Las personas extrovertidas tienen un sistema inmune más potente

Nuevas pruebas sobre el efecto de los rasgos de la personalidad en el bienestar físico del ser humano


El grado de extraversión y el grado de responsabilidad de los seres humanos están relacionados con diferencias en la expresión génica de las células inmunes y, en consecuencia, con la salud de cada individuo. Según un estudio reciente, a las personas extrovertidas es a que mejor les funciona el sistema inmunológico. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
23/01/2015

Fuente: Everystockphoto.
La psicología define cinco rasgos o factores principales de la personalidad humana: el factor O (Openness o apertura a nuevas experiencias), el factor C (Conscientiousness o responsabilidad), el factor E (Extraversion o extroversión), el factor A (Agreeableness o amabilidad) y el factor N (Neuroticism o inestabilidad emocional). Los cinco forman el acrónimo mnemotécnico "OCEAN".
 
Un equipo de investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) han analizado dichos rasgos en relación con nuestra salud. Han descubierto así nuevas pruebas de cómo la personalidad puede afectar al bienestar de los individuos de nuestra especie.
 
Características del estudio
 
En concreto, los científicos analizaron como estos rasgos de personalidad están relacionados con la expresión de ciertos genes que pueden afectar a la salud, mediante el control de la actividad de nuestro sistema inmune.
 
Lo hicieron utilizando chips de ADN de alta sensibilidad. Estos chips consisten en una superficie sólida a la cual se une una colección de fragmentos de ADN, y se usan para analizar la expresión diferencial de los genes contenidos en dicho ADN, y monitorear de manera simultánea los niveles de miles de ellos.
 
En el estudio participaron 121 adultos sanos y de etnias diversas (86 mujeres y 35 varones), con una edad media de 24 años. Los participantes, además de completar un test de personalidad, proporcionaron muestras para los análisis de expresión génica. Los voluntarios dieron asimismo información sobre ciertos hábitos de salud, como el tabaquismo, su consumo de alcohol o la cantidad de ejercicio físico que hacían.

Resultados obtenidos
 
Los científicos no encontraron, una vez analizados todos los resultados, una vinculación entre la tendencia a emociones negativas -como la tristeza o la ansiedad- y una mala salud, al contrario de lo que cabría esperar.  En cambio, si se encontró que el grado de extraversión y el grado de responsabilidad sí estaban relacionados con diferencias en la expresión génica de las células inmunes.
 
En concreto, que los individuos extrovertidos (de los que cabría esperar una mayor propensión a enfermar, por estar por naturaleza más expuestos al contacto interpersonal) presentaban un sistema inmunológico más eficaz y capaz de lidiar con las infecciones; y que las personas responsables (en teoría, más cautelosas y cuidadosas) contaban con sistemas inmunológicos menos capaces de dar una buena respuesta inmune.
 
Estas dos asociaciones claras fueron independientes de los hábitos de salud de los participantes y de la cantidad de emociones negativas que experimentasen.
 
Más sobre personalidad y salud
 
En 2010, otro estudio sobre personalidad y salud, en este caso realizado en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) reveló que el grado de fertilidad también puede estar condicionado por la personalidad de cada individuo.

En este caso, se analizó a individuos de cuatro aldeas rurales de Senegal, y se constató que aquellas mujeres con niveles más altos de inestabilidad emocional, así como los hombres con niveles más altos de extraversión, eran más propicios a tener mayor número de hijos que el resto de los participantes.  

Investigaciones previas han constatado asimismo que las personas con personalidad ansiosa presentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades coronarias;  que la tendencia a ser cuidadosos, autodisciplinados, organizados y no impulsivos puede aumentar nuestra longevidad; y que la neurosis puede propiciar la aparición de diabetes, hipertensión, hernias o problemas óseos y de articulaciones, entre otros trastornos. Por último, se ha comprobado que el optimismo, entendido como la inclinación de las personas a esperar resultados favorables y positivos de la vida, propicia la longevidad.

Referencia bibiliográfica:
 
Kavita Vedhara, Sana Gill, Lameese Eldesouky, Bruce Campbell, Jesusa Arevalo, Jeffrey Ma, Steven Cole. Personality and gene expression: Do individual differences exist in the leukocyte transcriptome? Psychoneuroendocrinology (2015). DOI: 10.1016/j.psyneuen.2014.10.028.
 
 



Marta Lorenzo
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