Las cinco sorpresas de China

Los últimos 10 años no son la mejor guía para la próxima década


“La prueba para medir una inteligencia superior es la habilidad de tener dos ideas opuestas en mente al mismo tiempo y conservar la habilidad de funcionar”, escribió F. Scott Fitzgerald en el siglo pasado. Fitzgerald, sin proponérselo, podría haber estado describiendo el futuro de China. Lo que no se sabe a ciencia cierta es si realmente será la mayor economía del mundo en 2030. Por Sergio Manaut.


Sergio Manaut
12/01/2006

Según Edward Tse, director ejecutivo de la consultora Booz Allen& Hamilton en China, existen al menos dos opiniones dominantes sobre la identidad global emergente de este país. Los creyentes afirman que para el año 2030, si no antes, China será la mayor economía mundial. Es ya la de más rápido crecimiento, con un promedio del 9% anual de incremento del Producto Bruto Interno en los últimos 20 años. Los escépticos responden que su crecimiento va a flaquear muy pronto, como resultado de problemas ambientales, sociales y políticos derivados de su rápida expansión.

Tse presenta un análisis del gigante oriental en la publicación Strategy&Business, identificando cinco “sorpresas” en el futuro de China, provocadas por la evolución de esta nación singular; se trata de aspectos que tomarán un rumbo diferente al que la mayoría de los “outsiders” pueda imaginar.

Develando el misterio

Estas sorpresas, a las que hace referencia el experto, son las siguientes:

1. “¿Por qué no yo?” La intensidad del espíritu entrepreneur está impulsando numerosas empresas más allá del rol de productores de commodities de bajo coste.

2. Experimentación sin temores. El énfasis de China en investigación y desarrollo de rápido resultado la convierte en un semillero de productos y servicios originales para el futuro.

3. La valoración del talento. La habilidad de atraer y retener ejecutivos de todo el mundo ha proporcionado un mayor nivel de competencia para las empresas chinas.

4. La modernización de la economía. Los outsiders aún ven a China como una economía tradicionalista, en la que las conexiones y el bagaje étnico determinan el éxito, pero la realidad es que cada vez más tienen los chinos (al menos en algunos sectores) una gestión de alta calidad y estructuras transparentes de gobierno.

5. La ambición expansionista de China. El país está asumiendo un rol de catalizador del crecimiento económico sostenido en los mercados emergentes del mundo en desarrollo.

El renacimiento de una nación

Por supuesto, estas cinco tendencias serán sorpresas sólo porque a menudo no se ven. Las fuerzas que las crean son tan poderosas e irresistibles que los resultados difícilmente se pueden poner en duda.

Sin embargo, estos resultados pueden ser muy diferentes de los que esperan los empresarios de fuera de China que llegan al país imaginando encontrar una nación aislada que sólo mira hacia el interior.

Los ejecutivos más listos que llegan a China desde diversos rincones del mundo están contribuyendo a crear la nueva cultura empresarial del país. La alternativa no es dominio o debilidad; China está enfrentando algo totalmente diferente: su primera oportunidad de un renacimiento real en más de cien años.



Sergio Manaut
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