Los barrios ricos atraen a los insectos

El factor determinante es la renta de las familias que viven en las casas de lujo


Una investigación desarrollada en diferentes barrios de la capital de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha descubierto que los barrios ricos son los que más atraen a los insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos, conocidos como artrópodos. Aunque el entorno también influye, el factor determinante es la renta de las familias que habitan en los barrios ricos.


California Academy of Sciences/T21
24/10/2016

Misha Leong y Michelle Trautwein, las investigadoras. Foto: California Academy of Sciences
Los barrios ricos atraen a los insectos, según ha descubierto una investigación de la que informa la Academia de las Ciencias de California. Después de estudiar las especies de artrópodos presentes en el interior de medio centenar de viviendas de Raleigh, la capital de Carolina del Norte, los biólogos intentaron comprender las causas de su distribución.

Los artrópodos son animales invertebrados dotados de un esqueleto externo y apéndices articulados; entre otros, insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos, de los que hay más de 1.200.000 especies.

En su investigación, Raleigh, de casi medio millón de habitantes, fue dividida por barrios y se trazó el perfil de cada uno de ellos. Se utilizaron doce criterios de clasificación, desde la cobertura vegetal en torno a las viviendas, hasta el número de especies de plantas en los jardines, pasando por el tamaño, el precio y la antigüedad de los edificios analizados.

Después de atribuir a cada uno de los doce criterios un valor determinado, a través de un tratamiento estadístico descubrieron cuáles eran las viviendas con mayores probabilidades de influir en la distribución de los artrópodos.

La renta media, clave

Sus conclusiones fueron las menos esperadas: si el tamaño de las casas y de la diversidad de la flora parecen tener una influencia innegable, la renta media del barrio es el factor más determinante para atraer a los insectos.

Los investigadores también descubrieron que las casas con jardín y una cobertura vegetal limitada, por el hecho de estar situadas en un barrio más rico aumentaba el número de artrópodos presentes en las habitaciones.

Por el contrario, las casas que tenían un gran jardín y cobertura vegetal intensa, la influencia de estar en un barrio u otro es inexistente.

La investigación también ha destacado que los artrópodos que viven en las casas adineradas no transmiten enfermedades ni tampoco suelen convertirse en plagas. Los investigadores señalan al respecto que por lo general los habitantes de estas viviendas invierten mucho dinero cada año en controlar cucarachas, garrapatas y termitas, pero ignoran la existencia de los artrópodos que
también han invadido sus habitaciones.

Concepto urbanístico

Estos efectos podrían estar relacionados con el concepto de urbanismo y con el desarrollo de la zona vegetal a nivel de barrio, según los investigadores. Un aumento de la superficie y variedad de los espacios verdes tiene una influencia sobre el aumento de especies de artrópodos en el exterior de las viviendas.

Este aumento de la biodiversidad tendría a su vez un efecto sobre el número de artrópodos instalados en el interior de las viviendas, consideran los investigadores. Su presencia no está vinculada únicamente a una casa en particular o a un jardín, sino a las habitaciones y la estructura del vecindario.

Este efecto del “lujo” ya era conocido desde hace años para la distribución en los jardines de especies de pájaros, reptiles y roedores. Con esta investigación, sin embargo, es la primera vez que se relaciona este efecto con los artrópodos.

Para los investigadores, como el planeta tiende a urbanizarse cada vez más, la parte del medioambiente afectada por el factor humano también va a crecer, por lo que es sumamente importante considerar los espacios interiores, las viviendas, como un ecosistema integral y estudiarlo como tal.

Referencia

Exoskeletons and economics: indoor arthropod diversity increases in affluent neighbourhoods. Misha Leong, Matthew A. Bertone, Keith M. Bayless, Robert R. Dunn, Michelle D. Trautwein. Biology Letters. DOI: 10.1098/rsbl.2016.0322



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