Simulación de una nube de gas desgarrada por el agujero negro del centro de la Vía Láctea. Fuente: ESO.
Nuevas observaciones llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO (Observatorio Europeo Austral) muestran por primera vez una nube de gas desgarrada por el agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea.
La nube está ahora tan estirada que su parte frontal está alejándose del agujero negro a más de 10 millones de km/h, mientras que la cola aún está cayendo hacia él.
En el año 2011 el telescopio VLT descubrió una nube de gas con varias veces la masa de la Tierra acelerando rápidamente hacia el agujero negro del centro de la Vía Láctea (eso1151). Esta nube se está acercando a su límite máximo y nuevas observaciones del VLT muestran que está siendo estirada y deformada por el fuerte campo gravitatorio del agujero negro.
Lo más emocionante
"El gas que se encuentra en la cabeza de la nube se estira a más de 160.000 millones de kilómetros alrededor del punto más cercano de la órbita del agujero negro. Y el máximo acercamiento es a tan solo unos 25.000 millones de kilómetros del propio agujero negro — apenas desaparezca caerá sumido en el olvido", explica en la nota de prensa de ESO Stefan Gillessen (Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, Garching, Alemania), que lidera el equipo de observación. "La nube está tan estirada que el punto máximo de acercamiento no es un evento puntual, sino un proceso que se extiende a lo largo de un periodo de, al menos, un año".
A medida que la nube se estira, su luz se va haciendo cada vez más difícil de observar. Pero observando minuciosamente la región cercana al agujero negro durante más de 20 horas de tiempo de exposición total con el instrumento SINFONI instalado en el VLT —la exposición más profunda hecha nunca de esta región con un espectrómetro de campo integral— el equipo fue capaz de medir las velocidades de diferentes partes de la nube a medida que salía disparada más allá del agujero negro central.
"Lo más emocionante que vemos ahora en las nuevas observaciones es la cabeza de la nube que vuelve hacia nosotros a más de 10 millones de km/h a lo largo de la órbita — lo que supone un impresionante 1% de la velocidad de la luz", añade Reinhard Genzel, líder del equipo de investigación que ha estudiado esta región durante cerca de veinte años. "Esto significa que la parte frontal de la nube ya ha hecho su máximo acercamiento al agujero negro".
El origen de la nube de gas sigue siendo un misterio, aunque no faltan ideas al respecto. Los astrónomos pensaban que podría haber sido creado por vientos estelares procedentes de las estrellas que orbitan al agujero negro. O podrían incluso ser el resultado de un chorro originado en el centro galáctico. Otra opción era que hubiese una estrella en el centro de la nube y que el gas procediera o bien de los vientos estelares de esa estrella o bien de un disco de gas y polvo protoplanetario en torno a la estrella.
La nube está ahora tan estirada que su parte frontal está alejándose del agujero negro a más de 10 millones de km/h, mientras que la cola aún está cayendo hacia él.
En el año 2011 el telescopio VLT descubrió una nube de gas con varias veces la masa de la Tierra acelerando rápidamente hacia el agujero negro del centro de la Vía Láctea (eso1151). Esta nube se está acercando a su límite máximo y nuevas observaciones del VLT muestran que está siendo estirada y deformada por el fuerte campo gravitatorio del agujero negro.
Lo más emocionante
"El gas que se encuentra en la cabeza de la nube se estira a más de 160.000 millones de kilómetros alrededor del punto más cercano de la órbita del agujero negro. Y el máximo acercamiento es a tan solo unos 25.000 millones de kilómetros del propio agujero negro — apenas desaparezca caerá sumido en el olvido", explica en la nota de prensa de ESO Stefan Gillessen (Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, Garching, Alemania), que lidera el equipo de observación. "La nube está tan estirada que el punto máximo de acercamiento no es un evento puntual, sino un proceso que se extiende a lo largo de un periodo de, al menos, un año".
A medida que la nube se estira, su luz se va haciendo cada vez más difícil de observar. Pero observando minuciosamente la región cercana al agujero negro durante más de 20 horas de tiempo de exposición total con el instrumento SINFONI instalado en el VLT —la exposición más profunda hecha nunca de esta región con un espectrómetro de campo integral— el equipo fue capaz de medir las velocidades de diferentes partes de la nube a medida que salía disparada más allá del agujero negro central.
"Lo más emocionante que vemos ahora en las nuevas observaciones es la cabeza de la nube que vuelve hacia nosotros a más de 10 millones de km/h a lo largo de la órbita — lo que supone un impresionante 1% de la velocidad de la luz", añade Reinhard Genzel, líder del equipo de investigación que ha estudiado esta región durante cerca de veinte años. "Esto significa que la parte frontal de la nube ya ha hecho su máximo acercamiento al agujero negro".
El origen de la nube de gas sigue siendo un misterio, aunque no faltan ideas al respecto. Los astrónomos pensaban que podría haber sido creado por vientos estelares procedentes de las estrellas que orbitan al agujero negro. O podrían incluso ser el resultado de un chorro originado en el centro galáctico. Otra opción era que hubiese una estrella en el centro de la nube y que el gas procediera o bien de los vientos estelares de esa estrella o bien de un disco de gas y polvo protoplanetario en torno a la estrella.
El origen de la nube
Las nuevas observaciones limitan las posibilidades. "Igual que un desafortunado astronauta en una película de ciencia ficción, vemos que la nube se estrecha tanto que parece un espagueti. Esto significa que, probablemente, no tenga una estrella en su interior", concluye Gillessen. "Por el momento creemos que, probablemente, el gas proceda, de algún modo, de las estrellas que orbitan el agujero negro".
El clímax de este acontecimiento único en el centro de la galaxia está teniendo lugar en estos momentos y astrónomos de todo el mundo lo están observando muy de cerca.
Esta intensa campaña de observación proporcionará una gran cantidad de datos, revelando, no solo más cosas sobre esta nube de gas, sino que también sondeará las regiones cercanas al agujero negro que no habían sido exploradas antes y ofrecerá más información sobre los efectos extremos de la intensa gravedad.
Las nuevas observaciones limitan las posibilidades. "Igual que un desafortunado astronauta en una película de ciencia ficción, vemos que la nube se estrecha tanto que parece un espagueti. Esto significa que, probablemente, no tenga una estrella en su interior", concluye Gillessen. "Por el momento creemos que, probablemente, el gas proceda, de algún modo, de las estrellas que orbitan el agujero negro".
El clímax de este acontecimiento único en el centro de la galaxia está teniendo lugar en estos momentos y astrónomos de todo el mundo lo están observando muy de cerca.
Esta intensa campaña de observación proporcionará una gran cantidad de datos, revelando, no solo más cosas sobre esta nube de gas, sino que también sondeará las regiones cercanas al agujero negro que no habían sido exploradas antes y ofrecerá más información sobre los efectos extremos de la intensa gravedad.
Referencia bibliográfica:
S. Gillessen et al. Pericenter passage of the gas cloud G2 in the Galactic Center. Astrophysical Journal (2013).
S. Gillessen et al. Pericenter passage of the gas cloud G2 in the Galactic Center. Astrophysical Journal (2013).