Los directivos se resisten a las redes sociales

La mayoría aún no tienen políticas establecidas con respecto al uso de estas redes


Un nuevo estudio acaba de revelar que tres cuartas partes de los directivos del Reino Unido aún no tienen establecidas políticas con respecto al uso que sus empleados hacen de redes sociales externas como Twitter y LinkedIn. Por otra parte, aquellos que sí han establecido políticas claras, afirman que son varios los beneficios que estas han traído a sus organizaciones.


Catalina Franco
15/03/2010

Imagen de jem. Flickr.
Las redes sociales en línea continúan dividiendo opiniones; por un lado están aquellos que se han metido de lleno en esta fuerte tendencia que ha transformado la forma de comunicarse de la sociedad, y por otro están esos que son escépticos en cuanto a un sistema que consideran riesgoso, falto de privacidad y, aunque muchos no lo admitan, un poco complicado y lejano a todo eso que conocen y a lo que están acostumbrados.

Las empresas han tenido su caso particular dentro del boom de las redes sociales, ya que no sólo muchas se han visto obligadas a aprender o a contratar a alguien para poder implementarlas y no quedarse atrás en cuanto a tecnologías y a nuevas formas de mercadeo y comunicación, sino que también han tenido que ingeniarse cómo manejar la otra parte de la situación, la del uso que los empleados hacen de las redes sociales externas como Facebook, Twitter, MySpace, LinkedIn, entre otras, para que esto no afecta negativamente a la imagen de la organización.

Ya es mucho lo que se ha discutido acerca de los riesgos que corren quienes se expresan demasiado libremente a través de estas redes a las que millones de personas tienen acceso. Por otro lado, aquellos que publican fotos de las fiestas o que les cuentan a los demás lo aburridos que están en su trabajo, hoy lo piensan dos veces pues saben que los directivos de las empresas utilizan cada vez más las redes sociales para investigar a sus empleados y a esos que piensan contratar.

Pero, a pesar de lo evidente que es el aumento del uso de estas redes y de su influencia en las empresas, un nuevo estudio de la firma Manpower Inc. llamado “Social Networks vs. Management? Harness the Power of Social Media” (¿Las redes sociales contra el management? Aprovechar el poder de los medios sociales) recogió datos de 2100 empresarios del Reino Unido y reveló que el 75% de ellos aún no cuentan con unas políticas establecidas que reglamenten el uso que sus empleados hacen de las redes sociales externas como Twitter y LinkedIn.

Pocos directivos se benefician de las redes sociales

Al revisar los resultados de la investigación, es evidente que un porcentaje bastante reducido de los directivos se han arriesgado a explorar diferentes formas de manejar el uso que sus empleados hacen de las redes sociales, no sólo para protegerse de efectos negativos, sino también para sacar ventajas para sus empresas.

Solo el 22% de los empleadores encuestados afirmaron contar con políticas definidas para que sus empleados sepan cómo debe ser su comportamiento al usar redes sociales externas. Más de la mitad de estos (60%) aseguraron que contar con estas políticas los ha ayudado a evitar la pérdida de productividad; 55% manifestaron que gracias a estas normas se ha protegido la reputación de la compañía; 42% piensan que los han ayudado a proteger la propiedad intelectual y la propiedad de información; y 21% afirmaron que estas políticas han constituido una ayuda en cuanto a los esfuerzos de reclutamiento de nuevos empleados.

Mark Cahill, director ejecutivo de Manpower del Reino Unido, explica en una nota de prensa que “el uso de los medios sociales para construir y compartir relaciones está cambiando el mundo del trabajo. Es importante que las organizaciones lo reconozcan y que diseñen activamente una política que dirija el uso que sus empleados hacen de estos medios internos y externos, ya que éstos pueden tener un papel decisivo en la dirección de la motivación de los empleados, la productividad, la colaboración y la gestión del conocimiento”.

Sorpresivamente, a pesar de los múltiples ejemplos que se han conocido sobre el efecto de las redes sociales externas en las organizaciones, más de la mitad (56%) de los directivos encuestados no reconocen la importancia que estas redes tienen para sus compañías, ya que no consideran que éstas puedan impulsarlas de ninguna manera; además, el 95% de los directivos aseguraron que sus empresas jamás han sido afectadas negativamente por el uso que sus empleados han hecho de las redes sociales.

Del otro lado están los beneficios que destacan quienes participan activamente del comportamiento de sus empleados en el mundo de los medios sociales: el 11% de estos directivos afirma que las redes sociales externas pueden impulsar la construcción de su marca en el futuro, y el 7% manifiesta que estas redes son muy útiles a la hora de evaluar los candidatos antes de contratar a alguien en la compañía.

Consejos para un buen manejo de las redes sociales externas

Es comprensible que muchos directivos del mundo no tengan claro cómo deben acercarse a este mundo de las redes sociales –o si deben siquiera acercarse a él-, más si se trata del uso que sus empleados les dan al margen de la organización. Manpower da algunos consejos a aquellos directivos que quieran tomarlo de una manera constructiva y sacar provecho de las redes sociales:

• Comunicar claramente a los empleados lo que quiere lograr la empresa a través de las redes sociales, integrando las metas a la cultura organizacional y haciendo que todos las comprendan para evitar errores fatales al utilizar estos medios simplemente para no quedarse atrás sin establecer objetivos claros frente a toda la organización.

• Retar a los empleados a que innoven y sean creativos en los diferentes usos que pueden implementarse para mejorar el trabajo a través de las redes sociales. En muchas ocasiones, cuando los empleados sienten que están contribuyendo se comprometen más con su trabajo.

• Aprovechar a los expertos internos, es decir, aprender de aquellos que utilizan mucho las redes sociales en su trabajo, motivándolos para que compartan y enseñen sus ideas, implementando así las prácticas más constructivas.

• Dejar que los empleados tomen parte en el establecimiento de las metas y objetivos que se quieren conseguir con el uso de las redes sociales. Si ellos se sienten involucrados, se comprometerán más con el tema y participarán más activamente.

Cahill explica que “es crítico no insistir en que las políticas finales son definitivas; por el contrario, éstas deben poder cambiar y evolucionar a medida que evolucionan las tecnologías. Cualquier pauta para las redes sociales debe estar relacionada con las pautas de comportamiento globales de la organización. El objetivo es crear un sistema de gobierno en el que las redes sociales no sean vistas como una excepción, sino como una actividad que está íntimamente conectada a las prácticas globales del personal de la compañía. Es solamente por medio de una canalización creativa de sus usos que las organización podrán ser exitosas al recoger los frutos para obtener una ventaja competitiva sostenida”.

Es hora de que los directivos acepten que las redes sociales están aquí para quedarse y que ya han transformado gran parte de la forma de comunicarse, darse a conocer y trabajar. Está en sus manos decidir si quieren aprovechar las ventajas o quedarse atrás para siempre.



Catalina Franco
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