Los hijos de madres trabajadoras tienen un mejor desarrollo social y emocional

En cambio, los niños que crecen en un hogar monoparental o donde ambos padres están desempleados presentan más problemas de comportamiento


Un estudio realizado por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido, y liderado por la investigadora Anne McMunn, ha concluido que los niños y las niñas que crecen en un hogar formado por una pareja donde los dos progenitores trabajan logran un mejor desarrollo y presentan mejores conductas. En cambio, aquellos pequeños que viven en un hogar monoparental o cuyos padres no tienen un trabajo suelen tener más problemas de conducta y un peor comportamiento. Por Amalia Rodríguez.


Amalia Rodríguez
27/07/2011

Fuente: photoXpress.
Las madres trabajadoras preocupadas porque el desarrollo personal de su hijo pueda verse afectado como consecuencia de su responsabilidad laboral pueden estar tranquilas porque las conclusiones de un nuevo estudio elaborado por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido contradicen esta teoría.

Según publica esta entidad en un comunicado, el desarrollo personal, tanto social como emocional, de los hijos no se ve afectado por el hecho de que su madre trabaje, incluso cuando lo hace durante su primer año de vida. Los resultados del estudio han sido también publicados en el Journal of Epidemiology Community Health.

Análisis de la calidad del desarrollo infantil

En concreto, esta investigación, liderada por la doctora Anne McMunn y en la que también han colaborado especialistas del Centro Internacional de Estudios de la Vida Social y la Salud, concluye que los niños y las niñas que crecen en un hogar constituido por una pareja en la que los dos progenitores trabajan, sin importar ni el estatus económico ni el nivel educativo de la madre, logran un mejor desarrollo personal y presentan un mejor comportamiento que aquellos pequeños que crecen en hogares monoparentales en los que la mujer es la única sustentadora de la familia o en los que ambos, padre y madre, están desempleados.

Estas conclusiones se desprenden de una evaluación en la que los expertos midieron la calidad del desarrollo de los niños tras analizar su comportamiento al cumplir los cinco años de edad.


"Algunos estudios han sugerido que las madres que trabajan fuera de casa durante los primeros doce meses de vida de un niño pueden influir de forma decisiva en el desarrollo personal de sus hijos. Pero en este estudio no hemos detectado ninguna evidencia de posibles influencias perjudiciales a largo plazo que las madres puedan ejercer sobre el comportamiento de sus hijos por el hecho de trabajar", afirma la doctora McMunn.

Anne McMunn, directora del estudio. Fuente: UCL.
Efectos distintos según el sexo

El estudio determinó, por otro lado, que tanto para las niñas como para los niños el mejor escenario es aquél en el que los dos padres trabajan: “cuando sólo uno de ellos lo hace, el efecto es distinto según el sexo de los pequeños”, indica la responsable del estudio.

Los investigadores encontraron que los niños – y no las niñas– cuya madre era la que proveía el sustento del hogar presentaban más problemas de comportamiento que aquellos que crecían en un hogar donde ambos padres trabajaban.

Curiosamente, el estudio reveló que, en las niñas, los problemas de comportamiento a los cinco años eran más frecuentes cuando pertenecían a un hogar tradicional, donde el padre era el sustentador principal y la madre era ama de casa.

Como conclusión, McMunn asegura que “en todo caso, los niños no están en desventaja por tener una mamá que trabaje fuera de casa”.

Asimismo, añade que "las madres que trabajan fuera del hogar son más propensas a tener una mayor cualificación educativa, disponen de ingresos más altos y tienen una menor probabilidad de depresión que las madres que no tienen un trabajo remunerado. Estos factores explican por qué son tan altos los índices de niños cuyas madres no trabajan con problemas de conducta, aunque es curioso que esto sólo suceda cuando los hijos son varones”.

Estudio de los impactos de la familia moderna

Este estudio sociológico se enmarca en el Millenium Cohort Study, una iniciativa financiada por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido.

Para llevar a cabo la investigación, los expertos hicieron un seguimiento del desarrollo de 19.000 niños nacidos entre los años 2001 y 2002. Con ello, buscaban establecer los impactos de la familia moderna y de las disparidades sociales en el desarrollo actual de los niños.



Amalia Rodríguez
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