Las empresas dirigidas por mujeres tienen mejores resultados económicos

Su estilo de dirección favorece las relaciones interpersonales, según un estudio


Las empresas que promocionan a las mujeres a puestos directivos de responsabilidad obtienen mejores resultados económicos. A esa conclusión llega un estudio llevado a cabo por profesores de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia y de Maryland. El estudio ha consistido en repasar los resultados de las 1.500 empresas más grandes de Estados Unidos y de ver qué relación guardan esos resultados con la presencia o no de mujeres en sus equipos directivos. Según sus autores, este buen comportamiento es debido a su estilo de dirección, en concreto a su capacidad para gestionar las relaciones interpersonales dentro de la empresa, así como para conseguir que la voz de los trabajadores sea escuchada. Por Raúl Morales.


Raúl Morales
27/06/2008

Pese a que lo normal es que no haya muchas mujeres directivas, un estudio llevado a cabo en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia ha demostrado que las empresas en las hay mujeres en puestos de dirección senior obtienen mejores resultados económicos.

Para investigar la conexión entre el comportamiento de una empresa y el hecho de que al frente de ella esté una mujer, sus autores, David Gaddis Ross, de la Universidad de Columbia y Cristian Dezsö, de la Universidad de Maryland, examinaron los resultados (ventas anuales, crecimientos etcétera) de las 1.500 mayores empresas de los Estados Unidos entre los años 1996 y 2006. En concreto analizaron la relación entre esas mediciones y el porcentaje de mujeres en posiciones de dirección senior (excluyendo el puesto de presidenta ejecutiva) y, por separado, estudiaron sólo aquellas corporaciones cuya presidencia ejecutiva estaba ocupada por una mujer.

Sus resultados han puesto de manifiesto que un alto porcentaje de mujeres en posiciones directivas (en la mayor parte de los casos con una sola mujer) está relacionado positivamente con un mejor comportamiento de la empresa. Ahora bien, cuando se trata de mujeres en la presidencia ejecutiva, esta asociación es neutra o negativa. Esto sugiere que las mujeres en puestos de dirección senior aportan valor a la empresa, pero que las cualidades femeninas, sean cual sean, se neutralizan cuando es la mujer quien ocupa la presidencia ejecutiva.

Relación positiva

La investigación también analiza qué tipos de firmas se benefician de los efectos de una mayor participación femenina. Así, el estudio muestra que las directivas son más efectivas en empresas que ponen un mayor énfasis en la investigación y el desarrollo. “El impacto positivo se encuentra en empresas involucradas en la innovación, donde la democracia y la participación es vista como algo importante”, comenta Ross en un artículo. “Y eso va en consonancia con el estilo de gestión femenina”.

Los economistas y los políticos se enfrentan desde hace décadas con una paradoja: las mujeres han entrado en el mundo laboral con mucha fuerza, sin embargo muy pocas ocupan puestos directivos. Según la base de datos de Standard & Poors, menos de una tercera parte de las 1.500 empresas más grandes de los Estados Unidos tenían en sus puestos de dirección más altos por lo menos una mujer.

Si hablamos de presidentas ejecutivas, los números son todavía más descorazonadores: sólo el 2,5% de esas 1.500 empresas tienen una presidenta. En 2006, doce mujeres dirigían alguna empresa dentro del ranking Fortune 500. Diez años antes, sólo lo hacía una, Angela Brady, la primera ejecutiva de WellPoint, que ocupaba el puesto 35 en la lista Fortune 500.

Estas estadísticas son duras. Además, pocos estudios se han centrado en observar la relación entre el porcentaje de mujeres en sus puestos directivos y sus resultados económicos. “No intentamos explicar las razones por las que se ha roto o no el “techo de cristal”, comenta Ross.“En cambio, buscamos empresas con una mayor participación de mujeres en sus niveles más altos y, si este hecho, mejora sus resultados”

Estilo femenino

Muchos estudios contemplan un “estilo femenino de gestión” que, de hecho, se ha constatado mucho más efectivo que el estilo de gestión asociado al hombre. Las mujeres tienden a dirigir de un modo más participativo, en contraste con las estructuras jerárquicas típicas de los directivos. Otras investigaciones han puesto de manifiesto que la inclusión de mujeres en puestos directivos proporciona diversidad de perspectivas, experiencias vitales y capacidad para resolver problemas. Todo ello, evidentemente, contribuye al éxito económico de la empresa.

Otros estudios han argumentado que el “estilo femenino” no es necesariamente bien recibido o visto a nivel de dirección ejecutiva, donde en muchas ocasiones se espera la autocracia. La percepción es otro asunto. Una mujer puede ser vista en muchas ocasiones como poco agresiva para tomar el mando de una empresa. Por otro lado, algunos expertos dicen que diversidad dificulta la toma de decisiones porque puede provocar disputas internas.

Otro problema es que los hombres suelen ser juzgados con más benevolencia en puestos típicamente ocupados por hombres. Así, los puestos de presidente ejecutivo están mayoritariamente ocupados por hombres, por lo que las directivas que acceden o quieren acceder a ese puesto parten ya con una desventaja. Estos factores dificultan su acceso y su porcentaje de participación en tales puestos.

En general, los datos sugieren que las empresas que promocionan a las mujeres a puestos de dirección disfrutan de un comportamiento económico mejor debido a su capacidad para manejar las relaciones interpersonales y su tendencia a fomentar que la voz de los empleados sea escuchada. “Eso es lo que las feministas han esgrimido durante años”, comenta Ross.



Raúl Morales
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