Las empresas deben apostar por nuevos talentos sin experiencia

Según datos recientes, dar paso a las nuevas generaciones evitará los efectos del envejecimiento poblacional, y la fuga de cerebros


Hoy en día, la gran mayoría de las empresas prefieren ahorrarse los costes de formación y dar paso sólo a la veteranía. Los expertos consideran esto como un grave error que genera la fuga de cerebros de nuevos talentos. Además, datos recientes alertan de un peligro a largo plazo: las jubilaciones, la falta de preparación y la demanda laboral en países extranjeros dejarán sin personal capacitado a los países hoy en recesión, una vez subsanada la crisis.


Iván Abreu Anaya
15/10/2012

La experiencia en el campo de trabajo ha sido siempre muy apreciada entre los grandes gerentes y ha beneficiado enormemente a quienes la poseen. Sin embargo, los tiempos cambian y las sociedades han ido demandado más preparación profesional de la mano obrera, en función de sus propias necesidades.

Con la llegada de la temida crisis mundial, el profesional medio se encuentra ahora con que, a pesar de su extensa preparación, las empresas no recompensan su sacrificio a nivel financiero. Además, hoy no se da cabida a profesionales sin experiencia ni existen empresarios que ofrezcan formación inicial.

Según el profesor de liderazgo y comportamiento organizacional Shlomo Ben-Hur, la globalización ha ofrecido enormes posibilidades a las empresas: mercados más grandes, mayores fuentes de innovación y una amplia y profunda piscina de talentos.

Sin embargo, asegura el estudioso, muchas organizaciones siguen teniendo aún dificultades para encontrar trabajadores con las habilidades y talentos para satisfacer sus necesidades, lo que en gran parte es debido a que hoy se quiere obtener más por menos y sin ofrecer grandes expectativas laborales.

El experto dice: “y va a empeorar”

La mala noticia es que, lejos de vislumbrarse una mejoría del panorama, la situación va a empeorar, asegura el experto en el medio especializado Management-Issues. En los próximos años, cuatro presiones clave harán que incluso la gestión del talento sea cada vez más difícil.

“El año pasado más de la mitad de los directivos consultados por DDI, una empresa dedicada a la gestión de talento global, señaló que su flujo de talentos no estaba creciendo lo suficientemente rápido, mientras que otros estudios encuentran que las organizaciones ya se enfrentan a enormes dificultades para encontrar y mantener a la gente que necesitan para hacer crecer sus negocios”, afirma Ben-Hur.

Según el investigador, las cuatro presiones claves que harán más difícil al paso del tiempo contar con verdaderos talentos dentro de las empresas serán:

El envejecimiento de la población

La primera cuestión que afecta el talento es simple demografía: las poblaciones están envejeciendo. En 2050, el número de personas de 65 años o más en los países se habrán duplicado. Lo que, a criterio de Ben-Hur, invita a repensar en la jubilación que será la que proporcionará parte del déficit.

Aumento de la demanda

La otra cara de la moneda es que para combatir el envejecimiento de la población, se necesitaran más trabajadores y existirá mayor demanda. De hecho, para mantener el crecimiento económico se estima que sólo los Estados Unidos de América requerirá un adicional de 25 millones de trabajadores en el 2030, para cubrir las plazas abandonadas por los talentos jubilados, y Europa Occidental requerirá la asombrosa cifra adicional de 45 millones de trabajadores. Al menos eso afirma el experto.

Empleabilidad

Las organizaciones están cada vez más enfocadas en las habilidades que los graduados universitarios obtienen de la enseñanza superior, necesarias para contribuir a la economía moderna.

Si no existe preparación, no habrá empleabilidad de mano profesional. En países como los Estados Unidos y el Reino Unido, menos personas están estudiando carreras tan necesarias como la ingeniería, la ciencia y las matemáticas.

Junto a esto, sólo una cuarta parte de los profesionales en India por ejemplo, y el 20% de los de Rusia, son considerados "empleables" por las empresas multinacionales. Es decir, la gran mayoría no cuenta con la preparación demandada por las grandes empresas.

Cambio de expectativas del talento

Una fuerza evidente y que no se puede obviar es el hecho de que la gente está cambiando cada vez más, o al menos son sus expectativas, cambiar, mejorar.

Los cambios generacionales son la causa primordial, se piensa de otra manera y se tiene menos reservas, los trabajadores son más jóvenes que los antiguos talentos y esperan más que simples resultados financieros, incluso tienen menos temor a cambiar de empresa y a viajar con tal de conseguir lo que quieren.

“Ya estamos viendo esto en la práctica, también, una reciente investigación fascinante muestra que un gran número de altos dirigentes ya no quieren seguir ascendiendo, prefieren la comodidad a nuevos retos, aunque sólo una minoría de ellos admitió esto a la empresa. Así que las organizaciones van a tener que trabajar más para atraer, retener y motivar el talento”, asegura el experto.

La visión de futuro y el buen olfato empresarial

Así que podemos estar hasta el cuello en una fuerza de empleados excedentes y con la recesión impulsada por ahora, pero la tendencia es clara: la demanda va a aumentar y la oferta (de empleados) va a disminuir.

El experto aconseja a los líderes auditar constantemente sus actividades formativas y de selección de personal y sus resultados cada año. “No hay que esperar resultados sorprendentes cada año, con que sean siempre de evolución y positivos ya se habrá cumplido el objetivo”, apunta el investigador .

Pisar suelo firme y estar conscientes de la realidad social es indispensable. Si como directivos no se forma personal de relevo, futuros talentos, el reto estará cumplido a medias. Apostar por dar oportunidad y formación constante a los nuevos profesionales será siempre una inversión con frutos a corto plazo, al menos así lo afirman los expertos.



Iván Abreu Anaya
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