Imagen: yellowj. Fuente: PhotoXpress.
Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón (OSU, EE.UU.) han inventado una nueva tecnología que puede multiplicar por 10 el ancho de banda de los sistemas WiFi, usando luces LED para transmitir información.
La tecnología podría integrarse en los sistemas WiFi existentes para reducir los problemas de ancho de banda en lugares concurridos, tales como terminales de aeropuertos o cafeterías, y en las casas donde varias personas tienen múltiples dispositivos WiFi.
Los expertos dicen que los recientes avances en la tecnología LED han hecho posible modular la luz LED más rápidamente, abriendo la posibilidad de utilizar la luz para la transmisión inalámbrica en un sistema de comunicación óptica de "espacio libre".
"Además de mejorar la experiencia de los usuarios, las dos grandes ventajas de este sistema son que utiliza componentes de bajo coste, y que se integra con los sistemas WiFi existentes", señala Thinh Nguyen, profesor asociado de ingeniería eléctrica e informática en OSU. Nguyen trabajó con Alan Wang, profesor ayudante de ingeniería eléctrica e informática, para construir el primer prototipo.
WiFO
El prototipo, llamado WiFO, utiliza LEDs que están fuera del espectro visual para los seres humanos y crea un cono invisible de luz de un metro cuadrado aproxidamente en el que los datos se pueden recibir. Para abordar la cuestión de que el área de usabilidad sea pequeña, los investigadores crearon un sistema híbrido que puede cambiar entre varios transmisores LED instalados en el techo, y el sistema Wi-Fi existente.
"Creo que el sistema WiFO podría transformarse fácilmente en un producto comercializable, y actualmente estamos buscando una empresa que esté interesada desarrollar la tecnología", señala Nguyen.
La tecnología podría integrarse en los sistemas WiFi existentes para reducir los problemas de ancho de banda en lugares concurridos, tales como terminales de aeropuertos o cafeterías, y en las casas donde varias personas tienen múltiples dispositivos WiFi.
Los expertos dicen que los recientes avances en la tecnología LED han hecho posible modular la luz LED más rápidamente, abriendo la posibilidad de utilizar la luz para la transmisión inalámbrica en un sistema de comunicación óptica de "espacio libre".
"Además de mejorar la experiencia de los usuarios, las dos grandes ventajas de este sistema son que utiliza componentes de bajo coste, y que se integra con los sistemas WiFi existentes", señala Thinh Nguyen, profesor asociado de ingeniería eléctrica e informática en OSU. Nguyen trabajó con Alan Wang, profesor ayudante de ingeniería eléctrica e informática, para construir el primer prototipo.
WiFO
El prototipo, llamado WiFO, utiliza LEDs que están fuera del espectro visual para los seres humanos y crea un cono invisible de luz de un metro cuadrado aproxidamente en el que los datos se pueden recibir. Para abordar la cuestión de que el área de usabilidad sea pequeña, los investigadores crearon un sistema híbrido que puede cambiar entre varios transmisores LED instalados en el techo, y el sistema Wi-Fi existente.
"Creo que el sistema WiFO podría transformarse fácilmente en un producto comercializable, y actualmente estamos buscando una empresa que esté interesada desarrollar la tecnología", señala Nguyen.
El sistema 'concentra' el wi-fi en los puntos donde lo necesita el usuario, a través de lámparas LED.
Velocidades
El sistema puede llegar a enviar datos a velocidades de hasta 100 megabits por segundo. Aunque algunos sistemas WiFi actuales tienen anchos de banda similares, tienen que dividirse por el número de dispositivos, por lo que puede que cada usuario esté recibiendo sólo 5 o 10 megabits por segundo, mientras que el sistema híbrido podría suministrar 50-100 megabits a cada usuario.
En un hogar donde los teléfonos, tabletas, ordenadores, sistemas de juegos y televisores pueden estar todos conectados a Internet, un mayor ancho de banda eliminaría problemas como los atascos de los streaming de vídeo.
Los receptores son pequeños fotodiodos que cuestan menos de un dólar cada uno y podrían conectarse a través de un puerto USB a los sistemas actuales, o integrarse en la próxima generación de ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes. La tecnología tiene una patente provisional, y la investigación ha sido financiada por la Fundación Nacional de Ciencia.
Precedente
Otro sistema tipo Li-Fi, desarrollado por la empresa mexicana Sisoft, permite acceder a internet móvil, pero en su caso no se presenta como híbrido con el Wi-Fi tradicional.
Otra de las ventajas en comparación con el Wi-Fi, señalaban los investigadores al presentarlo, es que no hay forma de piratear la señal ya que al ser transmitida a través la luz, no hay manera de "robarla". Además, se puede instalar en áreas de hospitales que utilizan aparatos de radiación y generalmente bloquean o distorsionan la señal de Internet.
Se considera que es el profesor Harald Haas, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), fue el fundador original del Li-Fi, término acuñado por él mismo. Sus primeras investigaciones datan de 2010.
El sistema puede llegar a enviar datos a velocidades de hasta 100 megabits por segundo. Aunque algunos sistemas WiFi actuales tienen anchos de banda similares, tienen que dividirse por el número de dispositivos, por lo que puede que cada usuario esté recibiendo sólo 5 o 10 megabits por segundo, mientras que el sistema híbrido podría suministrar 50-100 megabits a cada usuario.
En un hogar donde los teléfonos, tabletas, ordenadores, sistemas de juegos y televisores pueden estar todos conectados a Internet, un mayor ancho de banda eliminaría problemas como los atascos de los streaming de vídeo.
Los receptores son pequeños fotodiodos que cuestan menos de un dólar cada uno y podrían conectarse a través de un puerto USB a los sistemas actuales, o integrarse en la próxima generación de ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes. La tecnología tiene una patente provisional, y la investigación ha sido financiada por la Fundación Nacional de Ciencia.
Precedente
Otro sistema tipo Li-Fi, desarrollado por la empresa mexicana Sisoft, permite acceder a internet móvil, pero en su caso no se presenta como híbrido con el Wi-Fi tradicional.
Otra de las ventajas en comparación con el Wi-Fi, señalaban los investigadores al presentarlo, es que no hay forma de piratear la señal ya que al ser transmitida a través la luz, no hay manera de "robarla". Además, se puede instalar en áreas de hospitales que utilizan aparatos de radiación y generalmente bloquean o distorsionan la señal de Internet.
Se considera que es el profesor Harald Haas, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), fue el fundador original del Li-Fi, término acuñado por él mismo. Sus primeras investigaciones datan de 2010.