María Ángeles Rodríguez de Trujillo. Fuente: Heineken España.
María Ángeles Rodríguez de Trujillo es directora de Responsabilidad Social Corporativa y Marca Corporativa de Heineken España, empresa en la que trabaja desde 2008. Antes fue directora de Recursos Humanos.
En materia de sostenibilidad, Heineken está especialmente concienciada en el tema del agua, así como en la reducción del consumo de energía térmica y electricidad. Además, intenta realizar el máximo número de compras en los entornos locales de las fábricas para potenciar el desarrollo de estas zonas.
Heineken tiene un proyecto para potenciar la biodiversidad en las zonas agrícolas de Andalucía, en colaboración con la Junta de Andalucía, Intermalta (su proveedor de malta), y los propios agricultores. ¿En qué consiste?
Desarrollamos cultivos sobre todo en Andalucía y Extremadura, por lo que potenciamos la biodiversidad protegiendo los hábitats de la avutarda y otras aves esteparias, que son aves que se desarrollan muy bien en los campos de cebada, así que les pedimos a los agricultores que pongan medios para que puedan anidar, criar, etc. El cuidado del ave lo hace el agricultor, nosotros proveemos de fondos al proyecto.
El tema del agua es especialmente sensible en un país como España, y para una empresa de cerveza. ¿En qué fase están los proyectos de RSC de Heineken a ese respecto?
Es un camino que estamos empezando a andar. Operamos en un entorno donde hay sequía y a partir ahí tenemos la responsabilidad de equilibrar los recursos. El agua es una materia prima fundamental de nuestra cerveza.
Estamos en fase de análisis. Los técnicos, con pautas que vienen desde la matriz en Holanda, están analizando el consumo hídrico de nuestras cuatro fábricas. También nos ayudan consultores internacionales. A partir de ahí se decidirán las acciones que tomaremos: reciclaje, acciones vinculadas a reforestación u otro tipo de actividades. Este año nuestro objetivo es hacer el plan, y en 2014 tomaremos acciones concretas.
¿Cómo integra Heineken la sostenibilidad en la estrategia de negocio?
Es la estrategia de negocio la que es sostenible por sí misma: Incorporamos todos los retos que nos afectan en nuestra forma de hacer. Para ello hay que poner en marcha modos de gobierno que te ayuden. Hay un comité de responsabilidad social global en la casa matriz, que dialoga con los grupos de interés. El comité de sostenibilidad identifica los retos y los objetivos, hace seguimiento permanente de todos los indicadores, y después moviliza la acción en todas las áreas.
Además, en el informe corporativo está incluido el informe de sostenibilidad, y en nuestro plan específico de negocio hay objetivos relacionados con ella. La sostenibilidad es un factor de decisión en lo que hacemos, en las inversiones que decidimos hacer, en la innovación, etc.
En materia de sostenibilidad, Heineken está especialmente concienciada en el tema del agua, así como en la reducción del consumo de energía térmica y electricidad. Además, intenta realizar el máximo número de compras en los entornos locales de las fábricas para potenciar el desarrollo de estas zonas.
Heineken tiene un proyecto para potenciar la biodiversidad en las zonas agrícolas de Andalucía, en colaboración con la Junta de Andalucía, Intermalta (su proveedor de malta), y los propios agricultores. ¿En qué consiste?
Desarrollamos cultivos sobre todo en Andalucía y Extremadura, por lo que potenciamos la biodiversidad protegiendo los hábitats de la avutarda y otras aves esteparias, que son aves que se desarrollan muy bien en los campos de cebada, así que les pedimos a los agricultores que pongan medios para que puedan anidar, criar, etc. El cuidado del ave lo hace el agricultor, nosotros proveemos de fondos al proyecto.
El tema del agua es especialmente sensible en un país como España, y para una empresa de cerveza. ¿En qué fase están los proyectos de RSC de Heineken a ese respecto?
Es un camino que estamos empezando a andar. Operamos en un entorno donde hay sequía y a partir ahí tenemos la responsabilidad de equilibrar los recursos. El agua es una materia prima fundamental de nuestra cerveza.
Estamos en fase de análisis. Los técnicos, con pautas que vienen desde la matriz en Holanda, están analizando el consumo hídrico de nuestras cuatro fábricas. También nos ayudan consultores internacionales. A partir de ahí se decidirán las acciones que tomaremos: reciclaje, acciones vinculadas a reforestación u otro tipo de actividades. Este año nuestro objetivo es hacer el plan, y en 2014 tomaremos acciones concretas.
¿Cómo integra Heineken la sostenibilidad en la estrategia de negocio?
Es la estrategia de negocio la que es sostenible por sí misma: Incorporamos todos los retos que nos afectan en nuestra forma de hacer. Para ello hay que poner en marcha modos de gobierno que te ayuden. Hay un comité de responsabilidad social global en la casa matriz, que dialoga con los grupos de interés. El comité de sostenibilidad identifica los retos y los objetivos, hace seguimiento permanente de todos los indicadores, y después moviliza la acción en todas las áreas.
Además, en el informe corporativo está incluido el informe de sostenibilidad, y en nuestro plan específico de negocio hay objetivos relacionados con ella. La sostenibilidad es un factor de decisión en lo que hacemos, en las inversiones que decidimos hacer, en la innovación, etc.
Han creado la “academia de sostenibilidad”, para formar a los trabajadores. ¿En qué consiste?
Tenemos un montón de módulos formativos de los distintos elementos en los que actuamos: el agua, la energía... La academia está abierta a todo el mundo, pero cada curso está dirigido a los grupos implicados con cada temática específica. Los integrantes del comité de sostenibilidad debemos conocer todos los módulos.
A veces son cosas simples las que se enseñan, pero hace falta que estén en la conciencia de la gente. Por ejemplo, en el departamento comercial, promover que nuestros clientes de distribución tengan sistemas de frío ecológico que ahorran entre un 35 y un 50% de energía. Si ellos no lo saben, no son capaces de ponerlo en valor con el cliente.
¿Y qué tal lo reciben los empleados?
Lo asumen fenomenal, primero porque tienen la conciencia de trabajar en una empresa responsable, es un orgullo importantísimo para ellos. Los trabajadores son parte de todo esto. La reducción del consumo de energía, y muchas otras medidas... las están haciendo ellos. Ahora queremos potenciar el voluntariado corporativo.
¿Cuál es el coste económico de estas políticas? ¿Está afectando la crisis a la RSC?
El elemento económico hoy en día afecta por las limitaciones presupuestarias. Afectan, pero hay que pensar que todo esto es a largo plazo. Todo parte de un convencimiento profundo de la alta dirección de la compañía; somos una empresa internacional, pero también familiar. La dueña, Charlene de Carvalho-Heineken, tiene un compromiso enorme, y quiere que su legado sea que seamos la cervecera más verde.
¿Qué particularidades tiene España respecto a la RSC? ¿El agua?
Sí, aunque es un tema que afecta también a México, Egipto... El elemento fundamental que tenemos particular ahora en España es el entorno socioeconómico deprimido. Estamos reorientando nuestra estrategia. Con la Fundación Cruzcampo hemos fomentado hasta ahora la cultura y el arte. Y ahora estamos reorientándola para desarrollar talento joven, emprendimiento, para ayudar socieconómicamente a construir el país. En otros países les afecta menos la crisis.
Tenemos un montón de módulos formativos de los distintos elementos en los que actuamos: el agua, la energía... La academia está abierta a todo el mundo, pero cada curso está dirigido a los grupos implicados con cada temática específica. Los integrantes del comité de sostenibilidad debemos conocer todos los módulos.
A veces son cosas simples las que se enseñan, pero hace falta que estén en la conciencia de la gente. Por ejemplo, en el departamento comercial, promover que nuestros clientes de distribución tengan sistemas de frío ecológico que ahorran entre un 35 y un 50% de energía. Si ellos no lo saben, no son capaces de ponerlo en valor con el cliente.
¿Y qué tal lo reciben los empleados?
Lo asumen fenomenal, primero porque tienen la conciencia de trabajar en una empresa responsable, es un orgullo importantísimo para ellos. Los trabajadores son parte de todo esto. La reducción del consumo de energía, y muchas otras medidas... las están haciendo ellos. Ahora queremos potenciar el voluntariado corporativo.
¿Cuál es el coste económico de estas políticas? ¿Está afectando la crisis a la RSC?
El elemento económico hoy en día afecta por las limitaciones presupuestarias. Afectan, pero hay que pensar que todo esto es a largo plazo. Todo parte de un convencimiento profundo de la alta dirección de la compañía; somos una empresa internacional, pero también familiar. La dueña, Charlene de Carvalho-Heineken, tiene un compromiso enorme, y quiere que su legado sea que seamos la cervecera más verde.
¿Qué particularidades tiene España respecto a la RSC? ¿El agua?
Sí, aunque es un tema que afecta también a México, Egipto... El elemento fundamental que tenemos particular ahora en España es el entorno socioeconómico deprimido. Estamos reorientando nuestra estrategia. Con la Fundación Cruzcampo hemos fomentado hasta ahora la cultura y el arte. Y ahora estamos reorientándola para desarrollar talento joven, emprendimiento, para ayudar socieconómicamente a construir el país. En otros países les afecta menos la crisis.
Responsabilidad personal
Su relación con la RSC, ¿cómo surgió? ¿Se interesó por el tema después de ser nombrada para el cargo o ya se interesaba por el tema desde antes?
Antes de mi incorporación al cargo ya estaba en pleno contacto con la sostenibilidad empresarial. En Heineken España parte de nuestros objetivos profesionales están ligados directamente al cumplimiento de determinados indicadores de sostenibilidad. Pero más allá de eso, siempre he observado la participación de las empresas en el desarrollo de su entorno económico, social y medioambiental.
Anteriormente ocupé el cargo de directora de Desarrollo de Recursos Humanos, departamento muy ligado a la RSC y a través del cual tuve la oportunidad de participar en la gestión sostenible de nuestra actividad como empresa.
En su carrera profesional, ¿cómo ha visto evolucionar la RSC, en las distintas empresas en las que ha trabajado?
He podido observar cómo la RSC ha ido evolucionando desde un concepto teórico basado en estándares, normas y directrices hasta llegar a integrarse por completo como parte de la estrategia empresarial, impregnando toda la actividad de las compañías, o por lo menos de aquellas convencidas de que es el modo adecuado de hacer las cosas.
Su relación con la RSC, ¿cómo surgió? ¿Se interesó por el tema después de ser nombrada para el cargo o ya se interesaba por el tema desde antes?
Antes de mi incorporación al cargo ya estaba en pleno contacto con la sostenibilidad empresarial. En Heineken España parte de nuestros objetivos profesionales están ligados directamente al cumplimiento de determinados indicadores de sostenibilidad. Pero más allá de eso, siempre he observado la participación de las empresas en el desarrollo de su entorno económico, social y medioambiental.
Anteriormente ocupé el cargo de directora de Desarrollo de Recursos Humanos, departamento muy ligado a la RSC y a través del cual tuve la oportunidad de participar en la gestión sostenible de nuestra actividad como empresa.
En su carrera profesional, ¿cómo ha visto evolucionar la RSC, en las distintas empresas en las que ha trabajado?
He podido observar cómo la RSC ha ido evolucionando desde un concepto teórico basado en estándares, normas y directrices hasta llegar a integrarse por completo como parte de la estrategia empresarial, impregnando toda la actividad de las compañías, o por lo menos de aquellas convencidas de que es el modo adecuado de hacer las cosas.