En Estados Unidos hay unos 4.000 hospitales que cuentan con video-juegos para apoyar la estancia y la convalecencia de niños que padecen de cáncer u otras enfermedades graves.
En la última década, se han realizado numerosos estudios acerca del valor de los video-juegos para sobrellevar las estancias o tratamientos infantiles en hospitales que han puesto de relieve que no siempre es negativo que los niños pasen el rato con este tipo de entretenimientos, que hay situaciones en que la diversión que propician es mejor incluso que los fármacos para aliviarles del dolor, la ansiedad o el miedo.
Uno de las investigaciones más recientes ha sido la que, a comienzos de este año, publicó la Escuela de Medicina Keck, de la universidad de Southern California, en Estados Unidos.
El estudio señala que la llamada “anestesia virtual” es un método que puede reducir el dolor asociado a intervenciones quirúrgicas o médicas, y disminuir la necesidad de terapia farmacológica, minimizando así los riesgos relacionados con la sedación en niños.
Para probar la eficacia de la realidad virtual contra el dolor, fueron analizados 20 niños (12 varones y ocho niñas), a los que se les asignó aleatoriamente la posibilidad de entretenerse jugando al juego Street Luge (que se juega con casco, gafas y un joystick porque es de realidad virtual) o, simplemente, seguir un método de tratamiento estándar, sin distracciones.
Reducción del dolor
Los resultados demostraron que el grupo que no disfrutó del juego sufrió un incremento cuatro veces mayor de la intensidad del dolor por el tratamiento que aquéllos que se habían distraído jugando.
Por otro lado, el Center of Allied Health Evidence de la Universidad South Australia, también realizó recientemente un estudio de este tipo, acerca de los juegos y el dolor de los niños enfermos, descubriendo de la misma forma que la realidad virtual tiene un efecto positivo en los procesos médicos infantiles.
Según un comunicado publicado por dicha universidad en 2005, los niños que se distrajeron tras un post operatorio con un juego virtual vieron reducido hasta en un 41,2 % su sufrimiento.
Los médicos señalan la importancia de esta ayuda por los efectos secundarios que a menudo tienen las dosis farmacológicas para aliviar el dolor a los niños. El estudio fue realizado a raíz de investigaciones anteriores con adultos quemados con los que se usó la realidad virtual como anestesia, con muy buenos resultados.
Bueno para los padres
Pero este tratamiento no es sólo positivo para los niños, también los padres se sienten aliviados, al ver que sus hijos se pueden divertir a pesar de sus problemas de salud. Por el bien de todos los miembros de la familia, por tanto, en Estados Unidos cada vez hay más de los llamados “Fun Centers” en los hospitales.
Estos centros consisten en unidades móviles de entretenimiento que suelen incluir una pantalla plana de televisión, un DVD para videojuegos y el sistema GameCube™ de Nintendo.
Esta compañía pretende además incluir en dichas unidades su nueva consola Wii, a partir de mediados de 2007. Se trata de una consola con sensores de movimiento y posibilidad de navegación por Internet, entre otras características.
El precio de los Fun Center ronda los 3.250 dólares (2.480 euros), y su éxito es tal que incluso existen listas de espera en Estados Unidos de hospitales que aguardan a que se les suministre.
En la última década, se han realizado numerosos estudios acerca del valor de los video-juegos para sobrellevar las estancias o tratamientos infantiles en hospitales que han puesto de relieve que no siempre es negativo que los niños pasen el rato con este tipo de entretenimientos, que hay situaciones en que la diversión que propician es mejor incluso que los fármacos para aliviarles del dolor, la ansiedad o el miedo.
Uno de las investigaciones más recientes ha sido la que, a comienzos de este año, publicó la Escuela de Medicina Keck, de la universidad de Southern California, en Estados Unidos.
El estudio señala que la llamada “anestesia virtual” es un método que puede reducir el dolor asociado a intervenciones quirúrgicas o médicas, y disminuir la necesidad de terapia farmacológica, minimizando así los riesgos relacionados con la sedación en niños.
Para probar la eficacia de la realidad virtual contra el dolor, fueron analizados 20 niños (12 varones y ocho niñas), a los que se les asignó aleatoriamente la posibilidad de entretenerse jugando al juego Street Luge (que se juega con casco, gafas y un joystick porque es de realidad virtual) o, simplemente, seguir un método de tratamiento estándar, sin distracciones.
Reducción del dolor
Los resultados demostraron que el grupo que no disfrutó del juego sufrió un incremento cuatro veces mayor de la intensidad del dolor por el tratamiento que aquéllos que se habían distraído jugando.
Por otro lado, el Center of Allied Health Evidence de la Universidad South Australia, también realizó recientemente un estudio de este tipo, acerca de los juegos y el dolor de los niños enfermos, descubriendo de la misma forma que la realidad virtual tiene un efecto positivo en los procesos médicos infantiles.
Según un comunicado publicado por dicha universidad en 2005, los niños que se distrajeron tras un post operatorio con un juego virtual vieron reducido hasta en un 41,2 % su sufrimiento.
Los médicos señalan la importancia de esta ayuda por los efectos secundarios que a menudo tienen las dosis farmacológicas para aliviar el dolor a los niños. El estudio fue realizado a raíz de investigaciones anteriores con adultos quemados con los que se usó la realidad virtual como anestesia, con muy buenos resultados.
Bueno para los padres
Pero este tratamiento no es sólo positivo para los niños, también los padres se sienten aliviados, al ver que sus hijos se pueden divertir a pesar de sus problemas de salud. Por el bien de todos los miembros de la familia, por tanto, en Estados Unidos cada vez hay más de los llamados “Fun Centers” en los hospitales.
Estos centros consisten en unidades móviles de entretenimiento que suelen incluir una pantalla plana de televisión, un DVD para videojuegos y el sistema GameCube™ de Nintendo.
Esta compañía pretende además incluir en dichas unidades su nueva consola Wii, a partir de mediados de 2007. Se trata de una consola con sensores de movimiento y posibilidad de navegación por Internet, entre otras características.
El precio de los Fun Center ronda los 3.250 dólares (2.480 euros), y su éxito es tal que incluso existen listas de espera en Estados Unidos de hospitales que aguardan a que se les suministre.