La proporción de personas que padecen trastornos psicológicos graves ha alcanzado niveles sin precedentes, según un estudio publicado en la revista Psychiatric Services. El mismo estudio señala que las instituciones del país son incapaces de hacer frente a la creciente demanda de salud mental de la población.
El estudio se basa en estadísticas federales de los años comprendidos entre 2006 y 2014. Las estadísticas recogen datos de más de 35.000 hogares estadounidenses que representan a más de 200.000 personas de 18 a 64 años de edad, pertenecientes a todos los grupos étnicos y socioeconómicos.
Analizando estos datos, los investigadores descubrieron que el 3,4% de los ciudadanos norteamericanos, más de 8.300.000 personas, sufren problemas psicológicos que han requerido intervención médica. Hace 10 años, esta proporción era del 3%.
Los problemas psicológicos se refieren a tristeza, inquietud e irritabilidad, que afectan al equilibrio fisiológico del cuerpo y reducen su esperanza de vida. Según los investigadores, esta evolución en el sentimiento de desesperanza puede explicar la alta tasa de suicidios, que llega a los 43.000 casos al año.
Otro dato que puede tener relación con el aumento de la demanda de atención médica para enfermedades mentales es el relativo a la tasa de mortalidad, que para los norteamericanos blancos de mediana edad ha estado en declive desde 1978. Sin embargo, esta tasa comenzó a aumentar hace 15 años por el uso de alcohol, drogas y el recurso al suicidio, especialmente en los grupos sociales más marginados.
Para agravar esta situación, el nuevo estudio señala que el acceso a los servicios médicos de atención mental se ha visto reducido para las personas que sufren angustia emocional, debido especialmente al déficit de profesionales, a la falta de seguro médico y a la crisis económica originada en 2008.
El estudio se basa en estadísticas federales de los años comprendidos entre 2006 y 2014. Las estadísticas recogen datos de más de 35.000 hogares estadounidenses que representan a más de 200.000 personas de 18 a 64 años de edad, pertenecientes a todos los grupos étnicos y socioeconómicos.
Analizando estos datos, los investigadores descubrieron que el 3,4% de los ciudadanos norteamericanos, más de 8.300.000 personas, sufren problemas psicológicos que han requerido intervención médica. Hace 10 años, esta proporción era del 3%.
Los problemas psicológicos se refieren a tristeza, inquietud e irritabilidad, que afectan al equilibrio fisiológico del cuerpo y reducen su esperanza de vida. Según los investigadores, esta evolución en el sentimiento de desesperanza puede explicar la alta tasa de suicidios, que llega a los 43.000 casos al año.
Otro dato que puede tener relación con el aumento de la demanda de atención médica para enfermedades mentales es el relativo a la tasa de mortalidad, que para los norteamericanos blancos de mediana edad ha estado en declive desde 1978. Sin embargo, esta tasa comenzó a aumentar hace 15 años por el uso de alcohol, drogas y el recurso al suicidio, especialmente en los grupos sociales más marginados.
Para agravar esta situación, el nuevo estudio señala que el acceso a los servicios médicos de atención mental se ha visto reducido para las personas que sufren angustia emocional, debido especialmente al déficit de profesionales, a la falta de seguro médico y a la crisis económica originada en 2008.
Grupos más frágiles
Esta crisis, según los investigadores, habría causado daños emocionales severos y a largo plazo sobre los grupos de población más frágiles, llevando a los enfermos mentales a un punto del que jamás podrán recuperarse.
Según los investigadores, las personas entre los 45 y 59 años de edad son las más expuestas, ya que forman parte de la primera generación de individuos cuyas perspectivas de vida son peores que las de sus padres.
Los datos obtenidos por el nuevo estudio certifican que el 9,5% de los ciudadanos norteamericanos que padecen trastornos psicológicos graves no tiene cobertura médica para acceder a un psiquiatra o un psicólogo.
Este dato, correspondiente a 2014, contrasta con el dato anterior de 2006, cuando la proporción era del 9%. En el mismo período, mientras en 2014 un 9,9% de los norteamericanos no tenía medios para pagar sus medicamentos, en 2006 esta proporción era del 8,7%.
Según la OMS, hay una gran variedad de trastornos mentales que se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo. En su conjunto, más de 420 millones de personas padecen estos trastornos mentales en todo el mundo.
Esta crisis, según los investigadores, habría causado daños emocionales severos y a largo plazo sobre los grupos de población más frágiles, llevando a los enfermos mentales a un punto del que jamás podrán recuperarse.
Según los investigadores, las personas entre los 45 y 59 años de edad son las más expuestas, ya que forman parte de la primera generación de individuos cuyas perspectivas de vida son peores que las de sus padres.
Los datos obtenidos por el nuevo estudio certifican que el 9,5% de los ciudadanos norteamericanos que padecen trastornos psicológicos graves no tiene cobertura médica para acceder a un psiquiatra o un psicólogo.
Este dato, correspondiente a 2014, contrasta con el dato anterior de 2006, cuando la proporción era del 9%. En el mismo período, mientras en 2014 un 9,9% de los norteamericanos no tenía medios para pagar sus medicamentos, en 2006 esta proporción era del 8,7%.
Según la OMS, hay una gran variedad de trastornos mentales que se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo. En su conjunto, más de 420 millones de personas padecen estos trastornos mentales en todo el mundo.
Referencia
Disparities in Health Care Utilization and Functional Limitations Among Adults With Serious Psychological Distress, 2006–2014. Psychiatric Services,Volume 68, Issue 4, April 01, 2017. http://dx.doi.org/10.1176/appi.ps.201600260
Disparities in Health Care Utilization and Functional Limitations Among Adults With Serious Psychological Distress, 2006–2014. Psychiatric Services,Volume 68, Issue 4, April 01, 2017. http://dx.doi.org/10.1176/appi.ps.201600260