Las mujeres han constituido una parte importante de la fuerza laboral durante décadas, pero nuevos estudios reconocen que todavía vivimos en un mundo dominado por hombres. De acuerdo con una reciente investigación publicada por la encuestadora The Catalyst, las mujeres representan en la actualidad casi la mitad (el 46,7%) de la fuerza laboral obrera en Estados Unidos, el 51,5% en la administración pública y ocupaciones afines.
A pesar de estos datos, sólo el 7,6% de ellas entra en el ranking Fortune 500 de los directivos con mejores sueldos. En el mismo ranking, sólo el 2,6% de las empresas dirigidas por mujeres se cuenta entre las más exitosas. Muchas mujeres consideran que “las reglas no escritas” de los lugares de trabajo siguen favoreciendo a los hombres.
Las empresas de hoy y sus estrategias están forjadas "sobre la base de las normas masculinas", declaró Anne Hardy, vicepresidente de tecnología estratégica de los laboratorios SAP, durante un panel en el reciente forum para alumnos de la universidad Wharton en San Francisco. Los gestores tienen que pensar en cómo crear un entorno en el que las mujeres puedan "prosperar y crecer" a largo plazo dentro de una empresa, dice ella.
Empresas más humanas
Sin embargo, según Marsha Firestone presidenta y fundadora de Women Presidents, una organización de mujeres empresarias de la industria privada con ingresos anuales de más de dos millones de dólares, dedicados a realizar frecuentemente encuestas a sus miembros sobre cómo hacer negocios, asegura que los datos más recientes difundidos además por la revista Knowledge Wharton muestran que el 100% de las 50 empresas más exitosas dirigidas por mujeres ofrecen seguro de salud, el 88% ofrece planes de jubilación dignos, el 80% ofrece seguros de vida y el 66% ofrece el teletrabajo como opción laboral.
A pesar de estos datos, sólo el 7,6% de ellas entra en el ranking Fortune 500 de los directivos con mejores sueldos. En el mismo ranking, sólo el 2,6% de las empresas dirigidas por mujeres se cuenta entre las más exitosas. Muchas mujeres consideran que “las reglas no escritas” de los lugares de trabajo siguen favoreciendo a los hombres.
Las empresas de hoy y sus estrategias están forjadas "sobre la base de las normas masculinas", declaró Anne Hardy, vicepresidente de tecnología estratégica de los laboratorios SAP, durante un panel en el reciente forum para alumnos de la universidad Wharton en San Francisco. Los gestores tienen que pensar en cómo crear un entorno en el que las mujeres puedan "prosperar y crecer" a largo plazo dentro de una empresa, dice ella.
Empresas más humanas
Sin embargo, según Marsha Firestone presidenta y fundadora de Women Presidents, una organización de mujeres empresarias de la industria privada con ingresos anuales de más de dos millones de dólares, dedicados a realizar frecuentemente encuestas a sus miembros sobre cómo hacer negocios, asegura que los datos más recientes difundidos además por la revista Knowledge Wharton muestran que el 100% de las 50 empresas más exitosas dirigidas por mujeres ofrecen seguro de salud, el 88% ofrece planes de jubilación dignos, el 80% ofrece seguros de vida y el 66% ofrece el teletrabajo como opción laboral.
Mujeres estadounidenses en los negocios. Fuente: The Catalyst.
En contraposición, sólo el 62% de las empresas privadas estadounidenses lideradas por hombres ofrecen seguro de salud y un 47% ofrece los beneficios de jubilación para su personal. Por otro lado, según la Oficina de Estadísticas Laborales, el 59% de los empleados de las empresas privadas tiene acceso a seguros de vida y sólo un 5% tiene acceso a políticas de trabajo flexible. "Así que lo que han llegado a creer es que las mujeres tienden a ser mejores gerentes", dice Firestone. "Creo que lo son, y creo que estas estadísticas verifican eso."
Según Mónica McGrath, consultora de recursos humanos, coach ejecutivo y profesora de Gestión en la Universidad de Wharton, los estereotipos y prejuicios que impiden a las mujeres avanzar dentro de una empresa son ahora "más sutiles" que en el pasado y "aunque posiblemente no intencionales, existen todavía".
De igual forma, McGrath recordó que en una reunión de la dirección ejecutiva de la que una vez fue testigo como consultora, una mujer estaba siendo considerada para un puesto en el extranjero. A pesar de que era claramente la más calificada para el puesto, un gerente comentó que la mujer probablemente no querría el trabajo porque tenía dos niños pequeños. "En realidad pensé que se trataba de una observación sensible y sin discriminación", señaló McGrath. Al final, la compañía le ofreció el cargo a la mujer, que felizmente aceptó. "Ellos no tenían previsto discriminarla. Sin embargo, una empresa dirigida por una mujer sería más sensible a la hora de hacer estos comentarios".
Espacios de difícil acceso
La necesidad de ganar espacios para la mujer puede ser más difícil en campos como la ingeniería, donde predominan los hombres. La investigación de The Catalyst muestra que las mujeres son más propensas a dejar la carrera de ingeniería en comparación con otros campos.
Según la National Science Foundation, las mujeres representan el 20% de los estudiantes de ingeniería, pero sólo el 11% de los ingenieros profesionales son mujeres. "Hay poco o ningún respeto por las mujeres en los campos dominados por los hombres", dijo una mujer ingeniero en un informe reciente de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee titulado "La marea contenida: ¿Por qué las mujeres dejan la ingeniería” . "Me siento alienada", dijo otra de las más de 3.700 participantes en la encuesta, "he pasado toda mi carrera tratando de actuar como un hombre".
Muchas de las mujeres ingenieros que dejaron su puesto de trabajo coincidieron en que era difícil compaginar trabajo y familia, pues los jefes no eran comprensivos al respecto. El profesor de psicología educativa de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee Nadya A. Fouad , pone sobre la mesa la duda sobre si algunas oportunidades de progreso para las mujeres pueden fallar porque los hombres siguen comunicándose de manera informal entre ellos, en un ambiente propio, como el campo de golf o incluso el baño de caballeros.
"Si estas sintonizado en la red, sabes cuales son los próximos pasos para aprovechar una oportunidad", señala Fouad, "y si estás fuera esa red informal, es posible que simplemente no te enteres", es decir, que las mujeres juegan con desventaja.
Los expertos apuestan por romper con paradigmas desfasados dentro del mercado laboral y en la sociedad en general, y por poner verdaderamente en práctica los discursos de cajón para lograr la tan mentada integración que permita en medio de la “diversidad” el despegue económico de nuestras empresas.
Según Mónica McGrath, consultora de recursos humanos, coach ejecutivo y profesora de Gestión en la Universidad de Wharton, los estereotipos y prejuicios que impiden a las mujeres avanzar dentro de una empresa son ahora "más sutiles" que en el pasado y "aunque posiblemente no intencionales, existen todavía".
De igual forma, McGrath recordó que en una reunión de la dirección ejecutiva de la que una vez fue testigo como consultora, una mujer estaba siendo considerada para un puesto en el extranjero. A pesar de que era claramente la más calificada para el puesto, un gerente comentó que la mujer probablemente no querría el trabajo porque tenía dos niños pequeños. "En realidad pensé que se trataba de una observación sensible y sin discriminación", señaló McGrath. Al final, la compañía le ofreció el cargo a la mujer, que felizmente aceptó. "Ellos no tenían previsto discriminarla. Sin embargo, una empresa dirigida por una mujer sería más sensible a la hora de hacer estos comentarios".
Espacios de difícil acceso
La necesidad de ganar espacios para la mujer puede ser más difícil en campos como la ingeniería, donde predominan los hombres. La investigación de The Catalyst muestra que las mujeres son más propensas a dejar la carrera de ingeniería en comparación con otros campos.
Según la National Science Foundation, las mujeres representan el 20% de los estudiantes de ingeniería, pero sólo el 11% de los ingenieros profesionales son mujeres. "Hay poco o ningún respeto por las mujeres en los campos dominados por los hombres", dijo una mujer ingeniero en un informe reciente de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee titulado "La marea contenida: ¿Por qué las mujeres dejan la ingeniería” . "Me siento alienada", dijo otra de las más de 3.700 participantes en la encuesta, "he pasado toda mi carrera tratando de actuar como un hombre".
Muchas de las mujeres ingenieros que dejaron su puesto de trabajo coincidieron en que era difícil compaginar trabajo y familia, pues los jefes no eran comprensivos al respecto. El profesor de psicología educativa de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee Nadya A. Fouad , pone sobre la mesa la duda sobre si algunas oportunidades de progreso para las mujeres pueden fallar porque los hombres siguen comunicándose de manera informal entre ellos, en un ambiente propio, como el campo de golf o incluso el baño de caballeros.
"Si estas sintonizado en la red, sabes cuales son los próximos pasos para aprovechar una oportunidad", señala Fouad, "y si estás fuera esa red informal, es posible que simplemente no te enteres", es decir, que las mujeres juegan con desventaja.
Los expertos apuestan por romper con paradigmas desfasados dentro del mercado laboral y en la sociedad en general, y por poner verdaderamente en práctica los discursos de cajón para lograr la tan mentada integración que permita en medio de la “diversidad” el despegue económico de nuestras empresas.