Nuevas pautas para reducir el coste medioambiental de la agricultura

Un estudio de economistas critica que las subvenciones de la UE no analicen el impacto en la Naturaleza


La tierra no se está usando como debería, en parte debido a que la política agraria europea no está bien enfocada. Así lo asegura un estudio realizado por economistas europeos, según el cual debería tenerse en cuenta el impacto medioambiental de la agricultura a la hora de dar subvenciones. Involucrar a los agricultores en la conservación de la tierra también resultaría beneficioso para todos, aseguran.


BC3/T21
17/07/2013

Un tractor y un camión en un campo de patatas. Imagen: shadowkill. Fuente: StockXchng.
La tierra no se está utilizando de la mejor manera posible, y la política agraria europea está mal enfocada, según un estudio en el que ha participado Unai Pascual, profesor de Ikerbasque, miembro del Centro Vasco para el Cambio Climático (BC3) y profesor de la Universidad de Cambridge, así como un equipo de economistas medioambientales europeos. El trabajo fue publicado en la revista Science el pasado 5 de julio.

La investigación revela que permitir que el uso de la tierra se rija únicamente por los mercados agrícolas se traduce en considerables costes financieros y medioambientales para las personas. A pesar de que ha tomado el Reino Unido como objeto de estudio, se pueden aplicar los mismos métodos a cualquier zona del mundo con resultados similares en la mayoría de los países.

En la mayor parte de Europa, el uso de la tierra está dominado por la agricultura. Casi la mitad del valor anual total de la agricultura de la UE se basa en subvenciones públicas que superan el 70 %, el 40 % y el 30 % en el caso de Irlanda, Reino Unido y España respectivamente, por nombrar unos pocos países.

El equipo de investigación, dirigido por el profesor Ian Bateman, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), estudió la rentabilidad de dicho apoyo público en el Reino Unido. Para ello, utilizó medio millón de registros del uso de la tierra, y concluyó que representaban un valor pobre para la sociedad respecto al nivel de subsidio recibido. El estudio sugiere que la reorientación de las políticas públicas podría mejorar notablemente la situación.

Junto con los costes financieros tangibles en forma de subvenciones agrícolas, el equipo de investigación ha calculado el coste económico actual y futuro del uso de tierras agrícolas debido al cambio climático, incluido el coste de la producción de alimentos pero también los impactos medioambientales asociados.

También ha considerado el impacto de la reducción de las especies salvajes y de la biodiversidad provocada por la agricultura intensiva. De cara al futuro, la investigación sopesó las consecuencias de usos alternativos de la tierra y evaluó varias situaciones alternativas hasta el año 2060.

El estudio demuestra la importancia de incluir el valor de los servicios del ecosistema en la toma de decisiones y utilizar todos los beneficios potenciales de trabajar con el entorno natural y fortalecer los procesos biofísicos. Asimismo, reconoce que se plantean algunos retos prácticos. Uno de los retos clave es garantizar la participación de los agricultores en la aportación de cambios en el uso de la tierra para beneficiar a la sociedad.

Recomendaciones

El equipo de investigación recomienda, además, reformar la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea (UE). Al refundir la PAC como un mecanismo de Pago por los Servicios del Ecosistema, los agricultores obtendrían una recompensa a cambio de proporcionar un conjunto de servicios clave, incluida la mitigación del cambio climático mediante la reducción de emisiones de gases de efecto de invernadero, la regulación del agua, las conservación de las áreas de esparcimiento y de la biodiversidad.

El profesor Unai Pascual explica en la nota de prensa de BC3: "Las pruebas nos indican que debemos cambiar completamente las políticas de uso de la tierra para aumentar al máximo los beneficios económicos de los paisajes. La Política Agrícola Común de la UE debe explicar el coste de no trabajar con la naturaleza. Ya es hora de recompensar a los agricultores por asegurar servicios vitales de los ecosistemas que tanto valora la sociedad. Los agricultores pueden ejercer de administradores de nuestros paisajes de manera que nosotros como sociedad podamos legarlos a las siguientes generaciones en un estado sano".

Referencia bibliográfica:

Bateman, Ian J., Harwood, A., Mace, G.M., Watson, R., Abson, D.J., Andrews, B., Binner, A., Crowe, A., Day, B.H., Dugdale, S., Fezzi, C., Foden, J., Haines-Young, R., Hulme, M., Kontoleon, A., Lovett, A.A., Munday, P., Pascual, U., Paterson, J., Perino, G., Sen, A., Siriwardena, G., van Soest D., y Termansen, M. Bringing ecosystem services into economic decision making: Land use in the UK. Science (2013). DOI: 10.1126/science.1234379.



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