Operación de compra.
La visión de determinadas imágenes puede condicionarnos a la hora de tomar decisiones económicas, ha revelado un estudio reciente realizado por la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Un comunicado de dicha universidad señala que imágenes (por ejemplo eróticas) que produzcan una respuesta emocional positiva en un individuo, le animan a gastar dinero en productos que no tienen nada que ver con dichas imágenes.
Esta es la conclusión que se desprende de la investigación realizada por el profesor de psicología de la Universidad de Stanford, Brian Knutson, y su colaboradora, Camelia Kuhnen, en la que fueron analizados 15 varones heterosexuales expuestos a estímulos positivos, neutros o negativos para conocer sus reacciones inmediatamente posteriores a estos estímulos, en un juego económico.
Mayor tendencia al riesgo
Según Knutson, tras la estimulación positiva –que consistía en imágenes eróticas de hombres y mujeres juntos- los hombres tendieron con mayor regularidad a asumir mayores riesgos financieros que tras ver el resto de las imágenes. Knutson añade que éste es el primer estudio que demuestra que un estímulo emocional puede influir en el riesgo financiero asumido.
En la revista especializada NeuroReport los investigadores explican, por otro lado, que las imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI tomadas de los cerebros de los participantes mostraron un incremento espontáneo de la activación del núcleo accumbens del cerebro justo antes de correr un riesgo financiero en el juego.
El núcleo accumbens es un grupo de neuronas del encéfalo que se cree tiene un importante papel en la recompensa, la risa, el placer, la adicción y el miedo.
Mecanismo neurofisiológico descifrado
Por tanto, los científicos han conseguido identificar uno de los mecanismos neurofisiológicos que subyace a una apelación emocional efectiva en los dominios financiero, publicitario e incluso político.
Las imágenes de resonancia magnética funcional fueron tomadas del cerebro de los participantes con un escaner de resonancia magnética (tecnología que permite medir la respuesta hemodinámica relativa a la actividad neuronal del cerebro) mientras éstos veían imágenes eróticas, imágenes de arañas o serpientes (para producir la respuesta negativa), o imágenes de objetos de oficina (imágenes neutras).
Tras ver dichas imágenes, los participantes debían elegir uno de dos niveles de riesgo financiero en una jugada. Cuando el juego y las mediciones de los cerebros hubieron terminado, los científicos aplicaron el análisis estadístico para determinar si la activación del núcleo accumbens había tenido algún efecto en el comportamiento de los jugadores.
Las respuesta fue “sí”, afirmó Knutson. Tras ver las imágenes eróticas, los hombres tendieron a elegir la opción de mayor riesgo financiero con mayor frecuencia.
Comportamiento condicionado
Knutson y Kuhnen habían demostrado en un estudio anterior que utilizando la fMRI podía usarse la actividad cerebral para predecir el comportamiento de una persona ante un riesgo financiero considerando la actividad del núcleo accumbens.
Por el contrario, el incremento de actividad en el área del cerebro llamada ínsula (relacionada con las emociones y los sentimientos) venía a suponer que la persona estudiada evitaría el riesgo financiero.
Lo que los científicos no sabían hasta analizar los resultados de esta última investigación es que se puede controlar la activación del núcleo accumbens presentando estímulos completamente irrelevantes que, sin embargo, llegan realmente a modificar el comportamiento de los individuos.
Neuroeconomía
Pero aún quedan otros muchos aspectos que analizar para descifrar los efectos de los estímulos emocionales en el comportamiento, asegura Knutson, que proyecta en un futuro próximo estudiar las respuestas de las mujeres a ellos.
La presente investigación se adscribe a la denominada “neuroeconomía”, que es una combinación de neurociencia, economía y psicología con la que se pretende conocer los procesos de elección de los individuos.
La neuroeconomía analiza el papel del cerebro cuando los individuos evalúan decisiones, y categorizan los riesgos y las recompensa; así como cuando interactúan entre ellos.
Knutson trabaja, por otro lado, en el Symbiotic Project of Affective Neurosciencies, un proyecto que busca comprender las bases neuronales de las experiencias afectivas.
Un comunicado de dicha universidad señala que imágenes (por ejemplo eróticas) que produzcan una respuesta emocional positiva en un individuo, le animan a gastar dinero en productos que no tienen nada que ver con dichas imágenes.
Esta es la conclusión que se desprende de la investigación realizada por el profesor de psicología de la Universidad de Stanford, Brian Knutson, y su colaboradora, Camelia Kuhnen, en la que fueron analizados 15 varones heterosexuales expuestos a estímulos positivos, neutros o negativos para conocer sus reacciones inmediatamente posteriores a estos estímulos, en un juego económico.
Mayor tendencia al riesgo
Según Knutson, tras la estimulación positiva –que consistía en imágenes eróticas de hombres y mujeres juntos- los hombres tendieron con mayor regularidad a asumir mayores riesgos financieros que tras ver el resto de las imágenes. Knutson añade que éste es el primer estudio que demuestra que un estímulo emocional puede influir en el riesgo financiero asumido.
En la revista especializada NeuroReport los investigadores explican, por otro lado, que las imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI tomadas de los cerebros de los participantes mostraron un incremento espontáneo de la activación del núcleo accumbens del cerebro justo antes de correr un riesgo financiero en el juego.
El núcleo accumbens es un grupo de neuronas del encéfalo que se cree tiene un importante papel en la recompensa, la risa, el placer, la adicción y el miedo.
Mecanismo neurofisiológico descifrado
Por tanto, los científicos han conseguido identificar uno de los mecanismos neurofisiológicos que subyace a una apelación emocional efectiva en los dominios financiero, publicitario e incluso político.
Las imágenes de resonancia magnética funcional fueron tomadas del cerebro de los participantes con un escaner de resonancia magnética (tecnología que permite medir la respuesta hemodinámica relativa a la actividad neuronal del cerebro) mientras éstos veían imágenes eróticas, imágenes de arañas o serpientes (para producir la respuesta negativa), o imágenes de objetos de oficina (imágenes neutras).
Tras ver dichas imágenes, los participantes debían elegir uno de dos niveles de riesgo financiero en una jugada. Cuando el juego y las mediciones de los cerebros hubieron terminado, los científicos aplicaron el análisis estadístico para determinar si la activación del núcleo accumbens había tenido algún efecto en el comportamiento de los jugadores.
Las respuesta fue “sí”, afirmó Knutson. Tras ver las imágenes eróticas, los hombres tendieron a elegir la opción de mayor riesgo financiero con mayor frecuencia.
Comportamiento condicionado
Knutson y Kuhnen habían demostrado en un estudio anterior que utilizando la fMRI podía usarse la actividad cerebral para predecir el comportamiento de una persona ante un riesgo financiero considerando la actividad del núcleo accumbens.
Por el contrario, el incremento de actividad en el área del cerebro llamada ínsula (relacionada con las emociones y los sentimientos) venía a suponer que la persona estudiada evitaría el riesgo financiero.
Lo que los científicos no sabían hasta analizar los resultados de esta última investigación es que se puede controlar la activación del núcleo accumbens presentando estímulos completamente irrelevantes que, sin embargo, llegan realmente a modificar el comportamiento de los individuos.
Neuroeconomía
Pero aún quedan otros muchos aspectos que analizar para descifrar los efectos de los estímulos emocionales en el comportamiento, asegura Knutson, que proyecta en un futuro próximo estudiar las respuestas de las mujeres a ellos.
La presente investigación se adscribe a la denominada “neuroeconomía”, que es una combinación de neurociencia, economía y psicología con la que se pretende conocer los procesos de elección de los individuos.
La neuroeconomía analiza el papel del cerebro cuando los individuos evalúan decisiones, y categorizan los riesgos y las recompensa; así como cuando interactúan entre ellos.
Knutson trabaja, por otro lado, en el Symbiotic Project of Affective Neurosciencies, un proyecto que busca comprender las bases neuronales de las experiencias afectivas.