Maialen Garmendia
EU Kids Online es una red de investigación multinacional cuyo objetivo es aumentar el conocimiento de las oportunidades y los riesgos que a los niños europeos les supone el acceso a Internet. El proyecto aplica para ello múltiples métodos de análisis.
La directora en España de este proyecto es Maialen Garmendia. Doctora en Sociología y profesora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) desde 1990, los principales campos de investigación de esta especialista son las técnicas de investigación social, las audiencias y nuevas tecnologías de comunicación, los menores y los adolescentes, y las diferencias de género.
Hemos hablado con Garmendia con motivo de la presentación de un nuevo informe de EU Kids Online, redactado en colaboración con el proyecto Net Children Go Mobile, sobre los riesgos en Internet para los menores usuarios de smartphones o “teléfonos inteligentes”.
Según se explica en la web de la UPV/EHU, el informe -basado en una encuesta realizada por EU Kids Online en 2010 a 25.000 menores y en una investigación de 2014 de Net Children Go Mobile en la que se estudió el aumento del acceso a Internet móvil en Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Rumanía- demuestra que las niñas y niños europeos acceden cada vez más a Internet desde dispositivos móviles.
La cifra ha aumentado enormemente sobre todo en menores de entre nueve y 16 años. Pero, además, un 28% de los niños europeos de entre nueve y 12 años también se conectan a internet a través de smartphones; y la mayoría de los menores europeos de entre 13 y 16 años tiene actualmente un teléfono inteligente.
¿Cómo es posible que, en un contexto de crisis económica como el que afrontamos, esté tan generalizado entre los menores tener un smartphone, un producto de consumo generalmente bastante costoso?
No lo sabemos, pero el caso es que, normalmente, el mejor smartphone de la casa suele ser de los menores de esta, por una razón de identidad social; porque los niños y adolescentes utilizan estos dispositivos para relacionarse con el mundo exterior. Esto ya ocurría antes con los teléfonos móviles, pero ahora con los teléfonos inteligentes sucede aún más.
El informe de EU Kids Online señala, de hecho, que, en 2010, los niños y niñas que usaban smartphones vivían en entornos más ricos, más privilegiados, pero que la brecha tecnológica entre menores ricos y pobres se está reduciendo en este sentido…
Sí, esta reducción se ha producido sobre todo en los dos últimos años, en los que se ha extendido mucho el uso de smartphones entre adolescentes; al igual que el uso de las tabletas, más común entre niños más pequeños.
La nueva publicación de EU Kids Online muestra, por otra parte, que los niños y niñas que acceden a Internet usando un smartphone experimentan más riesgos que los que usan un móvil más antiguo o los que acceden desde un ordenador portátil o un PC. ¿Cuáles son esos riesgos?
Con un smartphone, los menores se pueden conectar inmediatamente a las redes sociales. Además, estos dispositivos tienen cámara de fotos. A muchos menores les gusta sacarse fotos y colgarlas de forma inmediata en dichas redes. O grabar situaciones embarazosas, algo que antes, con otro tipo de teléfonos, no podían hacer. Estas actividades los exponen.
Por otra parte, los smartphones llevan un sistema de geolocalización incorporado, que podría ayudar a personas malintencionadas a encontrara a sus usuarios, los niños. Asimismo, el acceso fácil a Internet a través de smartphones hace que para los padres resulte más difícil supervisar la actividad de sus hijos en Internet.
La directora en España de este proyecto es Maialen Garmendia. Doctora en Sociología y profesora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) desde 1990, los principales campos de investigación de esta especialista son las técnicas de investigación social, las audiencias y nuevas tecnologías de comunicación, los menores y los adolescentes, y las diferencias de género.
Hemos hablado con Garmendia con motivo de la presentación de un nuevo informe de EU Kids Online, redactado en colaboración con el proyecto Net Children Go Mobile, sobre los riesgos en Internet para los menores usuarios de smartphones o “teléfonos inteligentes”.
Según se explica en la web de la UPV/EHU, el informe -basado en una encuesta realizada por EU Kids Online en 2010 a 25.000 menores y en una investigación de 2014 de Net Children Go Mobile en la que se estudió el aumento del acceso a Internet móvil en Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Rumanía- demuestra que las niñas y niños europeos acceden cada vez más a Internet desde dispositivos móviles.
La cifra ha aumentado enormemente sobre todo en menores de entre nueve y 16 años. Pero, además, un 28% de los niños europeos de entre nueve y 12 años también se conectan a internet a través de smartphones; y la mayoría de los menores europeos de entre 13 y 16 años tiene actualmente un teléfono inteligente.
¿Cómo es posible que, en un contexto de crisis económica como el que afrontamos, esté tan generalizado entre los menores tener un smartphone, un producto de consumo generalmente bastante costoso?
No lo sabemos, pero el caso es que, normalmente, el mejor smartphone de la casa suele ser de los menores de esta, por una razón de identidad social; porque los niños y adolescentes utilizan estos dispositivos para relacionarse con el mundo exterior. Esto ya ocurría antes con los teléfonos móviles, pero ahora con los teléfonos inteligentes sucede aún más.
El informe de EU Kids Online señala, de hecho, que, en 2010, los niños y niñas que usaban smartphones vivían en entornos más ricos, más privilegiados, pero que la brecha tecnológica entre menores ricos y pobres se está reduciendo en este sentido…
Sí, esta reducción se ha producido sobre todo en los dos últimos años, en los que se ha extendido mucho el uso de smartphones entre adolescentes; al igual que el uso de las tabletas, más común entre niños más pequeños.
La nueva publicación de EU Kids Online muestra, por otra parte, que los niños y niñas que acceden a Internet usando un smartphone experimentan más riesgos que los que usan un móvil más antiguo o los que acceden desde un ordenador portátil o un PC. ¿Cuáles son esos riesgos?
Con un smartphone, los menores se pueden conectar inmediatamente a las redes sociales. Además, estos dispositivos tienen cámara de fotos. A muchos menores les gusta sacarse fotos y colgarlas de forma inmediata en dichas redes. O grabar situaciones embarazosas, algo que antes, con otro tipo de teléfonos, no podían hacer. Estas actividades los exponen.
Por otra parte, los smartphones llevan un sistema de geolocalización incorporado, que podría ayudar a personas malintencionadas a encontrara a sus usuarios, los niños. Asimismo, el acceso fácil a Internet a través de smartphones hace que para los padres resulte más difícil supervisar la actividad de sus hijos en Internet.
¿La distracción también es un riesgo?
En el interior de los colegios, no, pues en ellos hay una normativa bastante estricta. En estos centros suelen estar prohibidos, o restringido su uso al patio. Si estas reglas se incumplen, es frecuente la confiscación.
Fuera del colegio, en cambio, los niños necesitan estar conectados permanentemente. Son ellos mismos los que reconocen que el smartphone puede molestarles a la hora de estudiar (por la entrada de mensajes); e incluso cuando están interactuando con sus propios amigos, cara a cara, y tienen que estar pendientes de personas que no están físicamente con ellos. Piensan que esto les distrae de sus amistades reales.
¿Y el bullying o acoso escolar?
Sobre el bullying no tenemos aún datos cuantitativos, pero sí se ha comprobado, desde el estudio de 2010, que este es el riesgo más dañino al que se exponen los niños a través de Internet.
El bullying suele compaginarse con el acoso cara a cara, pero en Internet es más dañino por la frecuencia; ya que puede afectar siete días a la semana y a todas horas.
Un fenómeno curioso que se ha observado a este respecto es que, a menudo, los propios acosados se convierten en perpetradores. El bullying suele empezar como una broma para luego complicarse, hasta tal punto, que incluso las propias víctimas se acaban convirtiendo en acosadoras.
El informe también muestra que los niños y niñas más pequeños se exponen a menos riesgos que los mayores, pero que generalmente les afectan más estas experiencias negativas. ¿Por qué razón?
El problema es que hay niños que con 10 años están ya en las redes sociales. Cualquier cosa que les suceda en estas les afecta más que a los niños más mayores. Hablamos de cuestiones como la suplantación de personalidad, la alteración de las propias fotos o el acceso a contenido sexual.
¿Cuáles podrían ser las soluciones a esta situación?
Por un lado, diversos actores de la industria llevan años colaborando para mejorar los mecanismos de supervisión, líneas de denuncia y cuestiones así. Pero lo más importante que los padres supervisen las actividades en Internet de sus hijos, y que hablen de ellas con los menores.
Que estos se incorporen antes a Internet puede facilitar esta comunicación, permitir a los padres concienciar a sus hijos, ayudarles a entender lo que pueden o no pueden hacer, mostrarles su apoyo y confianza etc. Los padres deben ser los principales desarrolladores de esta función porque, al fin y al cabo, es en las casas donde más se conectan los menores. Todo ello sin caer en el alarmismo.
¿Qué se sabe sobre nuestro país? ¿Está entre los niños españoles igualmente generalizado el uso de smartphones?
Este año se ha estudiado el aumento del acceso a Internet móvil por parte de los menores en Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Rumanía. España se incorporará ahora con su propia investigación cuantitativa (hasta ahora la habíamos llevado a cabo en el campo cualitativo) porque acabamos de recibir la ayuda que necesitábamos del Ministerio de Ciencia e Innovación (Miccin). Empezamos con ella este mismo mes de noviembre, y esperamos que los resultados estén en enero o febrero del año próximo. Sin embargo, otros informes han avalado ya que España es un país con máxima penetración de smartphones entre adolescentes.
¿Cree, a pesar de todo lo dicho, que los smartphones pueden aportar algo positivo a los menores de edad?
Sí, de hecho el informe de EU Kids online recoge que estos dispositivos pueden permitir a los niños acceder a información de todo tipo, relativa a sus intereses; y participar activamente en la sociedad. Internet en realidad puede ser una herramienta muy valiosa para ellos.
En el interior de los colegios, no, pues en ellos hay una normativa bastante estricta. En estos centros suelen estar prohibidos, o restringido su uso al patio. Si estas reglas se incumplen, es frecuente la confiscación.
Fuera del colegio, en cambio, los niños necesitan estar conectados permanentemente. Son ellos mismos los que reconocen que el smartphone puede molestarles a la hora de estudiar (por la entrada de mensajes); e incluso cuando están interactuando con sus propios amigos, cara a cara, y tienen que estar pendientes de personas que no están físicamente con ellos. Piensan que esto les distrae de sus amistades reales.
¿Y el bullying o acoso escolar?
Sobre el bullying no tenemos aún datos cuantitativos, pero sí se ha comprobado, desde el estudio de 2010, que este es el riesgo más dañino al que se exponen los niños a través de Internet.
El bullying suele compaginarse con el acoso cara a cara, pero en Internet es más dañino por la frecuencia; ya que puede afectar siete días a la semana y a todas horas.
Un fenómeno curioso que se ha observado a este respecto es que, a menudo, los propios acosados se convierten en perpetradores. El bullying suele empezar como una broma para luego complicarse, hasta tal punto, que incluso las propias víctimas se acaban convirtiendo en acosadoras.
El informe también muestra que los niños y niñas más pequeños se exponen a menos riesgos que los mayores, pero que generalmente les afectan más estas experiencias negativas. ¿Por qué razón?
El problema es que hay niños que con 10 años están ya en las redes sociales. Cualquier cosa que les suceda en estas les afecta más que a los niños más mayores. Hablamos de cuestiones como la suplantación de personalidad, la alteración de las propias fotos o el acceso a contenido sexual.
¿Cuáles podrían ser las soluciones a esta situación?
Por un lado, diversos actores de la industria llevan años colaborando para mejorar los mecanismos de supervisión, líneas de denuncia y cuestiones así. Pero lo más importante que los padres supervisen las actividades en Internet de sus hijos, y que hablen de ellas con los menores.
Que estos se incorporen antes a Internet puede facilitar esta comunicación, permitir a los padres concienciar a sus hijos, ayudarles a entender lo que pueden o no pueden hacer, mostrarles su apoyo y confianza etc. Los padres deben ser los principales desarrolladores de esta función porque, al fin y al cabo, es en las casas donde más se conectan los menores. Todo ello sin caer en el alarmismo.
¿Qué se sabe sobre nuestro país? ¿Está entre los niños españoles igualmente generalizado el uso de smartphones?
Este año se ha estudiado el aumento del acceso a Internet móvil por parte de los menores en Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Rumanía. España se incorporará ahora con su propia investigación cuantitativa (hasta ahora la habíamos llevado a cabo en el campo cualitativo) porque acabamos de recibir la ayuda que necesitábamos del Ministerio de Ciencia e Innovación (Miccin). Empezamos con ella este mismo mes de noviembre, y esperamos que los resultados estén en enero o febrero del año próximo. Sin embargo, otros informes han avalado ya que España es un país con máxima penetración de smartphones entre adolescentes.
¿Cree, a pesar de todo lo dicho, que los smartphones pueden aportar algo positivo a los menores de edad?
Sí, de hecho el informe de EU Kids online recoge que estos dispositivos pueden permitir a los niños acceder a información de todo tipo, relativa a sus intereses; y participar activamente en la sociedad. Internet en realidad puede ser una herramienta muy valiosa para ellos.