Nuevo test detecta el consumo de drogas a partir de las huellas dactilares

Es no invasivo, infalsificable, y no requiere de personal capacitado ni de instalaciones de análisis


Investigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido) han demostrado la eficacia de un nuevo test no invasivo de detección del consumo de cocaína, a través de las huellas dactilares. La prueba podría tener un gran alcance, pues resultaría útil en controles rutinarios, no es invasivo ni requiere de personal capacitado. El único problema es que aún no es portátil, algo que se espera resolver en pocos años. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
15/05/2015

Imagen: Kevin Chesson. Fuente: PhotoXpress.
Investigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido) han demostrado  la eficacia de un nuevo test no invasivo de detección del consumo de cocaína, a través de las huellas dactilares.

El
nuevo método puede determinar si la cocaína ha sido ingerida, y no solo si se tocó,  que es lo que suelen determinar otras pruebas ya usadas.

El avance está basado en una técnica de análisis químico conocida como  espectrometría de masas, que se usa para medir
moléculas. Así es como identifica con alta precisión los diferentes elementos químicos presentes en cualquier compuesto, como drogas, fármacos o perfumes.

Rastros delatores

Cuando cualquier persona consume cocaína, su organismo, al metabolizarla, excreta rastros de benzoilecgonina (principal metabolito de esta droga) y
cinamato metilecgonina (alcaloide presente en la planta de la coca).

Estos rastros pasan, en forma de residuos, a las huellas dactilares. Para detectarlos, los investigadores aplicaron la
ionización por desorción con electrospray (DESI, por sus siglas en inglés), una técnica que se usa en aplicaciones forenses; y que consiste en este caso en fumigar un haz de disolvente sobre la huella digital, para determinar si en ella hay o no presencia molecular de las sustancias mencionadas.

Es infalsificable y otras ventajas

Según publica Eurekalert!, los investigadores creen que esta prueba podría tener un gran alcance, pues resultaría útil para hacer tests rutinarios a personas que se encuentren en libertad condicional, en cárceles o que tengan que pasar por los tribunales u otros organismos encargados de hacer cumplir la ley.

Además, superaría ciertas limitaciones que presentan los métodos de prueba tradicionales. Por ejemplo, los análisis de sangre requieren para su aplicación de personal capacitado, y las pruebas de orina métodos de almacenamiento y de eliminación posterior. A menudo, también requieren de análisis en instalaciones especializadas. Todo ello no es necesario con este nuevo test.

Por otro lado, este es no invasivo, más higiénico que las pruebas de sangre o de saliva; y no puede ser falsificado. Asimismo, la naturaleza de la prueba permite determinar la identidad del sujeto al mismo tiempo que se mide su consumo de drogas.

Los autores del avance esperan que este esté disponible para su uso por parte de las fuerzas del orden en la próxima década. La única dificultad a superar radica actualmente en el tamaño de los espectómetros de masa, perodiversas compañías trabajan ya en espectrómetros de masas miniaturizados. Estos permitirían fabricar dispositivos portátiles para realizar estos tests en cualquier sitio. 


Espectometría para perseguir a malhechores

En 2010, investigadores de la Universidad de Sheffield Halam, en el Reino Unido, desarrollaron otra técnica que permitía establecer, a partir de una simple huella digital encontrada en la escena de un crimen, información sobre la medicación, la dieta o el estilo de vida del sospechoso.

También estaba basada en la espectometría de masas, en este caso, en un tipo de espectometría concreto, denominado MALDI-MSI (espectrometría de masas por ionización/desorción por láser asistida por matriz), y que normalmente se usa para clasificar moléculas de un tejido.

Con este sistema se podía detectar, además de lo consumido por un individuo, las sustancias que este hubiera tocado. Asimismo, también se podía calcular el tiempo transcurrido desde que dejó la marca. 



Marta Lorenzo
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