Pensar positivamente en el embarazo ayuda a los hijos en sus estudios

Potencia las habilidades en matemáticas y ciencias en su etapa académica


Una actitud positiva durante el embarazo está relacionada con una mayor habilidad científica de los hijos en su etapa académica. Ser consciente de que las propias decisiones afectan al futuro es un factor psicológico que influye en el desarrollo de la descendencia.


Eva Reneses
12/02/2019

Un estudio realizado en la Universidad de Bristol (Inglaterra) ha demostrado que las mujeres embarazadas que tienen la creencia de que existe una conexión entre sus acciones y lo que les sucede tienen más probabilidades de que sus hijos desarrollen mejores habilidades matemáticas y científicas años después.
 

La investigación forma parte de una serie de estudios que  examinan un atributo de la personalidad paterna conocido como el "locus de control". Este término psicológico hace referencia a la percepción de cada individuo sobre el control de su propia vida.
 

Las personas con un lugar de control externo creen que influyen más los factores que están fuera de alcance, como la suerte y las circunstancias, en el transcurso de sus acontecimientos vitales. Por ello, creen que tiene poco sentido hacer un esfuerzo en tomar decisiones que cambien su futuro. En cambio, las personas con un lugar de control interno, están más motivadas para la acción porque sienten que pueden influir en lo que sucederá.
 

El locus de control de los padres influye notablemente en la crianza de los hijos, y repercute en su desarrollo académico, psicológico e, incluso, en los hábitos alimentarios y de sueño, según esta investigación.
 

Locus de control prenatal
 

Los investigadores examinaron el locus de control (o lugar de control) utilizando respuestas de cuestionarios completados por más de 1600 mujeres embarazadas que participaron en el estudio  Los niños de los años 90. Luego analizaron el razonamiento matemático y científico y las habilidades de resolución de problemas de sus hijos a los 8, 11 y 13 años. Este estudio es uno de los primeros en vincular el locus de control prenatal de los padres a las habilidades matemáticas y científicas de sus hijos años después.
 

Los hallazgos revelan que las madres con un lugar de control interno antes de que naciera su hijo tenían más probabilidades de que fuera bueno en matemáticas y ciencias. En comparación con las madres con un lugar de control externo, las enfocadas internamente también tenían más probabilidades de proporcionarles a sus hijos dietas que ayudaran al desarrollo del cerebro, leerles historias con mayor frecuencia y mostrar interés en las tareas escolares y el progreso académico de sus hijos.


“Es generalmente conocido que el lugar de control de un niño está fuertemente asociado con sus logros académicos, pero hasta ahora no sabíamos si la orientación del lugar de control de las madres durante el embarazo tenía un papel que desempeñar en la primera infancia”, explica el profesor Jean Golding en un comunicado. “Gracias a los datos longitudinales del estudio Los niños de los años 90, ahora podemos hacer estas asociaciones”.
 

“Si nuestros hallazgos de que las actitudes y los comportamientos de las madres pueden tener un efecto en las capacidades académicas de sus hijos pueden replicarse, sugeriría que se deben hacer mayores esfuerzos para aumentar las oportunidades para que las madres sientan que sus comportamientos tendrán un resultado positivo para ellas mismas y sus hijos”, señala Golding. “Ayudaría a las generaciones futuras a criar niños sanos, seguros e independientes”.
 

El siguiente paso en esta investigación será comprobar que los hallazgos se replican en estudios internacionales. Se está planteando realizar un estudio de intervención para evaluar si alentar a las mujeres a tener un locus de control interno mejora el desarrollo académico de sus hijos.
 

Mejora en la calidad de vida de los niños
 

“Los hallazgos de nuestros estudios de futuros padres muestran que cuando esperan que los resultados de la vida se vinculen con lo que hacen, sus hijos comen mejor, duermen mejor y son más capaces de controlar sus emociones”, señala el profesor de psicología Candler Stephen Nowicki. “Esos niños, más adelante, también tienen más probabilidades de tener mayores logros académicos, menos dificultades personales y sociales relacionadas con la escuela y menos probabilidades de ser obesos”.
 

El locus de control no es permanente. “Es posible que un padre cambie su perspectiva. En el pasado hemos demostrado que los padres que aprenden a ver las conexiones entre lo que hacen y lo que les sucede a sus hijos mejoraron sus habilidades de crianza, lo que tendría un efecto positivo en la vida personal, social y académica de sus hijos”.


Referencia

Maternal Prenatal External Locus of Control and Reduced Mathematical and Science Abilities in Their Offspring: A Longitudinal Birth Cohort Study. J. Golding et al. Frontiers in Psychology, 8 February 2019. DOI: 10.3389/fpsyg.2019.00194.




Eva Reneses
Artículo leído 1317 veces



Más contenidos