Las barras muestran como de fácil es encontrar a alguien en una zona de Nueva York. El resultado es “contraituitivo”, según los investigadores: es más fácil esconderse en Manhattan que en Queens. Fuente: UC3M.
La movilización por redes sociales es rápida pero tiene ciertos límites. Esa es la principal conclusión de un estudio internacional en el que participan científicos de la Universidad Carlos III de Madrid publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación analiza el potencial de redes sociales como Twitter y Facebook a la hora de coordinar a la gente. En los últimos años existen numerosos ejemplos de cómo las redes sociales han servido para movilizar voluntarios en desastres naturales, campañas políticas, emergencias sanitarias, etc. Pero, ¿de verdad podemos confiar en el uso de las redes sociales para realizar esas tareas? Y si es posible, ¿cuál es el riesgo de que falle esta estrategia?
Utilizando resultados recientes de la estructura espacio-temporal de las redes sociales y datos experimentales, los investigadores han comprobado que las redes sociales pueden ser una herramienta muy útil a la hora de coordinar a la gente en situaciones críticas, pero han encontrado que el riesgo de fracaso de dicha estrategia es alto. Y lo han demostrado con un problema práctico: ¿Cuánto tiempo se tardaría (utilizando solo las redes sociales) en encontrar a una persona en Estados Unidos?
“La respuesta que hemos obtenido es que son dos días de media, pero también hay un alto riesgo de que ese tiempo sea mayor que un mes”, revela en la nota de prensa uno de los autores, Esteban Moro, profesor del Departamento de Matemáticas de la UC3M y miembro del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos. En el estudio también han participado investigadores del Instituto Masdar de Ciencia y Tecnología de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del centro de investigación australiano NICTA y de las universidades de California en San Diego (EEUU) o Edimburgo (Escocia).
La investigación analiza el potencial de redes sociales como Twitter y Facebook a la hora de coordinar a la gente. En los últimos años existen numerosos ejemplos de cómo las redes sociales han servido para movilizar voluntarios en desastres naturales, campañas políticas, emergencias sanitarias, etc. Pero, ¿de verdad podemos confiar en el uso de las redes sociales para realizar esas tareas? Y si es posible, ¿cuál es el riesgo de que falle esta estrategia?
Utilizando resultados recientes de la estructura espacio-temporal de las redes sociales y datos experimentales, los investigadores han comprobado que las redes sociales pueden ser una herramienta muy útil a la hora de coordinar a la gente en situaciones críticas, pero han encontrado que el riesgo de fracaso de dicha estrategia es alto. Y lo han demostrado con un problema práctico: ¿Cuánto tiempo se tardaría (utilizando solo las redes sociales) en encontrar a una persona en Estados Unidos?
“La respuesta que hemos obtenido es que son dos días de media, pero también hay un alto riesgo de que ese tiempo sea mayor que un mes”, revela en la nota de prensa uno de los autores, Esteban Moro, profesor del Departamento de Matemáticas de la UC3M y miembro del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos. En el estudio también han participado investigadores del Instituto Masdar de Ciencia y Tecnología de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del centro de investigación australiano NICTA y de las universidades de California en San Diego (EEUU) o Edimburgo (Escocia).
En busca de los globos
Para obtener estos resultados los investigadores utilizaron como escenario los resultados cosechados en un experimento que realizó en 2009 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa (DARPA) de Estados Unidos.
El objetivo era evaluar la eficacia de las redes sociales en movilizaciones humanas donde el tiempo fuera un factor crítico. Para ello, se convocó un concurso con un premio de 40.000 dólares en el que se invitaba a los participantes a localizar diez globos meteorológicos ocultos al azar en EEUU en el menor tiempo posible. El equipo ganador, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), consiguió ubicarlos en nueve horas.
En la investigación publicada ahora por los investigadores en PNAS, los científicos realizaron cientos de simulaciones informáticas con la información geográfica, demográfica y la estrategia utilizada por el equipo que ganó este desafío planteado por la DARPA.
Y la conclusión a la que han llegado es que los globos meteorológicos podrían haber sido localizados exclusivamente mediante las redes sociales, sin la ayuda de los medios de comunicación convencionales (radio, televisión, periódicos), aunque con ciertos límites.
“Los resultados indican que una movilización social de este tipo solo tendría éxito bajo determinadas condiciones óptimas”, indica el estudio. Con todo, incluso en condiciones óptimas, el riesgo de que la iniciativa fracase es muy alto.
Para obtener estos resultados los investigadores utilizaron como escenario los resultados cosechados en un experimento que realizó en 2009 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa (DARPA) de Estados Unidos.
El objetivo era evaluar la eficacia de las redes sociales en movilizaciones humanas donde el tiempo fuera un factor crítico. Para ello, se convocó un concurso con un premio de 40.000 dólares en el que se invitaba a los participantes a localizar diez globos meteorológicos ocultos al azar en EEUU en el menor tiempo posible. El equipo ganador, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), consiguió ubicarlos en nueve horas.
En la investigación publicada ahora por los investigadores en PNAS, los científicos realizaron cientos de simulaciones informáticas con la información geográfica, demográfica y la estrategia utilizada por el equipo que ganó este desafío planteado por la DARPA.
Y la conclusión a la que han llegado es que los globos meteorológicos podrían haber sido localizados exclusivamente mediante las redes sociales, sin la ayuda de los medios de comunicación convencionales (radio, televisión, periódicos), aunque con ciertos límites.
“Los resultados indican que una movilización social de este tipo solo tendría éxito bajo determinadas condiciones óptimas”, indica el estudio. Con todo, incluso en condiciones óptimas, el riesgo de que la iniciativa fracase es muy alto.
Mapa de densidad de cómo de fácil es encontrar a alguien (o algo) en una zona de Estados Unidos, según el modelo creado por los investigadores. (Azul = difícil, rojo=fácil). Los círculos indican las posiciones de los globos en el concurso de DARPA en 2009. Fuente: UC3M.
El papel de los incentivos
El objetivo del experimento de DARPA era comprobar si se podían crear incentivos para que la gente contribuyera a dar información fiable en situaciones límite, como catástrofes naturales.
En el caso de la búsqueda de los globos, la persona que los encontraba recibía una compensación predeterminada, por ejemplo, 1.000 dólares, su reclutador recibía 500 y el reclutador del reclutador 250. En el Desafío DARPA, un equipo del MIT pudo localizar los 10 globos meteorológicos en menos de nueve horas.
El año pasado se organizó un experimento similar denominado Tag Challenge, por parte del Departamento de Estado de EE UU y la Embajada de EE UU en Praga. El objetivo era encontrar a cinco "sospechosos" en cinco ciudades de Europa y Estados Unidos.
Uno de los investigadores del estudio que se publica ahora, Manuel Cebrián, de la Universidad de California, estaba tanto en el equipo ganador del experimento de DARPA como en el Tag Challenge, cuenta PhysOrg.
Analizando los datos de ambos experimentos, los investigadores han descubierto que uno de los factores fundamentales para que las iniciativas impulsadas desde redes sociales tengan éxito es que haya un líder carismático que tenga muchas relaciones sociales, así como la capacidad para correr la voz rápidamente.
También era importante que unos pocos participantes "centrales", relacionados entre sí, estuvieran repartidos por grandes áreas geográficas (lo que se denomina conexiones de mundo pequeño).
El objetivo del experimento de DARPA era comprobar si se podían crear incentivos para que la gente contribuyera a dar información fiable en situaciones límite, como catástrofes naturales.
En el caso de la búsqueda de los globos, la persona que los encontraba recibía una compensación predeterminada, por ejemplo, 1.000 dólares, su reclutador recibía 500 y el reclutador del reclutador 250. En el Desafío DARPA, un equipo del MIT pudo localizar los 10 globos meteorológicos en menos de nueve horas.
El año pasado se organizó un experimento similar denominado Tag Challenge, por parte del Departamento de Estado de EE UU y la Embajada de EE UU en Praga. El objetivo era encontrar a cinco "sospechosos" en cinco ciudades de Europa y Estados Unidos.
Uno de los investigadores del estudio que se publica ahora, Manuel Cebrián, de la Universidad de California, estaba tanto en el equipo ganador del experimento de DARPA como en el Tag Challenge, cuenta PhysOrg.
Analizando los datos de ambos experimentos, los investigadores han descubierto que uno de los factores fundamentales para que las iniciativas impulsadas desde redes sociales tengan éxito es que haya un líder carismático que tenga muchas relaciones sociales, así como la capacidad para correr la voz rápidamente.
También era importante que unos pocos participantes "centrales", relacionados entre sí, estuvieran repartidos por grandes áreas geográficas (lo que se denomina conexiones de mundo pequeño).
Referencia bibliográfica:
Alex Rutherford, Manuel Cebrián, Sohan Dsouza, Esteban Moro, Alex Pentland, Iyad Rahwan. Limits of social mobilization. PNAS (2013). DOI: 10.1073/pnas.1216338110
Alex Rutherford, Manuel Cebrián, Sohan Dsouza, Esteban Moro, Alex Pentland, Iyad Rahwan. Limits of social mobilization. PNAS (2013). DOI: 10.1073/pnas.1216338110