Más de la mitad de los bosques de Europa han desaparecido en los últimos 6.000 años gracias a la creciente demanda de tierras agrícolas y al uso de la madera como fuente de combustible, según una nueva investigación dirigida por la Universidad de Plymouth (UK).
Usando análisis de polen de más de 1.000 sitios, los científicos demostraron que más de dos tercios del centro y el norte de Europa alguna vez habrían estado cubiertos por árboles.
Hoy en día, la extensión forestal del centro y norte de Europa se reduce a alrededor de un tercio, aunque en las regiones más occidentales y costeras, incluidos el Reino Unido y la República de Irlanda, la disminución ha sido mucho mayor, con la cobertura forestal en algunas áreas cayendo por debajo del 10 por ciento.
Sin embargo, esas tendencias a la baja han comenzado a revertirse, mediante el descubrimiento de nuevos tipos de combustible y técnicas de construcción, pero también a través de iniciativas ecológicas como el proyecto National Forest y el nuevo Northern Forest, anunciado por el gobierno del Reino Unido en enero de 2018. El estudio ha sido publicado en Nature's Scientific Reports
El autor principal de la investigación, Neil Roberts, explica en un comunicado de la citada universidad que la mayoría de los países pasan por una transición forestal y que el Reino Unido e Irlanda alcanzaron su mínimo de bosque hace unos 200 años.
Otros países de Europa aún no han llegado a ese punto, añade, mientras que algunas partes de Escandinavia, donde no se depende tanto de la agricultura, sigue siendo predominantemente la cobertura forestal.
En general, la pérdida de bosques ha sido una característica dominante de la ecología del paisaje de Europa en la segunda mitad del período interglaciar actual, con consecuencias para el ciclo del carbono, el funcionamiento del ecosistema y la biodiversidad, concluye Roberts.
La investigación, en la que también participaron académicos de Suecia, Alemania, Francia, Estonia y Suiza, establece con precisión cómo ha cambiado la naturaleza de los bosques de Europa en los últimos 11.000 años.
Usando análisis de polen de más de 1.000 sitios, los científicos demostraron que más de dos tercios del centro y el norte de Europa alguna vez habrían estado cubiertos por árboles.
Hoy en día, la extensión forestal del centro y norte de Europa se reduce a alrededor de un tercio, aunque en las regiones más occidentales y costeras, incluidos el Reino Unido y la República de Irlanda, la disminución ha sido mucho mayor, con la cobertura forestal en algunas áreas cayendo por debajo del 10 por ciento.
Sin embargo, esas tendencias a la baja han comenzado a revertirse, mediante el descubrimiento de nuevos tipos de combustible y técnicas de construcción, pero también a través de iniciativas ecológicas como el proyecto National Forest y el nuevo Northern Forest, anunciado por el gobierno del Reino Unido en enero de 2018. El estudio ha sido publicado en Nature's Scientific Reports
El autor principal de la investigación, Neil Roberts, explica en un comunicado de la citada universidad que la mayoría de los países pasan por una transición forestal y que el Reino Unido e Irlanda alcanzaron su mínimo de bosque hace unos 200 años.
Otros países de Europa aún no han llegado a ese punto, añade, mientras que algunas partes de Escandinavia, donde no se depende tanto de la agricultura, sigue siendo predominantemente la cobertura forestal.
En general, la pérdida de bosques ha sido una característica dominante de la ecología del paisaje de Europa en la segunda mitad del período interglaciar actual, con consecuencias para el ciclo del carbono, el funcionamiento del ecosistema y la biodiversidad, concluye Roberts.
La investigación, en la que también participaron académicos de Suecia, Alemania, Francia, Estonia y Suiza, establece con precisión cómo ha cambiado la naturaleza de los bosques de Europa en los últimos 11.000 años.
Declive gradual
Combinó tres métodos diferentes de análisis de datos de polen, tomados de la Base de Datos europea de Polen, y demostró que la cobertura forestal en realidad aumentó: pasó de alrededor del 60 por ciento hace 11.000 años, hasta el 80 por ciento hace 6.000 años.
Sin embargo, la introducción de prácticas agrícolas modernas durante el período Neolítico provocó un declive gradual que se aceleró hacia el final de la Edad del Bronce y ha continuado en gran medida hasta el día de hoy.
El profesor Roberts dijo que este fue uno de los elementos más sorprendentes de la investigación, porque si bien se puede suponer que la pérdida forestal es un fenómeno relativamente reciente, el 20 por ciento de los bosques de Gran Bretaña ya había desaparecido al final de la Edad del Bronce, hace 3.000 años.
Hace unos 8,000 años, explica Roberts, una ardilla podía saltar de árbol a árbol desde Lisboa a Moscú sin tocar el suelo. Algunos pueden ver que la pérdida forestal es negativa, pero algunos de los hábitats actuales más valiosos se han creado gracias a la apertura de bosques para crear pastizales y brezales.
Hasta alrededor de 1940, muchas prácticas agrícolas tradicionales también eran respetuosas con la vida silvestre y crearon hábitats para muchas de nuestras criaturas más queridas. Esta información podría utilizarse para comprender cómo las futuras iniciativas forestales también podrían influir en el cambio de hábitat, concluye Forests.
Combinó tres métodos diferentes de análisis de datos de polen, tomados de la Base de Datos europea de Polen, y demostró que la cobertura forestal en realidad aumentó: pasó de alrededor del 60 por ciento hace 11.000 años, hasta el 80 por ciento hace 6.000 años.
Sin embargo, la introducción de prácticas agrícolas modernas durante el período Neolítico provocó un declive gradual que se aceleró hacia el final de la Edad del Bronce y ha continuado en gran medida hasta el día de hoy.
El profesor Roberts dijo que este fue uno de los elementos más sorprendentes de la investigación, porque si bien se puede suponer que la pérdida forestal es un fenómeno relativamente reciente, el 20 por ciento de los bosques de Gran Bretaña ya había desaparecido al final de la Edad del Bronce, hace 3.000 años.
Hace unos 8,000 años, explica Roberts, una ardilla podía saltar de árbol a árbol desde Lisboa a Moscú sin tocar el suelo. Algunos pueden ver que la pérdida forestal es negativa, pero algunos de los hábitats actuales más valiosos se han creado gracias a la apertura de bosques para crear pastizales y brezales.
Hasta alrededor de 1940, muchas prácticas agrícolas tradicionales también eran respetuosas con la vida silvestre y crearon hábitats para muchas de nuestras criaturas más queridas. Esta información podría utilizarse para comprender cómo las futuras iniciativas forestales también podrían influir en el cambio de hábitat, concluye Forests.
Referencia
Europe’s lost forests: a pollen-based synthesis for the last 11,000 years. Scientific Reports 8, Article number: 716 (2018). doi:10.1038/s41598-017-18646-7
Europe’s lost forests: a pollen-based synthesis for the last 11,000 years. Scientific Reports 8, Article number: 716 (2018). doi:10.1038/s41598-017-18646-7