Los microbios del cuerpo humano colonizan nuevos espacios en cuestión de horas

El "Home Microbiome Project" revela que el microbioma de las familias se muda con estas


El proyecto estadounidense “Home Microbiome Project”, que estudia las interacciones entre los microbios del cuerpo humano y el hogar, ha arrojado ya algunos resultados sorprendentes: los diminutos organismos que viven en nuestro cuerpo se desplazan con nosotros a donde quiera que vayamos, colonizando los nuevos espacios en cuestión de horas. Además, la investigación ha revelado que cada individuo (e incluso, cada familia) tiene unos microbios particulares, una especie de “huella microbiana”, que puede servir para identificarlo.


Redacción T21
01/09/2014

¿Sabe que, a diario, millones de bacterias pasean con usted y se instalan allí donde quiera que vaya? De hecho, el microbioma que lo acompaña puede colonizar una habitación de hotel en solo unas horas y hacerse con una casa entera en menos de un día.

Este es uno de los hallazgos de un curioso proyecto, bautizado como Home Microbiome Project, que constituye, según Newscientist, el primer intento de trazar las relaciones e intercambios entre el cuerpo humano y su entorno, en lo que a microbios se refiere.

El proyecto está siendo desarrollado por científicos de la Universidad de Chicago y del Instituto Nacional Argonne (ambos en EEUU) y se ha centrado en los hogares porque en estos, por ser los lugares en los que pasamos más tiempo, son los que más microbios reciben de las personas que en ellos habitan.

En general, en nuestro cuerpo hay una célula propia por cada 10 células microbianas. Cada vez que respiramos, estornudamos o tosemos, dejamos rastros de estos parásitos que prácticamente nos constituyen. A pesar de ello, se sabe muy poco sobre la interacción entre nuestros microbios corporales y los de nuestras casas.

Para tratar de paliar este déficit de información, los investigadores mapearon las “firmas microbianas” de siete familias, incluyendo tres que estaban en proceso de mudanza.

Estas familias procedían de diversas partes de Estados Unidos, y eran de diferentes niveles socioeconómicos y grupos étnicos, informa el Instituto Nacional Argonne en un comunicado.

Durante un período de seis semanas, el equipo tomó muestras de los miembros de estas familias (de sus pies, manos y nariz). También de los pomos de las puertas de sus casas, de los suelos, de los interruptores de la luz, de las superficies de la cocina, y de las mascotas.

Microbios muy veloces

Estas muestras fueron enviadas al Instituto Argonne para el análisis de su ADN. De este modo, se pudieron caracterizar y aislar más de 21.000 especies distintas en el microbioma.

Además, se pudo constatar que cada familia tenía su propia firma microbiana distintiva, una “huella” que puede usarse incluso para identificarlas.

En el caso de las familias que se mudaron, sus microbios respectivos se instalaron rápidamente en las nuevas casas. De hecho, el microbioma de las familias desplazadas, que se quedó temporalmente en una habitación de hotel, tardó solo tres horas en inundar dicha habitación.

Otros hallazgos del estudio fueron que los microbios se transfieren con mayor frecuencia a través de las manos y los pomos de las puertas, los interruptores de luz o los polletes de la cocina; así como a través del suelo de los pies.

La menor variación microbiana entre personas fue constatada se encontró entre quienes estaban en contacto cercano regular, como parejas o padres y niños pequeños. Hubo mayor variación entre adultos independientes, por ejemplo, compañeros de piso no relacionados, o adolescentes y padres.

Por último, el estudio señaló que los niños pequeños o las personas cuya flora intestinal se ha visto afectada por el consumo de antibióticos, por ejemplo, "aceptan" más fácilmente los microbios ajenos. Y que los animales domésticos son unos “donantes” de microbios particularmente eficientes.

“Huella microbiana”… para buscar delincuentes

El presente estudio, publicado en Science, ha pretendido arrojar luz sobre la complicada interacción entre los humanos y los microbios que viven a nuestro alrededor, dado que cada vez son más las evidencias que señalan que las comunidades microbianas juegan un papel importante tanto en la salud como en las enfermedades humanas, así como en la transmisión de estas.

Pero, además, este método de “rastreo microbiano” podría servir para otras cosas, como trazar el movimiento de las personas por una casa o supervisar sus interacciones; o para identificar delincuentes, a través de sus “huellas microbianas” únicas, como hoy se hace con las huellas digitales.

Para aquellos que no soporten o se asusten de la realidad microbiana que nos rodea, los investigadores explican que la convivencia con los microbios en general no nos daña, aunque estemos expuestos a bacterias dañinas. En realidad, estos diminutos seres solo suelen causar enfermedad cuando nuestro sistema inmune interrumpe su funcionamiento corriente.

Referencia bibliográfica:

S. Lax, D. P. Smith, J. Hampton-Marcell, S. M. Owens, K. M. Handley, N. M. Scott, S. M. Gibbons, P. Larsen, B. D. Shogan, S. Weiss, J. L. Metcalf, L. K. Ursell, Y. Vazquez-Baeza, W. Van Treuren, N. A. Hasan, M. K. Gibson, R. Colwell, G. Dantas, R. Knight, J. A. Gilbert. Longitudinal analysis of microbial interaction between humans and the indoor environment. Science (2014). DOI: 10.1126/science.1254529.



Redacción T21
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