Obtienen diésel a partir de bolsas de plástico

Investigadores estadounidenses recuperan para tal fin el 80% de este material altamente contaminante


Investigadores de la Universidad de Illinois (EE.UU.) han conseguido obtener diésel a partir de bolsas de plástico recicladas, que puede mezclarse con diésel y biodiésel ultra bajos en azufre ya existentes. Hasta el 80% del material de las bolsas puede convertirse en combustible. Las bolsas de plástico son uno de los residuos más contaminantes para la fauna de los océanos y las playas.


Universidad de Illinois/T21
13/02/2014

Las bolsas de plástico pueden reciclarse para obtener diésel. Imagen: Julie McMahon. Fuente: Universidad de Illinois.
Las bolsas de plástico de las tiendas, una fuente abundante de basura en la tierra y en el mar, se pueden convertir en diésel, gas natural y otros productos derivados del petróleo útiles, según investigadores estadounidenses.

La conversión produce significativamente más energía de la que necesita y da como resultado combustibles para el transporte -diésel, por ejemplo- que pueden mezclarse con diésel y biodiésel ultra bajos en azufre ya existentes.

Otros productos, tales como gas natural, nafta o éter de petróleo (un disolvente), gasolina, ceras y aceites lubricantes tales como aceite de motor y aceite hidráulico también se pueden obtener a partir de las bolsas de la compra.

Un artículo sobre el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Illinois, aparece en la revista Fuel Processing Technology.

Hay otras ventajas en este tratamiento de los plásticos, que incluye calentar las bolsas en una cámara sin oxígeno, un proceso llamado pirólisis, señala Brajendra Kumar Sharma, investigador senior en el Centro de Tecnología Sostenible de Illinois, que dirigió la investigación. El ISTC es una división del Prairie Research Institute, de la Universidad de Illinois.

"De la destilación del petróleo crudo se obtiene sólo el 50 o 55 por ciento en combustible", explica Sharma en la nota de prensa. "Pero ya que este plástico está hecho de petróleo, se puede recuperar casi el 80 por ciento en combustible a través de la destilación."

Los estadounidenses tiran alrededor de 100 mil millones de bolsas de plástico para compras cada año, unas 300 por habitante, según el Instituto Worldwatch. La Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. señala que sólo el 13 por ciento se recicla. El resto de las bolsas acaban en vertederos o en la naturaleza, flotando a través del aire y cayendo en las vías fluviales.

Un residuo letal

En la UE, en 2010 se sacaron al mercado unos 96.600 millones de bolsas, lo que quiere decir que a cada europeo le corresponde una media de 198 bolsas de plástico al año, reutilizables o no.

El consumo varía mucho de unos países a otros. Oscila entre las cuatro bolsas por persona y año, en Dinamarca y Finlandia, a las 466 bolsas de Polonia, Portugal o Eslovaquia. Un español utiliza una media de 133 bolsas de plástico al año, que con todo es una reducción evidente ya que en 2009 el consumo era de unas 300 bolsas por persona y año.

Las bolsas de plástico constituyen una parte considerable de los residuos plásticos que están matando la fauna de los mares y llenando de basura las playas. "Se han detectado hasta en los polos", recalcan los investigadores.

"Pasado un cierto tiempo, este material empieza a romperse en pequeños pedazos, y es ingerido junto con el plancton por los animales acuáticos", denuncia Sharma. Se han encontrado peces, aves, mamíferos marinos y otras criaturas con una gran cantidad de partículas de plástico en sus entrañas.

Las bolsas de la compra enteras también amenazan la vida salvaje. "Las tortugas, por ejemplo, piensan que las bolsas de plástico son medusas y tratan de comérselas", explica el investigador. Otras criaturas se enredan en ellas.

Un paso más

Estudios previos ya habían utilizado la pirólisis para convertir bolsas de plástico en petróleo crudo.

El equipo de Sharma llevó la investigación un paso más allá, al realizar el fraccionamiento del petróleo crudo en diferentes productos derivados y analizar las fracciones de diésel para ver si cumplían las normas exigidas a los combustibles diésel y biodiésel ultra bajos en azufre.

Una mezcla de dos fracciones destiladas reunió todas las especificaciones exigidas a otros combustibles diésel usados hoy en día, sólo con la adición de un antioxidante.

Los investigadores fueron capaces de combinar hasta un 30 por ciento de su diésel derivado del plástico con diésel normal, y no encontraron problemas de compatibilidad con el biodiésel. "Es perfecto", resume Sharma. "Podemos usarlo mezclado sin necesidad de ningún cambio."

Referencia bibliográfica:

Brajendra K. Sharma, Bryan R. Moser, Karl E. Vermillion, Kenneth M. Doll, Nandakishore Rajagopalan. Production, characterization and fuel properties of alternative diesel fuel from pyrolysis of waste plastic grocery bags. Fuel Processing Technology (2014). DOI: 10.1016/j.fuproc.2014.01.019.



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