Ed Ulbrich, de Digital Domain, explica cómo crearon un Brad Pitt viejo y digital (a la derecha), a partir del real, para 'El curioso caso de Benjamin Button'. Imagen: jurvetson. Fuente: Flickr.
¿Qué tienen de esencial las redes que conforman las células tumorales para mantener un tumor? Ésta es la pregunta inicial de un trabajo de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) publicado el 9 de abril en la revista BioEssays, que ha merecido ser comentado por Andrew Moore, editor jefe de la revista.
La mayoría de tumores presentan inestabilidad genómica debida a ganancias y pérdidas de genes, rotura de cromosomas, mutaciones, etc. y, a pesar de que estas alteraciones son necesariamente letales para las células normales, no lo son para las células tumorales, explica la UPF en una nota de prensa.
Las redes de células tumorales son capaces de vivir con estas alteraciones que, además, parecen ser la clave para que estas células puedan evolucionar y adaptarse. "En muchos sentidos, se ha visto que las poblaciones tumorales comparten muchos rasgos esenciales con las poblaciones microbianas", indican los autores del trabajo. Se trata de Sergi Valverde, Carlos Rodríguez-Caso y José Sardanyés, todos ellos miembros del Laboratorio de Sistemas Complejos que dirige Ricard Solé, investigador ICREA del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la UPF e investigador del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) y del Santa Fe Instituto de EE.UU.
Como comenta Solé, hace unos años lanzaron la hipótesis "de que esta tasa de inestabilidad genómica debía tener un límite, más allá del cual el cáncer no podría ser viable. Sospechamos que los tumores evolucionarían espontáneamente cerca de este umbral. Es lo que hemos llamado 'catástrofe de error".
En el artículo, los autores muestran evidencias de la existencia de esta "catástrofe" a la vez que exploran varios escenarios para su estudio.
La mayoría de tumores presentan inestabilidad genómica debida a ganancias y pérdidas de genes, rotura de cromosomas, mutaciones, etc. y, a pesar de que estas alteraciones son necesariamente letales para las células normales, no lo son para las células tumorales, explica la UPF en una nota de prensa.
Las redes de células tumorales son capaces de vivir con estas alteraciones que, además, parecen ser la clave para que estas células puedan evolucionar y adaptarse. "En muchos sentidos, se ha visto que las poblaciones tumorales comparten muchos rasgos esenciales con las poblaciones microbianas", indican los autores del trabajo. Se trata de Sergi Valverde, Carlos Rodríguez-Caso y José Sardanyés, todos ellos miembros del Laboratorio de Sistemas Complejos que dirige Ricard Solé, investigador ICREA del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (CEXS) de la UPF e investigador del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC) y del Santa Fe Instituto de EE.UU.
Como comenta Solé, hace unos años lanzaron la hipótesis "de que esta tasa de inestabilidad genómica debía tener un límite, más allá del cual el cáncer no podría ser viable. Sospechamos que los tumores evolucionarían espontáneamente cerca de este umbral. Es lo que hemos llamado 'catástrofe de error".
En el artículo, los autores muestran evidencias de la existencia de esta "catástrofe" a la vez que exploran varios escenarios para su estudio.
Analogías
Además, esta investigación, desde la perspectiva de las teorías de los ecosistemas y de la evolución, revisa todas las analogías descritas hasta la actualidad entre las redes de células tumorales y el comportamiento de poblaciones de otros seres vivos tales como virus, bacterias, parásitos e incluso, sociedades de insectos.
A pesar de presentar algunas similitudes, "parece claro que todavía hay algo que se nos escapa", concluye Solé, y apunta que quizá la analogía más apropiada a la vez que sorprendente para ilustrar el dilema sería el caso de Benjamin Button, "un personaje de ficción creado por el escritor Scott Fitzgerald que nace siendo un anciano y en lugar de envejecer, rejuvenece; se mantiene joven a costa de perder la memoria", y que fue interpretado por Brad Pitt en el cine.
"Algo similar sucede con los tumores, que olvidan las propiedades del tejido del que se originaron y las reglas de cooperación que se necesitan para mantener la estabilidad ", añade Solé.
Además, esta investigación, desde la perspectiva de las teorías de los ecosistemas y de la evolución, revisa todas las analogías descritas hasta la actualidad entre las redes de células tumorales y el comportamiento de poblaciones de otros seres vivos tales como virus, bacterias, parásitos e incluso, sociedades de insectos.
A pesar de presentar algunas similitudes, "parece claro que todavía hay algo que se nos escapa", concluye Solé, y apunta que quizá la analogía más apropiada a la vez que sorprendente para ilustrar el dilema sería el caso de Benjamin Button, "un personaje de ficción creado por el escritor Scott Fitzgerald que nace siendo un anciano y en lugar de envejecer, rejuvenece; se mantiene joven a costa de perder la memoria", y que fue interpretado por Brad Pitt en el cine.
"Algo similar sucede con los tumores, que olvidan las propiedades del tejido del que se originaron y las reglas de cooperación que se necesitan para mantener la estabilidad ", añade Solé.
Referencia bibliográfica:
Ricard V. Solé, Sergi Valverde, Carlos Rodríguez-Caso y José Sardanyés (2014), Can a minimal replicating construct be identified as the embodiment of cancer?, Bioessays (2014). DOI: 10.1002/bies.201300098.
Ricard V. Solé, Sergi Valverde, Carlos Rodríguez-Caso y José Sardanyés (2014), Can a minimal replicating construct be identified as the embodiment of cancer?, Bioessays (2014). DOI: 10.1002/bies.201300098.