Científicos de la universidad de Cambridge, en el Reino Unido, han constatado que al menos algunas especies de pájaros reconocen la idea de « futuro », y hacen planes con vistas a lo que vaya a venir.
En concreto, un estudio realizado con un tipo de grajos reveló que éstos almacenan comida cuando creen que la necesitarán en el futuro, es decir, cuando han aprendido a partir de experiencias previas de escasez de comida que deben almacenar alimentos para un uso posterior en lugares en los que no los habrá.
La noción de futuro y la planificación son habilidades complejas, que se consideraban exclusivas del ser humano, han publicado recientemente los investigadores en la revista Nature. Nosotros las desarrollamos entre los dos y los cuatro o cinco años, y se creía que los animales no contaban con ellas.
Planificación a medio plazo
Estudios anteriores habían demostrado que a veces los animales parecen reconocer las necesidades futuras, pero que ante éstas desarrollan sólo comportamientos o bien instintivos (construcción de un nido) o bien incitados por una necesidad inmediata, como el hambre.
Según un comunicado publicado por la universidad de Cambridge, la investigación, liderada por la profesora Nicky Clayton, del departamento de psicología experimental, consistió en dejar, cada mañana, que ocho grajos entraran bien en un compartimento sin comida o bien en otro con comida. Los grajos eran introducidos de forma aleatoria cada día.
Una vez dentro de dichos compartimentos, se les permitía comer durante el resto del día. Después de cinco días, se les dieron piñas por las tardes a los pájaros para que las amontonasen.
Los grajos, entonces, anticipándose a una posible mañana sin desayuno, guardaron de manera constante las piñas únicamente en el compartimento en el que no había comida por las mañanas, demostrando así que tenían conciencia de sus necesidades futuras, y no sólo de sus necesidades inmediatas.
Dieta variada
En otro experimento similar, se les puso a los pájaros comida de perro en un compartimento y cacahuetes en el otro para desayunar.
Cuando por la tarde se les permitía esconder la comida, una vez más demostraron una comprensión de sus necesidades futuras y demostraron desear una dieta variada, porque amontonaron cacahuetes en el compartimento de la comida para perros y comida de perros en el compartimento de los cacahuetes.
Según Clayton, los pájaros mostraron un comportamiento que demuestra su preocupación tanto por guardar comida para una posterior escasez como por maximizar la variedad de sus dietas en el futuro, lo que sugiere que son capaces de procesar pensamientos avanzados y complejos y que poseen los sofisticados conceptos de pasado, presente y futuro, así como la capacidad de planearse en función de dichos conceptos.
Recordar el pasado
La planificación y la preocupación sobre el futuro siempre han sido consideradas actividades exclusivamente humanas, pero estos descubrimientos plantean incluso la intrigante posibilidad de que, como los humanos, los pájaros puedan mostrarse ansiosos por lo que les depara el futuro.
Los investigadores creen que éste es el primer ejemplo conocido de planificación del futuro en animales, aunque estudios previos llevados a cabo por el equipo de Clayton también habían demostrado que este tipo de grajos tienen una noción del pasado.
Son capaces de recordar donde han almacenado algo, e incluso lo que era, mucho tiempo después de hacerlo, y además permanecen atentos a los pájaros que los miran mientras guardan algo, y se acuerdan de cuáles eran, para saber de quienes deben proteger sus alimentos.
En concreto, un estudio realizado con un tipo de grajos reveló que éstos almacenan comida cuando creen que la necesitarán en el futuro, es decir, cuando han aprendido a partir de experiencias previas de escasez de comida que deben almacenar alimentos para un uso posterior en lugares en los que no los habrá.
La noción de futuro y la planificación son habilidades complejas, que se consideraban exclusivas del ser humano, han publicado recientemente los investigadores en la revista Nature. Nosotros las desarrollamos entre los dos y los cuatro o cinco años, y se creía que los animales no contaban con ellas.
Planificación a medio plazo
Estudios anteriores habían demostrado que a veces los animales parecen reconocer las necesidades futuras, pero que ante éstas desarrollan sólo comportamientos o bien instintivos (construcción de un nido) o bien incitados por una necesidad inmediata, como el hambre.
Según un comunicado publicado por la universidad de Cambridge, la investigación, liderada por la profesora Nicky Clayton, del departamento de psicología experimental, consistió en dejar, cada mañana, que ocho grajos entraran bien en un compartimento sin comida o bien en otro con comida. Los grajos eran introducidos de forma aleatoria cada día.
Una vez dentro de dichos compartimentos, se les permitía comer durante el resto del día. Después de cinco días, se les dieron piñas por las tardes a los pájaros para que las amontonasen.
Los grajos, entonces, anticipándose a una posible mañana sin desayuno, guardaron de manera constante las piñas únicamente en el compartimento en el que no había comida por las mañanas, demostrando así que tenían conciencia de sus necesidades futuras, y no sólo de sus necesidades inmediatas.
Dieta variada
En otro experimento similar, se les puso a los pájaros comida de perro en un compartimento y cacahuetes en el otro para desayunar.
Cuando por la tarde se les permitía esconder la comida, una vez más demostraron una comprensión de sus necesidades futuras y demostraron desear una dieta variada, porque amontonaron cacahuetes en el compartimento de la comida para perros y comida de perros en el compartimento de los cacahuetes.
Según Clayton, los pájaros mostraron un comportamiento que demuestra su preocupación tanto por guardar comida para una posterior escasez como por maximizar la variedad de sus dietas en el futuro, lo que sugiere que son capaces de procesar pensamientos avanzados y complejos y que poseen los sofisticados conceptos de pasado, presente y futuro, así como la capacidad de planearse en función de dichos conceptos.
Recordar el pasado
La planificación y la preocupación sobre el futuro siempre han sido consideradas actividades exclusivamente humanas, pero estos descubrimientos plantean incluso la intrigante posibilidad de que, como los humanos, los pájaros puedan mostrarse ansiosos por lo que les depara el futuro.
Los investigadores creen que éste es el primer ejemplo conocido de planificación del futuro en animales, aunque estudios previos llevados a cabo por el equipo de Clayton también habían demostrado que este tipo de grajos tienen una noción del pasado.
Son capaces de recordar donde han almacenado algo, e incluso lo que era, mucho tiempo después de hacerlo, y además permanecen atentos a los pájaros que los miran mientras guardan algo, y se acuerdan de cuáles eran, para saber de quienes deben proteger sus alimentos.