Las piedras de las pirámides fueron arrastradas sobre arena humedecida

La física desvela uno de los trucos usados por los antiguos egipcios en la construcción de estos portentosos monumentos


Un equipo de físicos holandeses ha descubierto que los antiguos egipcios utilizaron un truco para facilitar el transporte de las inmensas piedras con que construyeron sus pirámides: humedecían la arena sobre la que se desplazaban los trineos que portaban dichas piedras con una cantidad de agua muy precisa. Así, reducían a la mitad la fuerza de tracción precisa para mover los trineos cargados; y también el número de trabajadores necesarios. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
30/04/2014

Pirámides de Guiza. Fuente: Wikipedia.
Las pirámides de Egipto son los más portentosos y emblemáticos monumentos legados por los egipcios de la Antigüedad, pero aún no se sabe con certeza cómo se construyeron, pues no han perdurado documentos de su época que lo describan.

Un equipo de físicos de la Fundación FOM y de la Universidad de Amsterdam (Holanda) arrojan al menos algo de luz sobre este misterio.

Los científicos han descubierto en concreto que los antiguos egipcios utilizaron un truco para facilitar el transporte de las inmensas piedras con que se construyeron las pirámides: humedecían la arena sobre la que se desplazaban los trineos que portaban dichas piedras.

Así, mediante el uso de la cantidad exacta de agua, reducían a la mitad la fuerza de tracción necesaria para mover los trineos cargados; y podían reducir a la mitad también el número de trabajadores necesarios para los desplazamientos, explican los investigadores en un artículo aparecido en Physical Review Letters.

Reproducción en laboratorio

Para la construcción de las pirámides, los antiguos egipcios tuvieron que transportar pesados bloques de piedra y grandes estatuas a través del desierto. Lo hacían colocando piedras sobre trineos, que eran arrastrados por obreros.

Para tratar de averiguar como podían lograr semejante proeza, los físicos holandeses crearon una versión de laboratorio de las plataformas que los egipcios usaban, a modo de bandeja, para desplazar las piedras.

El trineo creado fue colocado sobre arena. Con él, los científicos determinaron la fuerza de tracción requerida para moverlo, y la rigidez que tenía la arena situada bajo el trineo, en función de la cantidad de agua que la arena contuviera.

Esta rigidez fue determinada usando un reómetro‎, que es un instrumento de laboratorio que se usa para medir la forma en que fluyen un líquido, mezcla o suspensión bajo la acción de fuerzas externas.

Resultados obtenidos

Estos experimentos revelaron que la fuerza de tracción requerida para mover el trineo disminuía de manera proporcional con la rigidez de la arena. Esto se debe a que, cuando se añade agua a la arena, surgen en ella una serie de “puentes”, porque las pequeñas gotas hacen que los granos de arena se reúnan.

Así, en presencia de la cantidad correcta de agua, la arena del desierto humedecida se vuelve aproximadamente dos veces más rígida que la arena seca. Y, sobre ella, cualquier plataforma se desliza con mayor facilidad. En el caso de los trineos egipcios, porque la arena mojada, más firme, no se acumularía en la parte delantera de estos.

Este truco tan útil quedó reflejado en una pintura mural de la tumba de Djehutihotep‎, monarca del Alto Egipto, que muestra claramente a una persona de pie, situada en la parte delantera de un trineo tirado por otros, y vertiendo agua sobre la arena, justo frente a la plataforma, informa la revista Physorg.

Los resultados de este estudio, además de arrojar información sobre el trabajo de los antiguos egipcios, también son interesantes para aplicaciones actuales. Todavía no se entiende del todo el comportamiento de los materiales granulares, como la arena, el asfalto o el hormigón.

Los hallazgos podrían resultar por tanto útiles para optimizar el transporte y el proceso de manipulación de medios granulares, sectores que representan en la actualidad aproximadamente el 10% del consumo de energía en todo el mundo.

Los constructores de las pirámides

Mientras la física ayuda a comprender en parte las condiciones de trabajo de los antiguos egipcios que levantaron las pirámides, la egiptología ha dado cuenta de lo siguiente.

Según han explicado los egiptólogos Francisco J. Martín Valentín y Teresa Bedman en el Blog sobre el Antiguo Egipto de Tendencias21, hace unos años se descubrió la ciudad de la muerte de estos constructores de las pirámides.

Excavaciones en el lugar permitieron conocer el hábitat de los obreros que, en concreto, levantaron las pirámides de Guisha. Justo a los pies de las pirámides, algo al Sudeste de la Gran Esfinge, debajo de la moderna ciudad de Nazlet El-Saman, se encontraron los restos de una enorme ciudad que fue habitada por los trabajadores que las construyeron.

Se trataba de una población de aproximadamente 30.000 habitantes. Los restos de alimentos, cerámicas, cenizas y construcciones de ladrillo encontrados indicaban que, en ese lugar, vivieron y murieron los constructores de las pirámides.

Para que este ejército pudiera cumplir adecuadamente sus fines, la administración real se encargaba de hacer llegar cuanto era necesario para su subsistencia: alimentos, bebidas, aceites, tejidos y artículos así como enseres de todo tipo. Por otra parte, las excavaciones han permitido conocer que los obreros y artesanos estaban organizados en equipos de trabajo y cuadrillas.

Referencia bibliográfica:

A. Fall, B. Weber, M. Pakpour, N. Lenoir, N. Shahidzadeh, J. Fiscina, C. Wagner, y D. Bonn. Sliding Friction on Wet and Dry Sand. Phys. Rev. Lett. (2014). DOI: 10.1103/PhysRevLett.112.175502.



Marta Lorenzo
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