Las corrientes de viento en chorro no son tan eficientes y viables como se pensaba

Un nuevo estudio determina que su potencialidad sería mucho menor de lo que se creía y que su aprovechamiento tendría un fuerte impacto en el clima


Un estudio efectuado por ingenieros e investigadores del Instituto Max Planck de Biogeoquímica de Jena, Alemania, ha determinado que el potencial energético de las corrientes de viento en chorro a gran altitud es 200 veces menor que el informado por investigaciones previas, desestimando de esta forma las expectativas que existían sobre este fenómeno y su utilización en la generación de energía eólica. Por otro lado, el estudio señala que las actividades energéticas de este tipo tendrían un profundo impacto en el sistema climático de todo el planeta. Por Pablo Javier Piacente.


12/12/2011

Las corrientes de viento en chorro a gran altitud no serían tan efectivas para la generación de energía eólica, y además conllevarían complejas consecuencias climáticas. Imagen: Max Planck Institute for Biogeochemistry.
Las corrientes de viento en chorro a gran altitud son estudiadas desde hace muchos años por su aparente potencial para la generación de energía eólica. Sin embargo, una investigación desarrollada recientemente por especialistas del Instituto Max Planck de Biogeoquímica de Jena, Alemania, indica que su capacidad de generación energética sería 200 veces menor de lo esperado. Además, los desarrollos energéticos relacionados con estas corrientes podrían propiciar intensos cambios en el equilibrio climático global.

Los resultados de este estudio han sido difundidos a través de una nota de prensa del Instituto Max Planck de Biogeoquímica, y también en un artículo del medio especializado Earth System Dynamics. Cabe recordar que las corrientes de viento en chorro se generan en regiones donde existe un viento continuo con una velocidad superior a los 25 metros por segundo, y a una altura de 7,16 kilómetros.

Como se trata de grandes velocidades, todo parecía sugerir que estas corrientes constituirían una fuente casi ilimitada de energía renovable, y que se requeriría sólo de una tecnología de energía eólica corriente para aprovecharla. Distintas afirmaciones han indicado, de hecho, que esta fuente de energía podría “abastecer a toda la civilización humana”, provocando grandes inversiones en proyectos al respecto.

Sin embargo, un equipo del Instituto Max Planck de Biogeoquímica, dirigido por Axel Kleidon, ha determinado que la máxima energía extraíble de las corrientes en chorro es aproximadamente 200 veces menor que las cantidades estimadas previamente. Por otra parte, las simulaciones de modelos climáticos han evidenciado que la extracción de energía por turbinas eólicas a partir de las corrientes en chorro alteraría el flujo de éstas, y esto tendría un impacto negativo en el sistema climático de todo el planeta.


Menor potencial

Uno de los puntos vitales en torno a las corrientes en chorro son las grandes diferencias de temperatura y presión del aire entre las regiones ecuatoriales y las polares. Estas fuertes variaciones establecen el límite en cuanto a la cantidad de viento que se puede generar y el porcentaje del mismo que podría ser utilizado como recurso energético renovable.

Estudios previos habían determinado que estos vientos, que resultan diez veces más fuertes que aquellos que pueden aprovecharse en la superficie del planeta a través de generadores de energía eólica, podían permitir obtener valores de generación energética superiores a los 10 kilovatios por metro cuadrado.

Incluso ya se habían determinado varias zonas con mayor potencial para este tipo de proyectos, como Japón, el este de China, la costa este de los Estados Unidos, el sur de Australia o el nordeste de África. Al mismo tiempo, desde hace algunos años se vienen desarrollando distintas propuestas tecnológicas para poder aprovechar la energía a esa altitud, como por ejemplo turbinas eólicas con capacidad de quedar suspendidas en el aire.

Según el grupo conducido por Kleidon, que utilizó simulaciones de modelos climáticos para calcular la tasa máxima de energía eólica que podría ser extraída de la atmósfera, en realidad el límite de rendimiento de estas turbinas estaría en los 7,5 TW, una cifra 200 veces menor a la calculada anteriormente. A pesar de ello, esta energía podría cubrir casi la mitad de la demanda mundial de energía, que llegó a los 17 TW en 2010.

Complejos efectos climáticos

Pero los investigadores también estimaron las consecuencias climáticas que tendría la utilización de las corrientes en chorro como un recurso energético renovable. La conclusión es que si fueran extraídos de las corrientes en chorro 7,5 TW de energía, esto alteraría el equilibrio natural de las fuerzas que dan forma a estas corrientes, modificando por ejemplo las diferencias en cuanto a presión atmosférica entre el ecuador y los polos.

Debido a estos cambios, se interrumpiría el flujo de las corrientes en chorro, situación que ralentizaría el sistema climático global en su totalidad. Esto se traduciría, a grandes rasgos, en cambios bruscos de temperaturas y otros efectos climáticos que deberían estudiarse con mayor profundidad.

De esta forma, los resultados muestran que los vientos a grandes velocidades no representan automáticamente un gran potencial como fuente renovables de energía. Por otro lado, existen consecuencias con respecto a la intervención del hombre sobre estos fenómenos que deben ser consideradas con seriedad.

En otras palabras, los investigadores del Instituto Max Planck de Biogeoquímica dejan ver con su investigación que las tecnologías respetuosas con el medio ambiente para la generación de energía renovable deben ser cuidadosamente estudiadas, sobre todo con relación al contexto y la forma en la que interactúan con los procesos naturales en el sistema terráqueo.



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