Parque Jurásico es una película de ciencia ficción estadounidense, dirigida por Steven Spielberg con la colaboración de diversos museos de Estados Unidos, India, Sudáfrica e Inglaterra. Estrenada en 1993 y basada en la novela homónima de Michael Crichton, la película obtuvo tres premios Óscar y fascina todavía a millones de personas, especialmente a niños y jóvenes.
La película parte de la idea de que los científicos han podido recrear genéticamente a los dinosaurios, millones de años después de su extinción, y trata sobre lo que ocurre una vez que esto se consigue.
Los dinosaurios fueron reptiles que aparecieron durante el período Triásico, hace unos 231 millones de años. Dominaron la vida en la Tierra durante 135 millones de años, hasta que desaparecieron durante el evento de extinción masiva de especies ocurrido hace 66 millones de años.
El regreso de los dinosaurios a la vida se basa, en la película, en la hipotética posibilidad de que recrear dinosaurios a partir de la clonación genética de materia fósil hallada en mosquitos prehistóricos que se alimentaron de la sangre de dinosaurios durante la época jurásica. Estos mosquitos se habían preservado en ámbar, una piedra semipreciosa compuesta de resina vegetal fosilizada, a través del transcurso del tiempo.
En este primer capítulo de Cinencia, conducido por el doctor Javier Gorostiza, se analizan con el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Eduardo Costas, las bases científicas de la película, particularmente la posibilidad real de recrear dinosaurios a partir de la clonación genética de mosquitos prehistóricos.
Muy improbable
Para Eduardo Costas, es muy improbable que pueda obtenerse el genoma entero de un dinosaurio a partir de mosquitos prehistóricos atrapados en el ámbar, ya que el ADN no suele durar demasiado tiempo. El cualquier caso podría conseguirse alguna información parcial, aunque en ciencia nunca se sabe.
Además, aunque se consiguiera la información genética completa de un dinosaurio, no tendríamos el citoplasma de un dinosaurio donde poderlo poner, lo que nos obligaría a ponerlo en otro tipo de células. Con ese otro tipo de células, explica Eduardo Costas, sería muy difícil que se regulara adecuadamente la formación de dinosaurios.
Ni siquiera sabemos qué colores tenían los dinosaurios. Hay que tener en cuenta además que la mayoría de la información genética del pasado se pierde, por lo que la mayoría de la información nuestra se perderá también en el futuro. En consecuencia, debemos resignarnos a que nunca va a poder reconstruirse todo el pasado.
Por último, concluye Eduardo Costas, hoy disponemos del genoma completo, totalmente secuenciado, de la mayoría de los seres vivos, incluidos los humanos, pero eso no significa que podamos construir exactamente uno de esos seres vivos, porque la regulación de genes es un fenómeno complejo difícil de manipular.
Hay que tener en cuenta que, pese a todo lo que sabemos, la genética es la rama de la ciencia de la que todavía más falta por conocer.
Primer capítulo de Cinencia
Este primer capítulo de Cinencia forma parte de una serie ideada por Tendencias21 para acercar el conocimiento científico a la sociedad, particularmente a la población infantil y juvenil, y continuará con el análisis científico de otras películas de renombre a lo largo de los próximos meses, todo ello a cargo de renombrados expertos en las diferentes materias.
Todo el proyecto se desarrolla con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, perteneciente al Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España.
La película parte de la idea de que los científicos han podido recrear genéticamente a los dinosaurios, millones de años después de su extinción, y trata sobre lo que ocurre una vez que esto se consigue.
Los dinosaurios fueron reptiles que aparecieron durante el período Triásico, hace unos 231 millones de años. Dominaron la vida en la Tierra durante 135 millones de años, hasta que desaparecieron durante el evento de extinción masiva de especies ocurrido hace 66 millones de años.
El regreso de los dinosaurios a la vida se basa, en la película, en la hipotética posibilidad de que recrear dinosaurios a partir de la clonación genética de materia fósil hallada en mosquitos prehistóricos que se alimentaron de la sangre de dinosaurios durante la época jurásica. Estos mosquitos se habían preservado en ámbar, una piedra semipreciosa compuesta de resina vegetal fosilizada, a través del transcurso del tiempo.
En este primer capítulo de Cinencia, conducido por el doctor Javier Gorostiza, se analizan con el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Eduardo Costas, las bases científicas de la película, particularmente la posibilidad real de recrear dinosaurios a partir de la clonación genética de mosquitos prehistóricos.
Muy improbable
Para Eduardo Costas, es muy improbable que pueda obtenerse el genoma entero de un dinosaurio a partir de mosquitos prehistóricos atrapados en el ámbar, ya que el ADN no suele durar demasiado tiempo. El cualquier caso podría conseguirse alguna información parcial, aunque en ciencia nunca se sabe.
Además, aunque se consiguiera la información genética completa de un dinosaurio, no tendríamos el citoplasma de un dinosaurio donde poderlo poner, lo que nos obligaría a ponerlo en otro tipo de células. Con ese otro tipo de células, explica Eduardo Costas, sería muy difícil que se regulara adecuadamente la formación de dinosaurios.
Ni siquiera sabemos qué colores tenían los dinosaurios. Hay que tener en cuenta además que la mayoría de la información genética del pasado se pierde, por lo que la mayoría de la información nuestra se perderá también en el futuro. En consecuencia, debemos resignarnos a que nunca va a poder reconstruirse todo el pasado.
Por último, concluye Eduardo Costas, hoy disponemos del genoma completo, totalmente secuenciado, de la mayoría de los seres vivos, incluidos los humanos, pero eso no significa que podamos construir exactamente uno de esos seres vivos, porque la regulación de genes es un fenómeno complejo difícil de manipular.
Hay que tener en cuenta que, pese a todo lo que sabemos, la genética es la rama de la ciencia de la que todavía más falta por conocer.
Primer capítulo de Cinencia
Este primer capítulo de Cinencia forma parte de una serie ideada por Tendencias21 para acercar el conocimiento científico a la sociedad, particularmente a la población infantil y juvenil, y continuará con el análisis científico de otras películas de renombre a lo largo de los próximos meses, todo ello a cargo de renombrados expertos en las diferentes materias.
Todo el proyecto se desarrolla con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, perteneciente al Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España.