Foto: Juanjo Tugores.Photoxpress.
El futuro puede saberse, y los hechos no ocurridos aún pueden influir en nuestro comportamiento. Al menos esto es lo que revela un estudio reciente realizado por un reconocido profesor de psicología de la Universidad de Cornell, en Nueva York, llamado Daryl Bem.
A pesar de que el fenómeno de la precognición es muy controvertido y roza el terreno de lo paranormal, la prestigiosa revista Journal of Personality and Social Psychology se hará eco de los resultados obtenidos por Bem publicando, antes de final de año, un artículo sobre sus descubrimientos.
El psicólogo ha dedicado ocho años al estudio de este tema. En ese periodo de tiempo, ha llevado a cabo una serie de nueve experimentos en los que han participado en total más de 1.000 estudiantes voluntarios.
Del futuro al pasado
En uno de estos experimentos, se mostró a los estudiantes una lista de palabras y se les pidió que recordaran palabras de ésta. Después, se les dijo que escribieran palabras seleccionadas aleatoriamente de esa misma lista.
Sorprendentemente, los estudiantes recordaron mejor, de la lista de palabras que memorizaron previamente, aquellas palabras que después escribirían. En otro experimento, Bem utilizó una prueba clásica de “condicionamiento” pero con cierta modificación.
Esta prueba, que consiste en presentar a una persona una palabra subliminal en una imagen, ha demostrado que, por ejemplo, si se hace ver a alguien, a manera de flash, la palabra “feo” en una imagen en la que aparece un gatito, el individuo tardará más tiempo en decidir que dicha imagen es agradable, que si la palabra que se le ha presentado subliminalmente es “bello”.
En su prueba de condicionamiento adaptada, Bem descubrió que dicho efecto de condicionamiento subliminal funcionaba hacia atrás en el tiempo, de igual forma que hacia delante en el tiempo.
Por último, en otro test realizado, se les dijo a los voluntarios que, en la pantalla de un ordenador, iba a aparecer una imagen erótica en una o dos posiciones y se les preguntó, antes de que dicha imagen apareciera, en qué lugar pensaban ellos que estaría.
La posición en la que la imagen aparecía finalmente era seleccionada al azar, pero los voluntarios acertaron cuál sería en un 53,1% de los casos.
Este resultado puede parecer poco importante, lo cierto es que presunciones verdaderamente aleatorias pueden alcanzar el 50% de aciertos, pero otros fenómenos bien establecidos, como la efectividad del consumo de bajas dosis de aspirina en la prevención de ataques cardiacos están basados en efectos de una envergadura similar.
A pesar de que el fenómeno de la precognición es muy controvertido y roza el terreno de lo paranormal, la prestigiosa revista Journal of Personality and Social Psychology se hará eco de los resultados obtenidos por Bem publicando, antes de final de año, un artículo sobre sus descubrimientos.
El psicólogo ha dedicado ocho años al estudio de este tema. En ese periodo de tiempo, ha llevado a cabo una serie de nueve experimentos en los que han participado en total más de 1.000 estudiantes voluntarios.
Del futuro al pasado
En uno de estos experimentos, se mostró a los estudiantes una lista de palabras y se les pidió que recordaran palabras de ésta. Después, se les dijo que escribieran palabras seleccionadas aleatoriamente de esa misma lista.
Sorprendentemente, los estudiantes recordaron mejor, de la lista de palabras que memorizaron previamente, aquellas palabras que después escribirían. En otro experimento, Bem utilizó una prueba clásica de “condicionamiento” pero con cierta modificación.
Esta prueba, que consiste en presentar a una persona una palabra subliminal en una imagen, ha demostrado que, por ejemplo, si se hace ver a alguien, a manera de flash, la palabra “feo” en una imagen en la que aparece un gatito, el individuo tardará más tiempo en decidir que dicha imagen es agradable, que si la palabra que se le ha presentado subliminalmente es “bello”.
En su prueba de condicionamiento adaptada, Bem descubrió que dicho efecto de condicionamiento subliminal funcionaba hacia atrás en el tiempo, de igual forma que hacia delante en el tiempo.
Por último, en otro test realizado, se les dijo a los voluntarios que, en la pantalla de un ordenador, iba a aparecer una imagen erótica en una o dos posiciones y se les preguntó, antes de que dicha imagen apareciera, en qué lugar pensaban ellos que estaría.
La posición en la que la imagen aparecía finalmente era seleccionada al azar, pero los voluntarios acertaron cuál sería en un 53,1% de los casos.
Este resultado puede parecer poco importante, lo cierto es que presunciones verdaderamente aleatorias pueden alcanzar el 50% de aciertos, pero otros fenómenos bien establecidos, como la efectividad del consumo de bajas dosis de aspirina en la prevención de ataques cardiacos están basados en efectos de una envergadura similar.
Daryl Bem. Fuente: Universidad de Cornell.
Resultados estadísticamente significativos
Según se explica en la revista NewScientist, en investigaciones previas de parasicología se habían usado otras fórmulas, como el experimento Ganzfeld (del alemán, «campo homogeneizado»).
Este experimento es una técnica que se utiliza para probar la percepción extrasensorial de las personas. En él se aplica una estimulación sensorial parcial para producir un efecto similar al aislamiento sensorial, que se sabe genera impresiones en el interior del individuo.
Según sus defensores, el experimento Ganzfeld ha ofrecido resultados que se desvían de la aleatoriedad hasta un nivel estadístico significativo, por lo constituyen resultados cuantificables de la existencia real de fenómenos como la telepatía.
Por el contrario, Daryl Bem ha utilizado para su estudio pruebas que podrían ser rápidamente evaluadas por los psicólogos actuales. En otras palabras, tal y como se explica en la revista Wired, Bem ha tomado protocolos psicológicos establecidos y ha revertido la secuencia temporal de éstos, haciendo que la causa se convierta en el efecto. Los efectos registrados por el científico han sido reducidos, pero estadísticamente significativos.
La controversia está servida
Aunque Daryl Bem es un psicólogo muy conocido por su interés en los fenómenos paranormales, también es un respetado científico con una reputación adquirida gracias a la seriedad de sus trabajos, en especial en el terreno de la auto-percepción.
En este campo, ha desarrollado una teoría que sugiere que la gente infiere sus actitudes a partir de sus propios comportamientos de la misma forma que evalúa las actitudes de otros.
Su artículo sobre sus propios descubrimientos en la percepción con tiempo invertido tiene importancia porque proporciona el primer marco comprobable de investigación de propiedades psicológicas anómalas.
Las pruebas de Bem están basadas en paradigmas experimentales bien conocidos, y minimizan el contacto entre el experimentador y el sujeto.
La acumulación de datos de su investigación ha estado, por otra parte, automatizada y ha sido exacta, por lo que ha pasado la estricta revisión, llevada a cabo por cuatro expertos, necesaria para su publicación en el Journal of Personality and Social Psychology.
A pesar de eso, esta revista publicará un escéptico editorial comentando los resultados obtenidos por Bem, con la esperanza de que otros científicos intenten replicar las pruebas.
Según el propio investigador, docenas de científicos han contactado ya con él para pedirle detalles de su trabajo, por lo que es de esperar que el tema dé pie a un intenso debate en los próximos tiempos.
Según se explica en la revista NewScientist, en investigaciones previas de parasicología se habían usado otras fórmulas, como el experimento Ganzfeld (del alemán, «campo homogeneizado»).
Este experimento es una técnica que se utiliza para probar la percepción extrasensorial de las personas. En él se aplica una estimulación sensorial parcial para producir un efecto similar al aislamiento sensorial, que se sabe genera impresiones en el interior del individuo.
Según sus defensores, el experimento Ganzfeld ha ofrecido resultados que se desvían de la aleatoriedad hasta un nivel estadístico significativo, por lo constituyen resultados cuantificables de la existencia real de fenómenos como la telepatía.
Por el contrario, Daryl Bem ha utilizado para su estudio pruebas que podrían ser rápidamente evaluadas por los psicólogos actuales. En otras palabras, tal y como se explica en la revista Wired, Bem ha tomado protocolos psicológicos establecidos y ha revertido la secuencia temporal de éstos, haciendo que la causa se convierta en el efecto. Los efectos registrados por el científico han sido reducidos, pero estadísticamente significativos.
La controversia está servida
Aunque Daryl Bem es un psicólogo muy conocido por su interés en los fenómenos paranormales, también es un respetado científico con una reputación adquirida gracias a la seriedad de sus trabajos, en especial en el terreno de la auto-percepción.
En este campo, ha desarrollado una teoría que sugiere que la gente infiere sus actitudes a partir de sus propios comportamientos de la misma forma que evalúa las actitudes de otros.
Su artículo sobre sus propios descubrimientos en la percepción con tiempo invertido tiene importancia porque proporciona el primer marco comprobable de investigación de propiedades psicológicas anómalas.
Las pruebas de Bem están basadas en paradigmas experimentales bien conocidos, y minimizan el contacto entre el experimentador y el sujeto.
La acumulación de datos de su investigación ha estado, por otra parte, automatizada y ha sido exacta, por lo que ha pasado la estricta revisión, llevada a cabo por cuatro expertos, necesaria para su publicación en el Journal of Personality and Social Psychology.
A pesar de eso, esta revista publicará un escéptico editorial comentando los resultados obtenidos por Bem, con la esperanza de que otros científicos intenten replicar las pruebas.
Según el propio investigador, docenas de científicos han contactado ya con él para pedirle detalles de su trabajo, por lo que es de esperar que el tema dé pie a un intenso debate en los próximos tiempos.