Logran predecir posibles partos prematuros

Desarrollan una prueba de sangre para detectarlos al final del primer trimestre de gestación


Las proteínas que se encuentran en las muestras de sangre al final del primer trimestre de embarazo pueden predecir los nacimientos prematuros antes de las 35 semanas de gestación, incluso entre las madres primerizas.


Redacción T21
08/03/2019

Investigadores del Brigham and Women's Hospital, en Estados Unidos, han desarrollado un análisis de sangre para ayudar a predecir durante el embarazo los riesgos de sufrir un parto prematuro espontáneo.
 

Casi el 10 por ciento de los nacimientos tienen lugar antes de las 37 semanas de gestación. Los nacimientos prematuros pueden deberse a varias afecciones, como el parto prematuro, la rotura prematura de la membrana placentaria o la preeclampsia.
 

Las madres que anteriormente tuvieron partos prematuros se consideran de mayor riesgo, pero predecir el parto prematuro espontáneo es un desafío, especialmente en los casos de madres primerizas.
 

"Muchos de los problemas en el embarazo que resultan en un parto prematuro espontáneo comienzan al final del primer trimestre, cuando la placenta se vuelve vascularizada", explica el doctor Thomas McElrath en un comunicado. "Nuestro objetivo es desarrollar marcadores de pronóstico para ayudar a hacer predicciones y, en última instancia, ayudarnos a adaptar el tratamiento a la persona y ofrecer atención altamente personalizada a todas las mujeres desde el comienzo de su embarazo".
 

Micropartículas delatoras
 

McElrath y sus colegas han descubierto que las proteínas contenidas en las micropartículas que circulan por la sangre pueden contener pistas importantes sobre el nacimiento prematuro espontáneo.
 

Las micropartículas circulantes (CMP por sus siglas en inglés) son pequeños paquetes secretados por células que pueden contener proteínas, ARN y otras moléculas que actúan como mensajes que pueden transmitirse de una célula a otra.
 

Esta forma de comunicación de célula a célula se ha estudiado en gran medida en el cáncer, pero McElrath y otros investigadores se han preguntado si las CMP tienen sus raíces evolutivas en el proceso de implantación placentaria. Las proteínas que se encuentran en las CMP se pueden detectar en muestras de sangre de pacientes, lo que las convierte en biomarcadores de lectura sencilla.


En estudios anteriores, el equipo de McElrath identificó un grupo de cinco proteínas prometedoras que, según los investigadores, podrían predecir el nacimiento prematuro. Para comprobarlo, compararon muestras de 87 mujeres que dieron a luz a las 35 semanas de embarazo o antes, con muestras de 174 mujeres que dieron a luz a término y tenían la misma edad y la misma semana de embarazo en el momento de la extracción de sangre.
 

El equipo analizó varias proteínas asociadas con CMP, pero descubrió que un subconjunto de estas proteínas podría ayudar a predecir el riesgo tanto para las madres que habían dado a luz previamente como para las madres primerizas.
 

“Lo que más me impresiona es que esta prueba sugiere una forma de identificar a las mujeres que pueden estar en riesgo y que están teniendo su primer embarazo. Este grupo siempre ha sido un misterio”, señala McElrath.
 

Desarrollo de la prueba
 

Los investigadores planean incluir otros factores de riesgo, como las características maternas, para mejorar aún más la precisión de la prueba. McElrath y sus colegas también esperan usar el mismo método de prueba para buscar marcadores pronósticos de otras afecciones relacionadas con el embarazo, como la diabetes gestacional.
 

Actualmente, no hay tratamiento ni prevención para el parto prematuro espontáneo, pero McElrath espera que el pronóstico sirva como un primer paso importante hacia la terapia, particularmente cuando los investigadores obtienen información sobre sus causas biológicas.


Referencia

Circulating microparticle proteins obtained in the late first trimester predict spontaneous preterm birth at less than 35 weeks’ gestation: a panel validation with specific characterization by parity. T. F. McElrath et al. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 25 January 2019. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ajog.2019.01.220.




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