Foto: Freepik
Las recesiones económicas emergen como una característica natural de la física, según una investigación internacional cuyos resultados se publican en el International Journal of Energy Research.
Los investigadores, pertenecientes a las universidades de Duke (USA), de Paraná (Brasil) y de Estambul (Turquía), explican que la forma en que la leche derramada se extiende por el piso puede explicar por qué ocurren regularmente recesiones económicas.
"Esta teoría arroja luz sobre si la historia se repite o no o si la economía es estable o no", explica Adrian Bejan, autor principal del artículo, en un comunicado.
Y añade: “Estas son preguntas que pueden encontrar respuestas en la Física. Existen mecanismos universales que dan lugar a leyes que rigen el crecimiento de la economía. Y la respuesta para mantener ese crecimiento radica en la innovación".
Antecedentes
La investigación combina ideas contenidas en dos trabajos anteriores de Bejan que detallan la prevalencia de las “curvas S” en todos los rincones de la vida y el vínculo directo entre la economía y el consumo de combustible.
En 2011, Bejan predijo que el crecimiento de innumerables fenómenos de propagación a lo largo del tiempo sigue la forma de una "curva S", también conocida como función sigmoidea.
También estableció que este fenómeno es el resultado de la Teoría Constructal que había formulado con anterioridad, en 1996.
Según esa ley, por ejemplo, una botella de leche derramada en el piso tendrá una pequeña proyección inicial, seguida de una rápida expansión en forma de dedos a través de los azulejos de la cocina, y continuada con una fase final de lento arrastre.
Bejan considera que esta misma historia de dispersión primero lenta, luego rápida y finalmente de nuevo lenta, puede verse en las reacciones químicas, en el crecimiento de la población, en la adopción de nuevas tecnologías e incluso en la difusión de nuevas ideas.
Años más tarde, Bejan unió economía y física y demostró que la física explica la proporcionalidad entre el producto interior bruto (PIB) de una nación y su consumo anual de combustible. Y concluyó que la física y la economía son dos caras de la misma moneda.
Visión ampliada
En su nuevo trabajo, Bejan y su equipo amplían estas aportaciones anteriores a las funciones de poder, dinero, ahorro, tiempo y a las burbujas económicas que se producen en los mercados.
Y observan que el desarrollo económico en su conjunto es una reacción en cadena similar a la que se produce en los procesos químicos y físicos.
En su nuevo artículo explican la física que está de este fenómeno económico: la expansión rápida inicial está asociada a la inversión depositada en un proyecto.
Ese impulso inicial genera prosperidad, pero a medida que disminuye la utilidad de la idea o producto surgido de la inversión, se produce un movimiento inverso que, a escala, puede provocar la recesión del conjunto de la economía.
Los investigadores, pertenecientes a las universidades de Duke (USA), de Paraná (Brasil) y de Estambul (Turquía), explican que la forma en que la leche derramada se extiende por el piso puede explicar por qué ocurren regularmente recesiones económicas.
"Esta teoría arroja luz sobre si la historia se repite o no o si la economía es estable o no", explica Adrian Bejan, autor principal del artículo, en un comunicado.
Y añade: “Estas son preguntas que pueden encontrar respuestas en la Física. Existen mecanismos universales que dan lugar a leyes que rigen el crecimiento de la economía. Y la respuesta para mantener ese crecimiento radica en la innovación".
Antecedentes
La investigación combina ideas contenidas en dos trabajos anteriores de Bejan que detallan la prevalencia de las “curvas S” en todos los rincones de la vida y el vínculo directo entre la economía y el consumo de combustible.
En 2011, Bejan predijo que el crecimiento de innumerables fenómenos de propagación a lo largo del tiempo sigue la forma de una "curva S", también conocida como función sigmoidea.
También estableció que este fenómeno es el resultado de la Teoría Constructal que había formulado con anterioridad, en 1996.
Según esa ley, por ejemplo, una botella de leche derramada en el piso tendrá una pequeña proyección inicial, seguida de una rápida expansión en forma de dedos a través de los azulejos de la cocina, y continuada con una fase final de lento arrastre.
Bejan considera que esta misma historia de dispersión primero lenta, luego rápida y finalmente de nuevo lenta, puede verse en las reacciones químicas, en el crecimiento de la población, en la adopción de nuevas tecnologías e incluso en la difusión de nuevas ideas.
Años más tarde, Bejan unió economía y física y demostró que la física explica la proporcionalidad entre el producto interior bruto (PIB) de una nación y su consumo anual de combustible. Y concluyó que la física y la economía son dos caras de la misma moneda.
Visión ampliada
En su nuevo trabajo, Bejan y su equipo amplían estas aportaciones anteriores a las funciones de poder, dinero, ahorro, tiempo y a las burbujas económicas que se producen en los mercados.
Y observan que el desarrollo económico en su conjunto es una reacción en cadena similar a la que se produce en los procesos químicos y físicos.
En su nuevo artículo explican la física que está de este fenómeno económico: la expansión rápida inicial está asociada a la inversión depositada en un proyecto.
Ese impulso inicial genera prosperidad, pero a medida que disminuye la utilidad de la idea o producto surgido de la inversión, se produce un movimiento inverso que, a escala, puede provocar la recesión del conjunto de la economía.
Innovación salvadora
"Todo lo que se extiende tiene una vida limitada, y si no hacemos algo para posponer ese momento, entonces caemos al precipicio", dice Bejan.
Y añade: “un mercado libre es capaz de generar nuevas curvas S. Por lo tanto, mientras las personas sean innovadoras y creativas y traigan nuevas curvas S lo suficientemente grandes, la tendencia general del crecimiento económico puede continuar”.
Si bien este modelo fue utilizado para entender procesos económicos, puede aplicarse también al entendimiento de ideas más sencillas y cotidianas, concluye Bejan.
"Todo lo que se extiende tiene una vida limitada, y si no hacemos algo para posponer ese momento, entonces caemos al precipicio", dice Bejan.
Y añade: “un mercado libre es capaz de generar nuevas curvas S. Por lo tanto, mientras las personas sean innovadoras y creativas y traigan nuevas curvas S lo suficientemente grandes, la tendencia general del crecimiento económico puede continuar”.
Si bien este modelo fue utilizado para entender procesos económicos, puede aplicarse también al entendimiento de ideas más sencillas y cotidianas, concluye Bejan.
Referencia
Energy theory of periodic economic growth. Adrian Bejan et al. International Journal of Energy Research. DOI:https://doi.org/10.1002/er.5267
Energy theory of periodic economic growth. Adrian Bejan et al. International Journal of Energy Research. DOI:https://doi.org/10.1002/er.5267