Imagen microscópica de un ependimoma. Fuente: Wikimedia Commons.
Investigadores en Francia y Reino Unido han identificado una relación entre determinada anomalía cromosómica y un mayor riesgo de muerte en niños que sufren de una variante mortal de cáncer cerebral. Los resultados, publicados en Clinical Cancer Research, podrían servir para desarrollar un test de diagnóstico que identificase a los pacientes más jóvenes con un riesgo mayor de padecer ependimoma y que podrían precisar tratamientos más intensos para sobrevivir a la enfermedad.
El estudio, dirigido por el Centro de Investigación de Tumores Encefálicos de la Universidad de Nottingham (en el Reino Unido), podría contribuir a determinar qué niños con un tumor cerebral presentan un pronóstico más positivo y de este modo proponerlos como candidatos a tratamientos menos intensos. Así sufrirían menos efectos secundarios generadores de discapacidades permanentes que les afectasen el resto de su vida.
El equipo investigó copias anómalas de los cromosomas celulares de 147 ependimomas extraídos de jóvenes británicos y franceses sometidos a cirugía extractora y quimioterapia y de niños europeos de más edad que los del primer grupo que se sometieron a cirugía y radioterapia. El objetivo de su trabajo consistió en aclarar si las perspectivas son peores en aquellos con la anomalía cromosómica.
El estudio, dirigido por el Centro de Investigación de Tumores Encefálicos de la Universidad de Nottingham (en el Reino Unido), podría contribuir a determinar qué niños con un tumor cerebral presentan un pronóstico más positivo y de este modo proponerlos como candidatos a tratamientos menos intensos. Así sufrirían menos efectos secundarios generadores de discapacidades permanentes que les afectasen el resto de su vida.
El equipo investigó copias anómalas de los cromosomas celulares de 147 ependimomas extraídos de jóvenes británicos y franceses sometidos a cirugía extractora y quimioterapia y de niños europeos de más edad que los del primer grupo que se sometieron a cirugía y radioterapia. El objetivo de su trabajo consistió en aclarar si las perspectivas son peores en aquellos con la anomalía cromosómica.
Clasificación de los pacientes por grupos de riesgo
El profesor Richard Grundy, el Dr. John-Paul Kilday y sus colaboradores descubrieron una asociación entre una cantidad mayor de copias de una región específica de un cromosoma denominado 1q25 y cerca del 20 % de los tumores obtenidos de niños a los que se diagnosticó la variante mortal del cáncer encefálico. Esta relación provoca que los pacientes sometidos a quimioterapia y cirugía presenten un pronóstico menos favorable.
Los descubrimientos también contribuyeron a que el equipo clasificara con precisión a los pacientes en tres grupos de riesgo: alto, medio y normal.
«Este estudio es el primero en evaluar aumentos en el número de copias de este tipo en grupos de niños con ependimoma y que han seguido un tratamiento similar y supone un avance considerable para realizar predicciones en niños con este tipo de tumores encefálicos», aclaró el Dr. Kilday.
Por su parte, el profesor Grundy explicó: «Esperamos que estos hallazgos puedan reproducirse en otros estudios en marcha en otros países como los Estados Unidos. Si sus resultados coinciden con los nuestros, se podría incluir la presencia de un mayor número de copias de 1q25 en futuros planes de tratamiento a escala internacional como un marcador nuevo de pronósticos desfavorables y de este modo optar a un tratamiento acorde. Nuestra intención es que esta característica se tenga en cuenta en relación a los tumores de todos los pacientes en el momento de emitir un diagnóstico.»
Los ependimomas no presentan un límite de edad, pero el grupo de mayor riesgo es el compuesto por la población infantil. Aunque los tratamientos han mejorado con el paso de los años, aún muere el 40 % de los pacientes más jóvenes.
Es posible que la tasa de mortalidad no haya descendido debido a que no ha sido posible anticipar con precisión qué tumores serán los más agresivos.
El profesor Richard Grundy, el Dr. John-Paul Kilday y sus colaboradores descubrieron una asociación entre una cantidad mayor de copias de una región específica de un cromosoma denominado 1q25 y cerca del 20 % de los tumores obtenidos de niños a los que se diagnosticó la variante mortal del cáncer encefálico. Esta relación provoca que los pacientes sometidos a quimioterapia y cirugía presenten un pronóstico menos favorable.
Los descubrimientos también contribuyeron a que el equipo clasificara con precisión a los pacientes en tres grupos de riesgo: alto, medio y normal.
«Este estudio es el primero en evaluar aumentos en el número de copias de este tipo en grupos de niños con ependimoma y que han seguido un tratamiento similar y supone un avance considerable para realizar predicciones en niños con este tipo de tumores encefálicos», aclaró el Dr. Kilday.
Por su parte, el profesor Grundy explicó: «Esperamos que estos hallazgos puedan reproducirse en otros estudios en marcha en otros países como los Estados Unidos. Si sus resultados coinciden con los nuestros, se podría incluir la presencia de un mayor número de copias de 1q25 en futuros planes de tratamiento a escala internacional como un marcador nuevo de pronósticos desfavorables y de este modo optar a un tratamiento acorde. Nuestra intención es que esta característica se tenga en cuenta en relación a los tumores de todos los pacientes en el momento de emitir un diagnóstico.»
Los ependimomas no presentan un límite de edad, pero el grupo de mayor riesgo es el compuesto por la población infantil. Aunque los tratamientos han mejorado con el paso de los años, aún muere el 40 % de los pacientes más jóvenes.
Es posible que la tasa de mortalidad no haya descendido debido a que no ha sido posible anticipar con precisión qué tumores serán los más agresivos.