Gráfico: Enter
El cambio climático es uno de los factores que ha adquirido gran importancia en la actualidad, tanto que incluso se han puesto en marcha páginas web que tratan exclusivamente este tema. Ante este problema, José Manuel Durão Barroso (presidente de la Comisión Europea) afirma que es posible evitar este cambio. De hecho afirma que atajar el cambio climático es fundamental para salvaguardar el futuro de nuestro planeta.
La importancia dada por la Unión Europea al cambio climático le ha llevado a poner en marcha una serie de medidas para luchar contra esta transformación. En este sentido a finales del 2009 se celebrará una cumbre en Copenhague en la que se prevé obtener una serie de acuerdos para minimizar este cambio. Por ello, la Unión aboga por disminuir el aumento de la temperatura media del planeta a un máximo de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales y que el conjunto de los países desarrollados reduzcan en el año 2020 sus emisiones hasta un 30 % respecto a los niveles de 1990.
Nuevas tecnologías, nuevas soluciones
Como ha sido expuesto en publicaciones como Tendencias21 o Tempos Novos, las tecnologías emergentes están aportando soluciones muy interesantes que pueden traer consigo una disminución del CO2 atmosférico.
De hecho, ejemplos como la implementación de la producción de microalgas como biocombustibles, o la utilización de las telecomunicaciones como sustituto de las reuniones presenciales, puede fomentar los objetivos de la Unión Europea.
A este respecto, en un reciente informe del Centro de Análisis de la Sociedad de la Información y de la Telecomunicaciones, se afirma que las TIC juegan un papel doble en relación con el cambio climático. Por un lado, el sector de las tecnologías de la información y de la comunicación, contribuyen a un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, por otro lado, este mismo sector es fundamental para disminuir dichas emisiones.
Según la nota que ENTER, algunos estudios afirman que la aplicación de las TIC al modo en que las personas desarrollan sus actividades diarias podría suponer una reducción en las emisiones globales debidas al hombre en al menos un 15% para el año 2020 y unos ahorros por eficiencia energética que superen los 500 millones de euros.
El informe identifica tres clases de tecnologías que pueden contribuir a la disminución de la demanda de energía global. En primer lugar, se encuentran las tecnologías que mejoran, entre las que se incluyen las soluciones para el transporte (con los mecanismos de transporte y navegación inteligente se podría ahorran entre un 20% y un 30% del combustible y las emisiones asociadas) y la gestión inteligente de edificios (que podría reducir el consumo energético en las viviendas de la UE en un 17.5%). En segundo lugar, están las tecnologías que habilitan como por ejemplo la virtualización o las tecnologías de la oficina sin papel. Por último, el informe destaca las tecnologías que transforman, y aquí tienen un papel destacado el teletrabajo (se estima que si un 10% de la población europea practicase teletrabajo, se podría ahorrar un 2.3% de las emisiones globales de la UE25 asociadas al transporte).
La opinión de los consumidores
La Fundación BBVA publicó un informe, en febrero del 2008, titulado Percepciones y actitudes de los españoles hacia el Calentamiento Global. En este trabajo se afirma que el 68% de los españoles están convencidos que la tecnología podrá reducir los efectos del calentamiento global. Además, el 71,7% de los encuestados estarían dispuestos a introducir cambios en su vida.
Estos datos contrastan con los obtenidos por Forrester en Estados Unidos de América. Allí el 47% de los entrevistados no tienen ninguna preocupación acerca del medioambiente o del cambio climático. Por ello, es posible que la mayoría no estén dispuestos a incluir cambios en su vida, ya que el 41% de los encuestados no creen que deban pagar más por los productos ecológicos.
Las TIC y el cambio climático
Cada vez son más las personas que se conectan diariamente a internet tanto desde su casa como desde el trabajo. A su vez, la red va incrementando sustancialmente la velocidad de transmisión de datos. Todos estos factores hacen que los requerimientos tecnológicos sean mayores y que, por tanto, se incremente el consumo de gases de efecto invernadero fruto de esta producción.
Pese a este problema generado por las TIC, éstas también pueden ser uno de los principales factores de disminución del cambio climático. De hecho, en Japón las TIC han permitido disminuir los costes medioambientales en 0,2 puntos porcentuales. La clave de esto está en que estas tecnologías pueden optimizar el uso energético, además al permitirnos hacer varias cosas a la vez podemos ahorrar, por último estas nuevas tecnologías nos permitirían desarrollar modelos de negocio alternativos.
Uno de los ejemplos más interesantes, es el empleo de estas tecnologías evitando viajes de negocio, otro es la mejor gestión energética de los edificios, del gasto en calefacción de nuestras casas gracias a la domótica, etc. Las posibilidades son numerosas y sólo dependen de la puesta en marcha de investigaciones imaginativas que mejoren nuestra vida, nuestro negocio y nuestro entorno.
La importancia dada por la Unión Europea al cambio climático le ha llevado a poner en marcha una serie de medidas para luchar contra esta transformación. En este sentido a finales del 2009 se celebrará una cumbre en Copenhague en la que se prevé obtener una serie de acuerdos para minimizar este cambio. Por ello, la Unión aboga por disminuir el aumento de la temperatura media del planeta a un máximo de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales y que el conjunto de los países desarrollados reduzcan en el año 2020 sus emisiones hasta un 30 % respecto a los niveles de 1990.
Nuevas tecnologías, nuevas soluciones
Como ha sido expuesto en publicaciones como Tendencias21 o Tempos Novos, las tecnologías emergentes están aportando soluciones muy interesantes que pueden traer consigo una disminución del CO2 atmosférico.
De hecho, ejemplos como la implementación de la producción de microalgas como biocombustibles, o la utilización de las telecomunicaciones como sustituto de las reuniones presenciales, puede fomentar los objetivos de la Unión Europea.
A este respecto, en un reciente informe del Centro de Análisis de la Sociedad de la Información y de la Telecomunicaciones, se afirma que las TIC juegan un papel doble en relación con el cambio climático. Por un lado, el sector de las tecnologías de la información y de la comunicación, contribuyen a un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, por otro lado, este mismo sector es fundamental para disminuir dichas emisiones.
Según la nota que ENTER, algunos estudios afirman que la aplicación de las TIC al modo en que las personas desarrollan sus actividades diarias podría suponer una reducción en las emisiones globales debidas al hombre en al menos un 15% para el año 2020 y unos ahorros por eficiencia energética que superen los 500 millones de euros.
El informe identifica tres clases de tecnologías que pueden contribuir a la disminución de la demanda de energía global. En primer lugar, se encuentran las tecnologías que mejoran, entre las que se incluyen las soluciones para el transporte (con los mecanismos de transporte y navegación inteligente se podría ahorran entre un 20% y un 30% del combustible y las emisiones asociadas) y la gestión inteligente de edificios (que podría reducir el consumo energético en las viviendas de la UE en un 17.5%). En segundo lugar, están las tecnologías que habilitan como por ejemplo la virtualización o las tecnologías de la oficina sin papel. Por último, el informe destaca las tecnologías que transforman, y aquí tienen un papel destacado el teletrabajo (se estima que si un 10% de la población europea practicase teletrabajo, se podría ahorrar un 2.3% de las emisiones globales de la UE25 asociadas al transporte).
La opinión de los consumidores
La Fundación BBVA publicó un informe, en febrero del 2008, titulado Percepciones y actitudes de los españoles hacia el Calentamiento Global. En este trabajo se afirma que el 68% de los españoles están convencidos que la tecnología podrá reducir los efectos del calentamiento global. Además, el 71,7% de los encuestados estarían dispuestos a introducir cambios en su vida.
Estos datos contrastan con los obtenidos por Forrester en Estados Unidos de América. Allí el 47% de los entrevistados no tienen ninguna preocupación acerca del medioambiente o del cambio climático. Por ello, es posible que la mayoría no estén dispuestos a incluir cambios en su vida, ya que el 41% de los encuestados no creen que deban pagar más por los productos ecológicos.
Las TIC y el cambio climático
Cada vez son más las personas que se conectan diariamente a internet tanto desde su casa como desde el trabajo. A su vez, la red va incrementando sustancialmente la velocidad de transmisión de datos. Todos estos factores hacen que los requerimientos tecnológicos sean mayores y que, por tanto, se incremente el consumo de gases de efecto invernadero fruto de esta producción.
Pese a este problema generado por las TIC, éstas también pueden ser uno de los principales factores de disminución del cambio climático. De hecho, en Japón las TIC han permitido disminuir los costes medioambientales en 0,2 puntos porcentuales. La clave de esto está en que estas tecnologías pueden optimizar el uso energético, además al permitirnos hacer varias cosas a la vez podemos ahorrar, por último estas nuevas tecnologías nos permitirían desarrollar modelos de negocio alternativos.
Uno de los ejemplos más interesantes, es el empleo de estas tecnologías evitando viajes de negocio, otro es la mejor gestión energética de los edificios, del gasto en calefacción de nuestras casas gracias a la domótica, etc. Las posibilidades son numerosas y sólo dependen de la puesta en marcha de investigaciones imaginativas que mejoren nuestra vida, nuestro negocio y nuestro entorno.