del sistema mediante la introducción de fuertes incentivos económicos (por ejemplo, multas más altas).

Por otro lado, Barcelona es una ciudad con altos niveles de contaminación debido al transporte privado y con altos grados de congestión del tráfico. Para abordar esta cuestión el Consejo de Barcelona ha creado una plataforma público-privada para implementar y promover el uso de vehículos eléctricos.

Barcelona cuenta con plazas de aparcamiento específicas llamadas zonas amarillas (tiempo máximo de aparcamiento gratuito 30 minutos) para las empresas de logística. La idea es permitir sólo a los vehículos de logística eléctricos utilizar las zonas amarillas para incentivar la compra de vehículos eléctricos.



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