Las afiliaciones religiosas influyen en las decisiones económicas, según un estudio

Protestantes, católicos y judíos difieren en numerosos aspectos, además de su religión


Un equipo de psicólogos de la Universidad de Cornell ha descubierto que las creencias religiosas pueden influir y variar los comportamientos económicos de protestantes, judíos y católicos. En un estudio en el que más de 800 participantes de diversas religiones fueron sometidos a una serie de juegos económicos, se reveló el efecto de las creencias en la tendencia a compartir, a confiar y a correr riesgos. Por Yaiza Martínez.


02/06/2010

Fuente: Everystockphoto.
Los protestantes a los que se les recuerdan sus preceptos religiosos hacen más buenas acciones que otros protestantes, mientras que los católicos a los que se les recuerdan aspectos de su fe prestan menos servicios públicos que otros católicos.

Éstos son algunos de los hallazgos revelados por un estudio reciente de investigadores de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, en el que se analizó la relación entre las afiliaciones religiosas y los comportamientos humanos en el terreno de lo económico.

Según publica dicha universidad en un comunicado, estudios previos sobre los efectos de la religión en diversos comportamientos se habían basado en simples correlaciones.

Así, por ejemplo, si se constataba que un grupo de protestantes daba muestras de ser más trabajador que otro grupo de católicos, se concluía que el protestantismo condicionaba de alguna manera a sus seguidores, propiciando que éstos trabajaran más que los católicos u otras personas.

Sin embargo, según explica Daniel Benjamin, director del presente estudio y profesor de economía de la Universidad de Cornell, los protestantes, los católicos y los judíos difieren en numerosos aspectos, además de su religión.

Cualquiera de estos factores puede ser tan responsable de las diferencias en sus comportamientos, como lo son las creencias y valores que imprimen las afiliaciones religiosas.

Benjamin explica que cada persona tiene múltiples identidades, por su raza, nacionalidad, religión, profesión, etc. Todas estas identidades afectan a su comportamiento, y cada una de ellas puede actuar en momentos particulares.

Aislar la influencia religiosa

Para dilucidar cómo afectaba cada religión a los comportamientos económicos, independientemente de otros factores influyentes de la identidad de los participantes, el investigador, junto a sus colaboradores James Choi y Geoffrey Fisher, utilizó un método desarrollado por ellos mismos.

Este método consistió en dos grupos de frases que los participantes en el estudio debían descifrar. Uno de los grupos de frases contenían palabras relacionadas con la religión (sagrado, Dios, profeta…), y el segundo grupo no contenía ninguna palabra religiosa.

Los investigadores dividieron a su vez a los participantes en el estudio (un total de 827 estudiantes de la Universidad de Cornell) en dos grupos, cada uno de los cuales leyó, bien el primer conjunto de palabras –con contenido religioso-, bien el segundo.

Según Benjamin, las palabras relacionadas con las creencias hacen que la identidad religiosa emerja porque activan “las conexiones neuronales vinculadas a una serie de normas de comportamiento que los individuos asocian con su propia religión”. Esta emergencia, aunque puede no ser consciente, condicionará las decisiones y actitudes en diversos campos.

En concreto, los investigadores quisieron averiguar cómo afectaban al terreno económico por lo que, tras la lectura de los dos grupos de frases, los voluntarios participaron en una serie de juegos económicos. Su comportamiento durante dicho juego fue observado por los científicos.

Resultados obtenidos

El análisis de los datos obtenidos reveló, por ejemplo, que los participantes protestantes que habían leído las palabras relacionadas con su religión tendían a ceder más dinero que los protestantes cuya religiosidad no había sido “activada”, porque habían leído el segundo conjunto de frases –sin contenido religioso-.

En el caso de los católicos, la lectura de las frases con contenido religioso hizo que los participantes contribuyeran menos al bien común que los católicos que no habían leído dichas frases.

Por otra parte, los investigadores constataron que el primer grupo de oraciones no propició ciertos comportamientos que se suelen relacionar con la religiosidad, como el hecho de ser más previsores o de tender más a retrasar la gratificación.

En lo que se refiere a la asunción de riesgos: los protestantes que leyeron las frases con contenido religioso se mostraron menos inclinados a correr riesgos económicos que el resto de los protestantes.

Entre los católicos el efecto fue el contrario: los que habían leído las frases con palabras religiosas del primer grupo tendieron más que otros a asumir riesgos.

En lo que respecta a los judíos participantes, aquéllos que leyeron las palabras religiosas se comportaron de manera más recíproca (recompensando la amabilidad con amabilidad) que el resto de los judíos.



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