Nuevos sensores detectan explosivos ocultos en espacios públicos

Desarrollados por ingenieros alemanes, no invaden la privacidad de los pasajeros


Un grupo de ingenieros y científicos alemanes ha desarrollado una innovadora tecnología de sensores que, combinando aplicaciones químicas y cinéticas, logra crear una completa red de seguridad (prácticamente invisible) en estaciones de metro y trenes, aeropuertos y otros espacios públicos. El sistema ya fue probado con éxito y se perfila como un importante adelanto en la lucha contra el terrorismo. Por Pablo Javier Piacente.


Pablo Javier Piacente
15/01/2010

Un sistema de seguridad que no registra aristas negativas en cuanto a la privacidad de las personas. Imagen: Artificial Vision and Real-Time Systems (AVIRES) Laboratory.
Una nueva tecnología permite el uso de sensores encubiertos para hallar explosivos ocultos en espacios públicos y centros de transporte, evitando de esta manera atentados terroristas que se puedan estar planificando de acuerdo a esta metodología. La innovación fue desarrollada por ingenieros y especialistas alemanes del Instituto Fraunhofer de Comunicación, Procesamiento de la Información y Ergonomía (FKIE).

La red de sensores permite identificar y rastrear a las personas con explosivos en los centros de transporte y otros espacios públicos. El trabajo fue dirigido por el Dr. Wolfgang Koch, que junto a los integrantes de su equipo ha logrado construir un prototipo en base al sistema llamado HAMLeT (Hazardous Material Localization & Person Tracking).

La innovación permite alertar al personal de seguridad con relación a las personas que tengan intención de llevar a cabo un acto terrorista. El sistema funciona mediante dos redes independientes, que interactúan a través de mecanismos químicos y gracias a aplicaciones en cinética de la información. El trabajo fue difundido a través del portal especializado The Engineer.

La primera de las redes mencionadas se compone de una serie de cuatro a seis escáneres láseres giratorios, que envían pulsos a través de corredores, pasillos o escaleras mecánicas en los aeropuertos o estaciones de ferrocarril, por ejemplo. Calculando el tiempo que tarda el pulso de láser para devolver datos al equipo central, el escáner es capaz de medir la distancia entre los objetos y construir una imagen 2D de la zona en cuestión.

La química de la seguridad

La imagen obtenida se combina con la información de una segunda red de sensores electrónicos, escondidos en las salidas de aire y en diferentes accesorios de las paredes. Los mismos proporcionan datos químicos sobre materiales explosivos, empleando chips sensores que son capaces de capturar cualquier amenaza de moléculas químicas en el aire, además de determinar su composición de acuerdo a la frecuencia de su oscilación.

Es importante destacar que esta aplicación de HAMLeT marca una segunda etapa del proyecto, que entre 2006 y 2008 fue desarrollado por el Artificial Vision and Real-Time Systems (AVIRES) Laboratory y la Unión Europea. Este esfuerzo tecnológico evidencia un importante avance con relación a los sensores tradicionales, con el propósito de superar sus limitaciones para estas aplicaciones de seguridad.

La idea básica del nuevo sistema es aprovechar la infraestructura de los aeropuertos y estaciones de tren, para equipar los túneles y espacios comunes con un número considerable de sensores. La producción de estos sensores químicos, junto a los datos cinemáticos, puede permitir identificar individuos de alto riesgo.

Una vez que todos los datos son recolectados usando estas redes, la información es analizada mediante algoritmos probabilísticos basados en múltiples hipótesis de seguimiento (PMHT). El avanzado software de video utilizado permite catalogar automáticamente a los miembros de una multitud, con un estado de color verde, ámbar o rojo que indica su nivel de amenaza.

HAMLeT ya ha sido probado con éxito en diferentes contextos. Imagen: Unión Europea.
Sin intromisiones ni pérdidas de tiempo

De esta manera, el personal de seguridad contará con la información necesaria para adoptar nuevas medidas que permitan proteger al conjunto de la multitud. Una de las grandes ventajas de este sistema, además de su efectividad, es la poca alteración de la vida privada que supone.

Es así que se transforma en una mejor alternativa con relación a la amplia propuesta de escáneres corporales, los cuales insumen demoras en los viajes e invaden la privacidad de los pasajeros. Asimismo, su efectividad fue también demostrada en recientes ensayos realizados en diferentes contextos.

Una de las pruebas incluyó a las fuerzas armadas alemanas, con las cuales el equipo de Koch demostró la capacidad del sistema localizando a cinco personas con explosivos escondidos en la entrada de un área repleta de gente. El equipo de ingenieros e investigadores también ha probado el sistema de seguridad en el puerto de aplicaciones militares y con el tráfico de transbordadores, siempre con resultados positivos.

En la actualidad se trabaja para superar las limitaciones del sistema, como por ejemplo el uso de perfumes o aromas que puedan engañar a los sensores químicos o problemas de ambiente como la ventilación de aire, detalles que podrían distorsionar los resultados.

También se busca incorporar espectrómetros de rayos gamma para la identificación de "bombas sucias", o sea explosivos pensados para lograr la contaminación de un área mediante sustancias tóxicas, y que se combinan con bombas convencionales y material radiactivo.



Pablo Javier Piacente
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