Las lluvias torrenciales se han triplicado en el Sahel en los últimos 35 años

Se originan con más frecuencia debido al aumento del calor en el desierto del Sáhara


Las lluvias extremas se han triplicado en el Sahel en los últimos 35 años debido al calentamiento global. Son lluvias explosivas que destruyen suelos agrícolas y que se originan en el desierto del Sáhara, donde la temperatura media ha aumentado mucho más que en otras regiones acentuando el gradiente meridional de temperatura en la colindante región del Sahel.


Redacción T21
27/04/2017

Las lluvias extremas se han triplicado en el Sahel en los últimos 35 años y provocado devastadoras inundaciones. Esta tendencia deberá continuar a lo largo de este siglo, según un estudio de investigadores europeos publicado en Nature del que informa el Centre for Ecology & Hydrology (CEH)  en un comunicado.

El análisis de datos de satélites recogidos entre 1982 y 2016 muestra un aumento constante de los episodios pluviométricos extremos, que hoy son de 3 a 4 veces más frecuentes que hace 35 años: se producen a una media de 80 durante los cuatro meses que dura el monzón (de junio a septiembre), frente a una veintena de veces que se producían con anterioridad.

Las tormentas del Sahel se encuentran entre las más explosivas del planeta y representan el 90% de las lluvias de esta región, aunque  apenas benefician a la agricultura porque el agua no penetra en la tierra y erosiona los suelos debido a su frecuencia y corta duración.

Estos fenómenos extremos se deben no sólo al aumento de nubes de lluvia derivado de las sequías de los años 80, sino también al calentamiento climático vivido en el desierto del Sáhara, donde la circulación atmosférica ha desencadenado tormentas intensas en el Sahel.

El Sahel es la zona ecoclimática y biogeográfica de transición entre el desierto del Sáhara en el norte y la sabana sudanesa en el sur. Se extiende a través del norte del continente africano entre el Océano Atlántico y el Mar Rojo.

Sistema Convectivo de Mesoescala

Numerosos trabajos sugieren que el calentamiento atmosférico global se acompaña de una intensificación del ciclo del agua que produce fenómenos hidrometeorológicos extremos. Una evolución al alza de las lluvias extremas se ha comprobado ya en numerosas regiones del mundo, en particular en las zonas templadas.

Sin embargo, la evolución de los regímenes de precipitación en las regiones tropicales todavía no es bien conocida debido a las pocas observaciones a largo plazo y a la dificultad de los modelos climáticos de integrar los procesos de convección que generan las lluvias en estas regiones.

Los investigadores han analizado específicamente un sistema de tormentas llamado Sistema Convectivo de Mesoescala  (SCM) y su incidencia en el África Occidental, donde los SCM aportan la mayoría de precipitaciones, entre ellas las más intensas de todo el planeta.

Los datos de los satélites geoestacionarios que cubren el Atlántico desde 1982 y las medidas pluviométricas in situ han revelado un aumento constante de los SCM más intensos en el Sahel y de extremos pluviométricos diarios asociados a estos fenómenos.

Esta tendencia se limita a la zona del Sahel (entre las latitudes 11ºN y 18ºN) en el período de julio a septiembre, y alcanza asimismo la costa guineana en primavera. Está estrechamente vinculada a la curva de recalentamiento atmosférico global, según los investigadores.

Sin embargo, la temperatura no ha aumentado en el Sahel durante el monzón, descartándose por tanto la hipótesis de un recalentamiento atmosférico local en la intensificación de las lluvias.

Origen sahariano

Como las observaciones realizadas mediante GPS sobre el vapor de agua indican que los SCM más intensos no se desarrollan en un entorno húmedo, los investigadores atribuyen al Sáhara la explicación del aumento de las temperaturas extremas en el Sahel.

Esta constatación ha constituido una sorpresa para los científicos porque hasta ahora no se pensaba que una tormenta pudiera nutrirse del calor emanado de una región vecina, lo que podrá servir para interpretar episodios parecidos en las regiones tropicales o en las grandes llanuras de Estados Unidos.

Con el calentamiento global, la temperatura media del Sáhara ha aumentado mucho más que en otras regiones de su entorno geográfico, acentuando el gradiente meridional de temperatura en la colindante región del Sahel.

El aumento de esta gradiente provoca una intensificación de la cizalladura o cortante del viento (diferencia en la velocidad del viento o su dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre) que favorece el desarrollo de SCM intensos, capaces de generar en el espacio de unas horas una fuerte convergencia de humedad. Estos factores vienen acompañados de violentas lluvias y explican la tendencia observada en los extremos pluviométricos.

Los modelos climáticos señalan un progresivo aumento de la gradiente térmica meridional y proyectan una acentuación de esta gradiente a lo largo del siglo XXI. Por eso es más que probable el aumento de la frecuencia de lluvias extremas en el Sahel en el futuro, señalan los investigadores.

Estos resultados proporcionan nuevas claves para evaluar y mejorar las simulaciones climáticas en los trópicos, y más particularmente en África Occidental. Aportan interesantes datos para analizar el impacto del cambio climático en esta región del mundo y definir las mejores estrategias de adaptación.

Referencia

Frequency of extreme Sahelian storms tripled since 1982 in satellite observations. Nature 544, 475–478 (27 April 2017) doi:10.1038/nature22069

 



Redacción T21
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