Helicoverpa zea, parásito temido por la ANDEF. Fuente: Wikipedia.
Los guardianes de la agricultura brasileña están asustados por los perásistos de plantas que los extranjeros puedan llevar en sus visitas al país por el Mundial 2014. Se calcula que en Brasil podrían entrar hasta 350 nuevos parásitos vegetales en estas fechas.
Los turistas estadounidenses representarían la mayor amenaza, ya que Estados Unidos cuenta con 225 parásitos agrícolas que no existen actualmente en Brasil, ha explicado la Asociación Nacional de Defensa Vegetal (ANDEF), que agrupa a diversos sectores de la agroindustria.
Los aficionados italianos, que podrían traer hasta 126 nuevos parásitos, y los aficionados franceses, que podrían traer hasta 120, también están poniendo nervisosos a los agricultores, según Physorg.
El temor no es descabellado, pues un estudio reciente ha revelado que los parásitos vegetales extranjeros son cada vez más frecuentes en Brasil, entre ellos está el gusano del algodón o Helicoverpa zea, un parásito que llegó de Australia a finales del año pasado.
Los turistas estadounidenses representarían la mayor amenaza, ya que Estados Unidos cuenta con 225 parásitos agrícolas que no existen actualmente en Brasil, ha explicado la Asociación Nacional de Defensa Vegetal (ANDEF), que agrupa a diversos sectores de la agroindustria.
Los aficionados italianos, que podrían traer hasta 126 nuevos parásitos, y los aficionados franceses, que podrían traer hasta 120, también están poniendo nervisosos a los agricultores, según Physorg.
El temor no es descabellado, pues un estudio reciente ha revelado que los parásitos vegetales extranjeros son cada vez más frecuentes en Brasil, entre ellos está el gusano del algodón o Helicoverpa zea, un parásito que llegó de Australia a finales del año pasado.
Recife, especialmente amenazada
ANDEF alerta que, en general, los grandes eventos deportivos aumentan el riesgo de invasiones de especies foráneas. Un ejemplo de esto fue lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, que costaron la introducción de 35 nuevos parásitos en China.
Según la Asociación, la región brasileña más expuesta ahora mismo es Recife, una de las sedes del Mundial 2014 situada al noreste del país y en la que se extienden plantaciones de caña de azúcar, algodón y cacao.
Recife ya albergó un encuentro de la Copa Mundial de la FIFA en 1950, pero ahora tiene un nuevo estadio para los cinco partidos que se celebrarán allí en este Mundial 2014. A estos partidos acudirán jugadores de Costa de Marfil, Croacia, Italia, Costa Rica, Japón, México, Alemania y Estados Unidos, por lo que se calcula que Recife corre el riesgo de ser invadida por no menos de 323 nuevos parásitos.
Protección de especies animales
Se espera que, en total, unos 600.000 turistas asistan a la Copa del Mundo. Estados Unidos encabeza la lista con 187.000, seguido de Alemania con 57.000 y Argentina con 56.000.
Tantísima gente puede traer problemas, no solo a los vegetales, sino también a los animales. A finales del mes de mayo, las autoridades brasileñas recordaron a los seguidores del Mundial que es ilegal comprar loros, iguanas y otros animales salvajes en el país, con el fin de proteger a estas especies.
Monos, aves, serpientes, mariposas, arañas y escorpiones también están incluidos en la lista especies que no se pueden adquirir. Pero no solo no estos animales estaban prohibidos. En una lista de 10 reglas que todo el mundo debe seguir, se señalaba además la prohibición de comprar joyas o artesanía fabricada con animales salvajes (incluyendo cualquier cosa con plumas, cuero o dientes).
Asimismo, se recomendaba no hacerse fotos con personas que llevasen animales salvajes, cazar animales o explorar playas vírgenes no acompañados de especialistas, pues en estas las pisadas pueden provocar aplastamiento de nidos de tortugas y aves. La desobediencia a estas normas conlleva multas e incluso penas de prisión.
ANDEF alerta que, en general, los grandes eventos deportivos aumentan el riesgo de invasiones de especies foráneas. Un ejemplo de esto fue lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, que costaron la introducción de 35 nuevos parásitos en China.
Según la Asociación, la región brasileña más expuesta ahora mismo es Recife, una de las sedes del Mundial 2014 situada al noreste del país y en la que se extienden plantaciones de caña de azúcar, algodón y cacao.
Recife ya albergó un encuentro de la Copa Mundial de la FIFA en 1950, pero ahora tiene un nuevo estadio para los cinco partidos que se celebrarán allí en este Mundial 2014. A estos partidos acudirán jugadores de Costa de Marfil, Croacia, Italia, Costa Rica, Japón, México, Alemania y Estados Unidos, por lo que se calcula que Recife corre el riesgo de ser invadida por no menos de 323 nuevos parásitos.
Protección de especies animales
Se espera que, en total, unos 600.000 turistas asistan a la Copa del Mundo. Estados Unidos encabeza la lista con 187.000, seguido de Alemania con 57.000 y Argentina con 56.000.
Tantísima gente puede traer problemas, no solo a los vegetales, sino también a los animales. A finales del mes de mayo, las autoridades brasileñas recordaron a los seguidores del Mundial que es ilegal comprar loros, iguanas y otros animales salvajes en el país, con el fin de proteger a estas especies.
Monos, aves, serpientes, mariposas, arañas y escorpiones también están incluidos en la lista especies que no se pueden adquirir. Pero no solo no estos animales estaban prohibidos. En una lista de 10 reglas que todo el mundo debe seguir, se señalaba además la prohibición de comprar joyas o artesanía fabricada con animales salvajes (incluyendo cualquier cosa con plumas, cuero o dientes).
Asimismo, se recomendaba no hacerse fotos con personas que llevasen animales salvajes, cazar animales o explorar playas vírgenes no acompañados de especialistas, pues en estas las pisadas pueden provocar aplastamiento de nidos de tortugas y aves. La desobediencia a estas normas conlleva multas e incluso penas de prisión.