Perfil del usuario de economía colaborativa: joven, urbano y con ingresos altos

El Pew Research Center analiza a 4.787 adultos estadounidenses para delimitar características


Jóvenes, urbanos y con ingresos familiares altos. Este sería el perfil del usuario de economía colaborativa en EEUU, según un informe del Pew Research Center basado en encuestas realizadas a más de 4.700 adultos. Sobre los usuarios de nuestro país sabemos que su motivación principal para practicar consumo colaborativo es ahorrar o ganar dinero. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
20/05/2016

Imagen: stux. Fuente: Pixabay.
El Pew Research Center de EEUU, think tank  que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias en EEUU y el mundo, ha realizado una investigación sobre 4.787 adultos estadounidenses y su relación con la economía colaborativa.

El informe revela que el 72% de los adultos del país han utilizado al menos uno de las 11 plataformas de servicios colaborativos y bajo demanda analizadas, frente a un 28% que no ha utilizado ninguna de ellas.

Uso duplicado en ciudades

Entre los graduados universitarios, el 39% de ellos ha utilizado cuatro o más de estos servicios, en comparación con sólo el 8% de los americanos con menos formación.  Así que es esa franja de población la que parece llevar la delantera en el uso de este tipo de servicios.

Los ingresos también influyen en la propensión a practicar la economía colaborativa: un  41% de estadounidenses de familias con ingresos relativamente altos los han utilizado cuatro o más veces; lo que supone tres veces la proporción entre familias que ganan menos de 30.000 dólares anuales, informa el Pew Research Center.

La edad también es otro factor a tener en cuenta: Alrededor de un tercio de las personas de edades comprendidas entre los 18 y los 44 años han utilizado cuatro o más de estos servicios; mientras que el 44% de los estadounidenses mayores de 50 años (y el 56% de las personas mayores de 65 años) no han utilizado ninguna de las 11 plataformas estudiadas.

Además, los residentes urbanos y suburbanos presentan aproximadamente el doble de probabilidades que los que viven en zonas rurales de utilizar estos servicios. 

Viajes, casas, micromecenazgo

El informe ofrece un análisis detallado de tres servicios diferentes de economía colaborativa y bajo demanda: las aplicaciones ride-healing (diseñadas para obtener servicios de transporte a cambio de una cuota), las plataformas de intercambio de hogar, y los servicios de micromecenazgo o crowdfunding.  

En Estados Unidos, la edad media de los usuarios adultos que usan apps ride-healing es de 33 años; y las personas de entre 18 y 29 años de edad son siete veces más propensas a utilizarlas que los mayores de 65. El uso de las apps ride-healing también está muy concentrado entre residentes urbanos.

En cuanto al intercambio de casas a través de plataformas online, alrededor de uno de cada diez Americanos ha usado sitios como Airbnb o HomeAway, siendo los de edades comprendidas entre los 35 y los 44 casi el doble de proclives a estos usos. En cuanto a las opiniones sobre la legalidad o ilegalidad de estos servicios, tanto los usuarios como los no usuarios de intercambio de casas apoyan firmemente su legalidad.

Por último, las plataformas de micromecenazgo o crowdfunding son utilizadas en EEUU por el 22% de los adultos. Alrededor de uno de cada cinco adultos norteamericanos han contribuido a un proyecto online de recaudación de fondos; y el 3% de los ellos ha creado su propio proyecto de recaudación de fondos en uno de estos sitios.

Hombres y mujeres

El estudio del Pew Research Center arroja algunas diferencias en el enfoque que dan hombres y mujeres a su uso de las plataformas de economía colaborativa.
En lo que respecta al crowdfunding, las mujeres son más propensas a contribuir a ayudar a alguien en necesidad a través del micromecenazgo, mientras que los hombres son más propensos a financiar nuevos productos o invenciones.

Además, el  6% de las mujeres estadounidenses de entre 18 y 49 años han lanzado su propio proyecto de recaudación de fondos online, lo que supone el doble de la población en su conjunto.


Por otra parte, aunque ambos sexos son igualmente propensos a utilizar plataformas de economía colaborativa, las mujeres son dos veces más proclives que los hombres a la compra online de productos artesanales hechos a mano.

Asimismo,  hombres y mujeres tienden a percibir de manera ligeramente distintas las cuestiones de seguridad. Por ejemplo, son más propensas que los hombres a expresar sus preocupaciones sobre la seguridad de los conductores que realizan servicios de transporte.

El caso de España

A finales del año pasado, otro informe sobre economía colaborativa en Norteamérica titulado The New Rules of the Collaborative Economy señalaba que la participación en economía colaborativa había crecido un 25% en el último año en el continente. Este nuevo estudio viene a detallar las formas y modos en que esta expansión se está desarrollando.

Entretanto, en nuestro país, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, publicados el pasado mes de enero y extraídos de una encuesta realizada a más de 2.000 participantes, más del 50% de los españoles han participado ya en alguna forma de consumo colaborativo, principalmente  por ahorrar o ganar dinero.

En general, el nivel de satisfacción de los españoles con estos servicios es muy alto (más de un 69% de los entrevistados afirmó que es muy probable que vuelvan a repetir la experiencia).  

A nivel global, la consultora PriceWaterhouseCoopers ha estimado que en 2025 la economía colaborativa alcanzará un mercado de 335.000 millones de dólares (310.000 millones de euros). En la actualidad dicho mercado ronda ya los 26.000 millones de dólares (unos 24.000 millones de euros). Es decir, que se multiplicará por 10.



Marta Lorenzo
Artículo leído 3501 veces



Más contenidos