Imagen: pixel2013. Fuente: Pixabay.
Los monos son incapaces de aprender nuevas vocalizaciones. Durante décadas en general se ha creído que esta incapacidad es fruto de las limitaciones de la anatomía vocal de los primates no humanos: laringe, lengua y labios.
Sin embargo, un equipo internacional de científicos, dirigido por Tecumseh Fitch de la Universidad de Viena y Asif Ghazanfar de la Universidad de Princeton, han observado el interior de los tractos vocales de los monos con rayos X, y han descubierto que son mucho más flexibles de lo que pensaba hasta ahora.
El hallazgo apunta a que las limitaciones que impiden que los primates no humanos hablen en realidad están en sus cerebros, más que en su anatomía vocal.
Características del estudio
Para realizar este hallazgo, los científicos usaron un video de rayos X para ver dentro de la boca y la garganta de monos macacos inducidos a vocalizar, comer o hacer expresiones faciales.
A continuación, utilizaron los rayos X para construir un modelo computacional del tracto vocal de mono, lo que les permitió responder a la pregunta "¿cómo sonaría el sonido del mono, si lo controlara un cerebro humano?"
Al probar esto con el modelo, se demostró que los monos podían producir fácilmente muchos sonidos diferentes, suficientes para generar miles de palabras distintas.
Este hecho implicaría que, al menos desde el punto de vista fisiológico, en los monos podría haber evolucionado una forma básica de lenguaje hablado en cualquier momento, sin requerir cambios en la anatomía vocal.
Sin embargo, no fue así, y eso a pesar de que diversos especialistas han señalado que el lenguaje humano surgió, en parte, de la comunicación de otros primates. La otra parte la pusieron las formas del canto de los pájaros.
Así, en teoría, de las aves se derivó la parte melódica de nuestra lengua; y de los primates no humanos, la parte pragmática, portadora del contenido del discurso. En algún momento de los últimos 100.000 años, ambas capacidades se fundieron para dar lugar al lenguaje humano que conocemos hoy, algo que no sucedió en otras especies de primates.
Para realizar este hallazgo, los científicos usaron un video de rayos X para ver dentro de la boca y la garganta de monos macacos inducidos a vocalizar, comer o hacer expresiones faciales.
A continuación, utilizaron los rayos X para construir un modelo computacional del tracto vocal de mono, lo que les permitió responder a la pregunta "¿cómo sonaría el sonido del mono, si lo controlara un cerebro humano?"
Al probar esto con el modelo, se demostró que los monos podían producir fácilmente muchos sonidos diferentes, suficientes para generar miles de palabras distintas.
Este hecho implicaría que, al menos desde el punto de vista fisiológico, en los monos podría haber evolucionado una forma básica de lenguaje hablado en cualquier momento, sin requerir cambios en la anatomía vocal.
Sin embargo, no fue así, y eso a pesar de que diversos especialistas han señalado que el lenguaje humano surgió, en parte, de la comunicación de otros primates. La otra parte la pusieron las formas del canto de los pájaros.
Así, en teoría, de las aves se derivó la parte melódica de nuestra lengua; y de los primates no humanos, la parte pragmática, portadora del contenido del discurso. En algún momento de los últimos 100.000 años, ambas capacidades se fundieron para dar lugar al lenguaje humano que conocemos hoy, algo que no sucedió en otras especies de primates.
Referencia bibliográfica:
W. T. Fitch, B. de Boer, N. Mathur, A. A. Ghazanfar. Monkey vocal tracts are speech-ready. Science Advances (2016). DOI: 10.1126/sciadv.1600723.
W. T. Fitch, B. de Boer, N. Mathur, A. A. Ghazanfar. Monkey vocal tracts are speech-ready. Science Advances (2016). DOI: 10.1126/sciadv.1600723.