Los embriones de dinosaurio crecían muy rápido para protegerse

También se movían dentro del huevo, algo que hasta ahora se desconocía


El descubrimiento de embriones fósiles de Lufengosaurus, un tipo de dinosaurio "cuellilargo", de hace 190 millones de años (Jurásico inferior), ha permitido a los científicos averiguar que las crías crecían muy rápido hasta alcanzar un tamaño en el que ya no corrieran peligro de ser devorados por los depredadores. También se movían dentro del huevo, algo que hasta ahora no se sabía que hicieran los dinosaurios.


SINC/T21
11/04/2013

Lufengosaurus magnus. Imagen: FarleyKatz. Fuente: Wikimedia Commons.
El hallazgo de embriones fósiles de Lufengosaurus, un género de sauropodomorfo –dinosaurios cuellilargos– que vivió en el Jurásico Inferior hace 190 millones de años, ha revelado por primera vez cómo crecían y se movían dentro del huevo estas criaturas.

El descubrimiento, llevado a cabo por paleontólogos de la Universidad de Toronto Mississauga (Canadá) y publicado ayer en Nature, se realizó cerca de la ciudad china de Lufeng, donde se encontraron más de 200 pequeños huesos de individuos en distintos estados de desarrollo. “Como herbívoros, las crías debían crecer muy rápido hasta alcanzar un tamaño en el que no corrieran peligro por parte de los depredadores”, explica a SINC Robert Reisz, paleontólogo de la Universidad de Toronto Mississauga y uno de los autores del estudio.

El yacimiento, repleto de embriones en diferentes fases de desarrollo, es el más antiguo de este tipo conocido. En él también se han localizado los restos de cáscara más viejos encontrados en vertebrados, de tan solo 100 micras de grosor.

La gran antigüedad de los embriones es otro aspecto único del descubrimiento, ya que la mayoría de los embriones fósiles conocidos hasta la fecha se formaron en el Cretácico, 125 millones de años después de que los huevos de China fueran enterrados.

Los científicos han podido estudiar diferentes fases del desarrollo de estos animales. Al comparar la tasa de crecimiento de los fémures se ha deducido que estos dinosaurios crecían más rápido que cualquier otro conocido.

Además, sus músculos jugaban un papel muy activo para cambiar la forma del fémur en desarrollo, lo que sugiere que estos reptiles se movían dentro del huevo, algo propio de aves y mamíferos pero que se ignoraba hasta ahora en dinosaurios.

Animales gigantes

Por otra parte, miembros taiwaneses del equipo han descubierto material orgánico en el interior de los huesos embrionarios. Se trata del ejemplo más antiguo de restos orgánicos hallados en un animal terrestre. Según el equipo, posiblemente se trate de colágeno, una proteína característica de las estructuras óseas.

“Los huesos se transforman en roca durante la fosilización”, señala Reisz. “Encontrar restos de proteínas en un fósil de embrión es muy difícil, sobre todo si pensamos que son 100 millones de años más antiguos que otros similares con material orgánico”, añade.

Los huesos encontrados pertenecen a 20 embriones del género Lufengosaurus, la más frecuente en la región durante el Jurásico Inferior, y que podían alcanzar los ocho metros de largo.

“Es la primera vez que se rastrea el desarrollo de embriones de dinosaurio, y este descubrimiento ayudará a entender mejor la biología y crecimiento de estos animales”, concluye Reisz.

Referencia bibliográfica:

Reisz et al. Embryology of Early Jurassic dinosaur from China with evidence of preserved organic remains. Nature (2013). DOI: http://dx.doi.org/10.1038/nature11978.



SINC/T21
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