Los bisexuales muestran una actividad cerebral específica, distinta de la actividad cerebral de las personas homosexuales y de los heterosexuales, ha descubierto un estudio. La bisexualidad es la atracción romántica o sexual hacia dos géneros.
La investigación, llevada a cabo por un equipo de psiquiatras y psicólogos alemanes y norteamericanos, reunió a 26 heterosexuales, 25 homosexuales y 28 bisexuales. Los voluntarios bisexuales participantes debían haber tenido al menos dos parejas sexuales y un amante de cada sexo, para formar parte de la investigación.
La orientación sexual de los participantes fue determinada mediante cuestionarios según la escala Kinsey ligeramente modificada, yendo del nivel 0 (exclusivamente hetero), hasta el nivel 6 (exclusivamente homo).
La escala Kinsey se usa para describir la experiencia sexual de una persona o su respuesta en determinado momento dado. Las personas que se ubican del 2 al 4 normalmente se les considerada bisexual. En principio, las personas que se ubican en cualquier lugar de 1 a 5 se podrían considerar bisexuales.
Como media, los voluntarios de esta investigación identificados como heterosexuales se clasificaron en esa escala Kinsey a 0.4 puntos; los bisexuales a 3.2 puntos y los homosexuales a 5.7 puntos.
Por otro lado, los participantes tenían edades comprendidas entre los 25 y los 50 años, con una media de 32,3 años de edad para los heterosexuales; de 37,5 años de edad para los bisexuales y de 33,2 años de edad para los homosexuales.
Desde el punto de vista étnico, los voluntarios eran diversos, siendo el 60,76 caucasianos, el 10,13 hispánicos, el 12,66 afroamericanos, el 6,33 asiático-americanos y el 10,3 por ciento declarándose de diversos orígenes.
La investigación, llevada a cabo por un equipo de psiquiatras y psicólogos alemanes y norteamericanos, reunió a 26 heterosexuales, 25 homosexuales y 28 bisexuales. Los voluntarios bisexuales participantes debían haber tenido al menos dos parejas sexuales y un amante de cada sexo, para formar parte de la investigación.
La orientación sexual de los participantes fue determinada mediante cuestionarios según la escala Kinsey ligeramente modificada, yendo del nivel 0 (exclusivamente hetero), hasta el nivel 6 (exclusivamente homo).
La escala Kinsey se usa para describir la experiencia sexual de una persona o su respuesta en determinado momento dado. Las personas que se ubican del 2 al 4 normalmente se les considerada bisexual. En principio, las personas que se ubican en cualquier lugar de 1 a 5 se podrían considerar bisexuales.
Como media, los voluntarios de esta investigación identificados como heterosexuales se clasificaron en esa escala Kinsey a 0.4 puntos; los bisexuales a 3.2 puntos y los homosexuales a 5.7 puntos.
Por otro lado, los participantes tenían edades comprendidas entre los 25 y los 50 años, con una media de 32,3 años de edad para los heterosexuales; de 37,5 años de edad para los bisexuales y de 33,2 años de edad para los homosexuales.
Desde el punto de vista étnico, los voluntarios eran diversos, siendo el 60,76 caucasianos, el 10,13 hispánicos, el 12,66 afroamericanos, el 6,33 asiático-americanos y el 10,3 por ciento declarándose de diversos orígenes.
Videos explícitos
Durante el experimento, los voluntarios debían contemplar videos con imágenes sexualmente explícitas, en las que aparecían hombres y mujeres desnudos actuando con diversos comportamientos sexuales: hombres entre sí, hombres y mujeres, y mujeres entre sí.
En todo el experimento, sus cerebros eran observados con imágenes de resonancia magnética, con la finalidad de ver cómo reaccionaban ante las imágenes de los videos.
Los resultados de esta observación muestran que los esquemas de la actividad cerebral son bien distintos en los tres casos de orientación sexual: hetero, homo y bisexual. Las diferencias se aprecian particularmente en el Ventral striatum, la zona del cerebro asociada a la experiencia erótica y a la gratificación, sea o no sexual.
Aunque el descubrimiento no es novedoso respecto a los homosexuales y heterosexuales, sí es revelador respecto a los bisexuales, ya que es la primera vez que se establecen reacciones neuronales coherentes con su orientación.
En resumen, lo que ha descubierto este estudio es que el cerebro sexualmente excitado de los bisexuales es menos discriminatorio respecto al de los homos y los heteros, si bien los investigadores destacan que los bisexuales manifiestan cierta preferencia por alguno de los dos sexos, ya que no reaccionan de la misma forma ante uno u otro.
Los investigadores se proponen ahora reproducir estas experiencias para descubrir cuándo se empiezan a manifestar estos esquemas cerebrales de actividad en las personas y si estos esquemas evolucionan a lo largo de la vida o permanecen estables.
Durante el experimento, los voluntarios debían contemplar videos con imágenes sexualmente explícitas, en las que aparecían hombres y mujeres desnudos actuando con diversos comportamientos sexuales: hombres entre sí, hombres y mujeres, y mujeres entre sí.
En todo el experimento, sus cerebros eran observados con imágenes de resonancia magnética, con la finalidad de ver cómo reaccionaban ante las imágenes de los videos.
Los resultados de esta observación muestran que los esquemas de la actividad cerebral son bien distintos en los tres casos de orientación sexual: hetero, homo y bisexual. Las diferencias se aprecian particularmente en el Ventral striatum, la zona del cerebro asociada a la experiencia erótica y a la gratificación, sea o no sexual.
Aunque el descubrimiento no es novedoso respecto a los homosexuales y heterosexuales, sí es revelador respecto a los bisexuales, ya que es la primera vez que se establecen reacciones neuronales coherentes con su orientación.
En resumen, lo que ha descubierto este estudio es que el cerebro sexualmente excitado de los bisexuales es menos discriminatorio respecto al de los homos y los heteros, si bien los investigadores destacan que los bisexuales manifiestan cierta preferencia por alguno de los dos sexos, ya que no reaccionan de la misma forma ante uno u otro.
Los investigadores se proponen ahora reproducir estas experiencias para descubrir cuándo se empiezan a manifestar estos esquemas cerebrales de actividad en las personas y si estos esquemas evolucionan a lo largo de la vida o permanecen estables.
Referencia
Neural Correlates of Sexual Orientation in Heterosexual, Bisexual, and Homosexual Men. Adam Safron et alia. Scientific Reports 7, Article number: 41314 (2017). doi:10.1038/srep41314
Neural Correlates of Sexual Orientation in Heterosexual, Bisexual, and Homosexual Men. Adam Safron et alia. Scientific Reports 7, Article number: 41314 (2017). doi:10.1038/srep41314