Imagen: ilumus photography. Fuente: PhotoXpress.
Los beneficios para la salud de cambiar a una dieta de estilo mediterráneo y de aumentar la cantidad de tiempo dedicado a hacer ejercicio durante un período de sólo ocho semanas pueden constatarse incluso un año después de suspender el régimen, demuestra un nuevo estudio.
Realizada por la Universidad de Sheffield Hallam y la Universidad de Lincoln, en el Reino Unido, la investigación ha revelado más concretamente que la combinación de dieta y ejercicio provoca un mejor flujo de sangre en las células del revestimiento interior de los vasos sanguíneos -llamadas células endoteliales- 12 meses después de terminar la participación en el programa de intervención.
Las células endoteliales recubren el interior de todo el sistema vascular del cuerpo humano -de las grandes arterias a los capilares más pequeños- y las mejoras en su función podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, según el estudio.
Realizada por la Universidad de Sheffield Hallam y la Universidad de Lincoln, en el Reino Unido, la investigación ha revelado más concretamente que la combinación de dieta y ejercicio provoca un mejor flujo de sangre en las células del revestimiento interior de los vasos sanguíneos -llamadas células endoteliales- 12 meses después de terminar la participación en el programa de intervención.
Las células endoteliales recubren el interior de todo el sistema vascular del cuerpo humano -de las grandes arterias a los capilares más pequeños- y las mejoras en su función podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, según el estudio.
Cambios a nivel molecular
Los investigadores creen que los beneficios para la salud a largo plazo observados, después de una intervención tan corta, podrían deberse a los cambios moleculares asociados a la dieta mediterránea.
La cocina mediterránea tradicional se basa en el aceite de oliva, las frutas, las verduras y las ensaladas, el pescado, las legumbres, los alimentos integrales, el vino y el consumo limitado de carne roja.
El investigador principal, el Dr. Markos Klonizakis, de la Universidad de Sheffield Hallam, señala en un comunicado recogido por Alphagalileo: "La preservación de la función endotelial de un paciente reduce el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular de mayor, por lo que estos resultados son muy alentadores".
"Teniendo en cuenta la evidencia científica de que una dieta mediterránea ofrece beneficios para la salud, tenía sentido examinar cómo esa dieta, cuando se combina con ejercicio, puede afectar a las pequeñas venas de nuestro a largo plazo", sigue Klonizakis.
El estudio se centró en personas sanas mayores de 50 años. Los participantes fueron evaluados inicialmente durante un período de ocho semanas. Se alentó a un grupo de ellos a comer más verduras, frutas, aceite de oliva, frutos secos y pescado azul fresco; así como a llevar un régimen moderado de ejercicio; mientras que al otro grupo se le pidió sólo que hiciera ejercicio.
Los investigadores creen que los beneficios para la salud a largo plazo observados, después de una intervención tan corta, podrían deberse a los cambios moleculares asociados a la dieta mediterránea.
La cocina mediterránea tradicional se basa en el aceite de oliva, las frutas, las verduras y las ensaladas, el pescado, las legumbres, los alimentos integrales, el vino y el consumo limitado de carne roja.
El investigador principal, el Dr. Markos Klonizakis, de la Universidad de Sheffield Hallam, señala en un comunicado recogido por Alphagalileo: "La preservación de la función endotelial de un paciente reduce el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular de mayor, por lo que estos resultados son muy alentadores".
"Teniendo en cuenta la evidencia científica de que una dieta mediterránea ofrece beneficios para la salud, tenía sentido examinar cómo esa dieta, cuando se combina con ejercicio, puede afectar a las pequeñas venas de nuestro a largo plazo", sigue Klonizakis.
El estudio se centró en personas sanas mayores de 50 años. Los participantes fueron evaluados inicialmente durante un período de ocho semanas. Se alentó a un grupo de ellos a comer más verduras, frutas, aceite de oliva, frutos secos y pescado azul fresco; así como a llevar un régimen moderado de ejercicio; mientras que al otro grupo se le pidió sólo que hiciera ejercicio.
Referencia bibliográfica:
Markos Klonizakis, Ahmad Alkhatib, and Geoff Middleton. Long-term effects of an exercise and Mediterranean diet intervention in
the vascular function of an older, healthy population. Microvascular Research (2014). DOI: 10.1016/j.mvr.2014.07.015.
Markos Klonizakis, Ahmad Alkhatib, and Geoff Middleton. Long-term effects of an exercise and Mediterranean diet intervention in
the vascular function of an older, healthy population. Microvascular Research (2014). DOI: 10.1016/j.mvr.2014.07.015.