Neuronas del sistema olfativo están implicadas en el Alzheimer y el Parkinson

Un tratamiento con antioxidantes puede retrasar su aparición


Neuronas individuales del sistema olfativo afectadas por el estrés oxidativo originan la pérdida de olfato y provocan además el Alzheimer o el Parkinson, según una investigación. Un tratamiento con antioxidantes previene la disminución del olfato y retrasa las enfermedades neurodegenerativas.


Redacción T21
02/03/2018

Una investigación sobre el sistema olfativo de la mosca de la fruta ha descubierto que la reducción del olfato propia de la edad no se debe a una degeneración del sistema nervioso, sino a los efectos del estrés oxidativo sobre unas neuronas específicas del sistema olfativo.

También ha descubierto que el daño que este estrés oxidativo causa en esas neuronas del sistema olfativo está en el origen de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, y que ese daño puede corregirse mediante resveratrol, un antioxidante que se encuentra en varias plantas y especialmente en la piel de las uvas rojas, las grosellas, las moras y los cacahuetes.

Eso significa que, mediante un tratamiento adecuado, es posible evitar la disminución de la capacidad olfativa y retrasar o evitar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. Los resultados se publican en la revista especializada eLife.

Esta investigación ha podido observar cómo envejece la capacidad olfativa de la mosca de la fruta y cuánto se parece este proceso de envejecimiento al del sistema olfativo humano. En las personas, si el sentido del olfato desaparece, puede indicar la presencia de una enfermedad como el Alzheimer o el Parkinson.

Daños específicos

Hasta ahora sólo se sabía que la progresiva pérdida del olfato ocurre en personas con más de 70 años, una carencia que según estudios afecta a una cuarta parte de los hombres y al 11 por ciento de las mujeres.

Sin embargo, se desconoce exactamente por qué se pierde capacidad olfativa con la edad, por lo que este proceso se ha asociado al envejecimiento. La nueva investigación, de la que informa en un comunicado la Universidad Técnica de Munich, ha podido determinar que no se debe al envejecimiento directamente, sino a daños específicos de unas neuronas individuales del sistema olfativo causados por el estrés oxidativo.

El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio en las  células debido a un aumento en los radicales libres y/o una disminución en los antioxidantes. Con el tiempo, este desajuste en el equilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes puede dañar nuestros tejidos. El estrés oxidativo está implicado en los mecanismos de más de cien enfermedades, entre ellas el Parkinson y el Alzheimer.

Modelo genético de la mosca

Sin embargo, no sabemos por qué algunas células nerviosas o neuronas del cerebro envejecen más rápido que otras. Para averiguarlo, los investigadores se centraron en el modelo genético de la mosca de la fruta, ya que también pierde su poder del olfato a medida que envejece.

Primero identificaron varios genes clave y mecanismos que contribuyen a esta degeneración asociada al envejecimiento. A continuación, los científicos examinaron si todas o sólo neuronas específicas del circuito olfativo están afectadas. El equipo descubrió que algunas neuronas son más sensibles que otras y disminuyen más rápidamente durante el envejecimiento.

También determinaron que el estrés oxidativo altera principalmente a unos tipos específicos de neuronas, causando el colapso gradual del funcionamiento de toda la red neuronal.  Sin embargo, si se previene la formación de estos compuestos de oxígeno reactivo sólo en este tipo de neuronas, esta intervención detiene por completo la pérdida del sentido del olfato: las moscas viejas vuelven a percibir los olores al igual que sus congéneres jóvenes.

Esto sugiere que la degeneración neuronal relacionada con la edad podría retrasarse significativamente al prevenir el daño oxidativo en sólo unos pocos tipos de neuronas. Los investigadores lo probaron suministrando resveratrol a las moscas del experimento.

Después de suministrarlo varias semanas a las moscas más jóvenes, comprobaron que el tratamiento puede contrarrestar el estrés oxidativo. Este tratamiento protege las neuronas particularmente sensibles y de ese modo contribuye a mantener la función de las neuronas conectadas a ellas dentro de la red neuronal. En los ancianos, tales tratamientos podrían ayudar a retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas asociadas con el envejecimiento.




Redacción T21
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