Marta Corella, alcaldesa de Orea. Foto MC.
A través de años de lucha a favor de la sociedad rural, Marta Corella, alcaldesa de Orea (Guadalajara, 200 habitantes), se ha convertido en un referente territorial en cuanto a los retos de la España despoblada.
Desde el epicentro de una realidad territorial que es el doble de tamaño que Bélgica con la densidad poblacional de la Laponia finlandesa, Marta Corella no parece dispuesta a renunciar a los beneficios potenciales que se esperan de la gran revolución digital que se aproxima en la década de los 2020s en Europa, así como en el resto del mundo.
Si la oportunidad digital permite la mejora de la calidad de vida de las personas en la España despoblada, Marta Corella está dispuesta a escuchar atentamente.
La década de los 2020s podría ser una década de profundos cambios, en todos los niveles. La transversalidad de las ideas y soluciones se ha convertido en una necesidad para comprender los retos a los que nos enfrentamos ante un mundo geopolíticamente enfrentado en nuevos polos, altamente computerizado con presencia masiva de inteligencias artificiales, y con retos urgentes que resolver en términos de medio ambiente.
En este contexto, el entorno rural lucha por resolver las numerosas incógnitas que acechan al futuro de las personas, tras un pasado marcado por un proceso de éxodo rural que ha durado doscientos años. La España más vulnerable ya no parece dispuesta a esperar más y numerosas personas y organizaciones han comenzado a juntar fuerzas para generar soluciones creativas.
¿Cómo sería el futuro digital en el entorno rural? ¿Volveríamos a una filosofía del tipo “back-to-basics” donde se aprecian nuevos productos que llevan toda la vida en el campo, como el sirle? Hablamos con Marta Corella, un referente de lucha de la España despoblada con un gran conocimiento del potencial de las tecnologías inteligentes.
Empecemos la entrevista con una frase célebre. El industrial estadounidense Henry Ford (1863-1947) pensaba que el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos. ¿Qué piensas?
Cierto. No puede haber progreso sin igualdad. No hay igualdad si no se tienen las mismas oportunidades para acceder a la tecnología.
Desde el epicentro de una realidad territorial que es el doble de tamaño que Bélgica con la densidad poblacional de la Laponia finlandesa, Marta Corella no parece dispuesta a renunciar a los beneficios potenciales que se esperan de la gran revolución digital que se aproxima en la década de los 2020s en Europa, así como en el resto del mundo.
Si la oportunidad digital permite la mejora de la calidad de vida de las personas en la España despoblada, Marta Corella está dispuesta a escuchar atentamente.
La década de los 2020s podría ser una década de profundos cambios, en todos los niveles. La transversalidad de las ideas y soluciones se ha convertido en una necesidad para comprender los retos a los que nos enfrentamos ante un mundo geopolíticamente enfrentado en nuevos polos, altamente computerizado con presencia masiva de inteligencias artificiales, y con retos urgentes que resolver en términos de medio ambiente.
En este contexto, el entorno rural lucha por resolver las numerosas incógnitas que acechan al futuro de las personas, tras un pasado marcado por un proceso de éxodo rural que ha durado doscientos años. La España más vulnerable ya no parece dispuesta a esperar más y numerosas personas y organizaciones han comenzado a juntar fuerzas para generar soluciones creativas.
¿Cómo sería el futuro digital en el entorno rural? ¿Volveríamos a una filosofía del tipo “back-to-basics” donde se aprecian nuevos productos que llevan toda la vida en el campo, como el sirle? Hablamos con Marta Corella, un referente de lucha de la España despoblada con un gran conocimiento del potencial de las tecnologías inteligentes.
Empecemos la entrevista con una frase célebre. El industrial estadounidense Henry Ford (1863-1947) pensaba que el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos. ¿Qué piensas?
Cierto. No puede haber progreso sin igualdad. No hay igualdad si no se tienen las mismas oportunidades para acceder a la tecnología.
La sociedad celta fue matriarcal. ¿Se mantiene esa identidad actualmente? ¿Más alcaldesas aportarían más soluciones?
No sólo la sociedad celta. La sociedad de pueblos de montaña era sostenida por mujeres. Los hombres hacían la trashumancia y las mujeres se hacían cargo de la ascendencia, descendencia y animales domésticos. Además custodiaban hornos comunes, carnicerías, etc.
Creo que las mujeres tenemos una visión más asertiva a la hora de afrontar retos y buscar soluciones. También tenemos la habilidad de hacer más, con menos. Quizá por esa herencia del saber de generaciones de mujeres rentabilizando recursos. Es necesario que haya más mujeres alcaldesas y mucho más en los escalafones más altos de las instituciones privadas y públicas.
No sólo la sociedad celta. La sociedad de pueblos de montaña era sostenida por mujeres. Los hombres hacían la trashumancia y las mujeres se hacían cargo de la ascendencia, descendencia y animales domésticos. Además custodiaban hornos comunes, carnicerías, etc.
Creo que las mujeres tenemos una visión más asertiva a la hora de afrontar retos y buscar soluciones. También tenemos la habilidad de hacer más, con menos. Quizá por esa herencia del saber de generaciones de mujeres rentabilizando recursos. Es necesario que haya más mujeres alcaldesas y mucho más en los escalafones más altos de las instituciones privadas y públicas.
Marta Corella, con la Asociación del Bosque a tu Casa. Foto: MC.
El 8 de agosto estuviste reunida con Pedro Sánchez, presidente del gobierno. ¿Una reunión de tanto calado se puede resumir en un tweet?
Si. Conseguimos complicidades... el medio rural es necesario para el conjunto de la sociedad. No habrá transición ecológica, ni cumpliremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ni seremos capaces de generar espacios más preparados frente a grandes incendios, tampoco contaremos con soberanía alimentaria, ni con productos sin huella de carbono, o incluso productos que lo fijan...sin pueblos no habrá paraísos, ni futuro. Creo en la adaptación legislativa y en la adaptación fiscal como las bases para el impulso rural.
¿Crees que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha comprendido la complejidad de la España despoblada?
Creo que es consciente de que se necesita una estrategia a medio-largo plazo y de la dificultad que entraña impulsar políticas transversales. Se mostró muy receptivo, y planteó una visión territorial de descentralización que también es clave para el futuro.
¿Y con pueblos habrá paraísos y futuro?
Si establecemos una relación sana de igual a igual, sí. Tendiendo puentes y vínculos urbano-rurales. Desde las ciudades se tiene que poner en valor el papel de los pequeños pueblos; que no se vean los bosques como entes independientes de la cultura de sus habitantes.
Se debe apostar por los productos procedentes de ganadería extensiva, alimentos extraordinarios, productos procedentes de recolección...productos como la madera, el papel... Debemos valorarnos ambos, como complementarios que somos. Si la conciencia colectiva tiene claro que con el territorio deshabitado será imposible mantener espacios...tendremos futuro.
Además de valorar las externalidades positivas que aportamos: agua, regulación hídrica, filtro de CO2, momentos del alma impagables...
Un cambio de paradigma... que ponga por delante la calidad de vida a los escaparates emocionalmente vacíos que asolan la sociedad.
¿La inteligencia colectiva sería la solución?
Hay una gran ruptura y desconocimiento de los profundos, complejos y necesarios vínculos entre habitantes rurales y entornos “naturales”
Por supuesto que la inteligencia colectiva, con una gran base de conocimiento real, tendría una potencia de cambio imparable.
¿Es un sueño conectar varias provincias españolas de la España despoblada bajo una identidad digital común, operando bajo una nueva normativa propia basada en las identidades culturales, para generar el mayor espacio natural autosostenible de España?
El medio rural comparte una misma realidad, pero cada uno tiene su propia identidad. Esto es lo que aumenta la complejidad a la hora de afrontar el reto contra la despoblación.
Buscar indicativos comunes es una forma de crear un hilo conductor. Crear un marco legislativo que descomprima la situación actual es necesario, tanto en el plano digital, energético, productividad...todo bajo el paraguas de la sostenibilidad. Sería un gran empuje para zonas rurales, con dificultades para mantenerse activas y por lo tanto para crear oportunidades de futuro.
Si. Conseguimos complicidades... el medio rural es necesario para el conjunto de la sociedad. No habrá transición ecológica, ni cumpliremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ni seremos capaces de generar espacios más preparados frente a grandes incendios, tampoco contaremos con soberanía alimentaria, ni con productos sin huella de carbono, o incluso productos que lo fijan...sin pueblos no habrá paraísos, ni futuro. Creo en la adaptación legislativa y en la adaptación fiscal como las bases para el impulso rural.
¿Crees que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha comprendido la complejidad de la España despoblada?
Creo que es consciente de que se necesita una estrategia a medio-largo plazo y de la dificultad que entraña impulsar políticas transversales. Se mostró muy receptivo, y planteó una visión territorial de descentralización que también es clave para el futuro.
¿Y con pueblos habrá paraísos y futuro?
Si establecemos una relación sana de igual a igual, sí. Tendiendo puentes y vínculos urbano-rurales. Desde las ciudades se tiene que poner en valor el papel de los pequeños pueblos; que no se vean los bosques como entes independientes de la cultura de sus habitantes.
Se debe apostar por los productos procedentes de ganadería extensiva, alimentos extraordinarios, productos procedentes de recolección...productos como la madera, el papel... Debemos valorarnos ambos, como complementarios que somos. Si la conciencia colectiva tiene claro que con el territorio deshabitado será imposible mantener espacios...tendremos futuro.
Además de valorar las externalidades positivas que aportamos: agua, regulación hídrica, filtro de CO2, momentos del alma impagables...
Un cambio de paradigma... que ponga por delante la calidad de vida a los escaparates emocionalmente vacíos que asolan la sociedad.
¿La inteligencia colectiva sería la solución?
Hay una gran ruptura y desconocimiento de los profundos, complejos y necesarios vínculos entre habitantes rurales y entornos “naturales”
Por supuesto que la inteligencia colectiva, con una gran base de conocimiento real, tendría una potencia de cambio imparable.
¿Es un sueño conectar varias provincias españolas de la España despoblada bajo una identidad digital común, operando bajo una nueva normativa propia basada en las identidades culturales, para generar el mayor espacio natural autosostenible de España?
El medio rural comparte una misma realidad, pero cada uno tiene su propia identidad. Esto es lo que aumenta la complejidad a la hora de afrontar el reto contra la despoblación.
Buscar indicativos comunes es una forma de crear un hilo conductor. Crear un marco legislativo que descomprima la situación actual es necesario, tanto en el plano digital, energético, productividad...todo bajo el paraguas de la sostenibilidad. Sería un gran empuje para zonas rurales, con dificultades para mantenerse activas y por lo tanto para crear oportunidades de futuro.