La universidad pública española es la sexta más cara de la UE21

Los precios subirán un 66 por ciento el próximo curso debido a las nuevas políticas


La universidad pública española es la sexta más cara de la Unión Europea, ya que los estudiantes universitarios españoles pagan, en promedio, entre el 19 por ciento y el 20 por ciento del coste de sus estudios. Debido a las nuevas políticas académicas, los precios del curso 2012-2013 subirán un 66 por ciento respecto al curso anterior, según un informe elaborado por el Observatorio del Sistema Universitario.


OSU/T21
07/06/2012

Intervalo de precios por curso de los estudios de grado del y primero y segundo ciclos. Fuente: OSU. Click para ampliar.
Lo que paga cada curso el estudiante de una universidad pública española es más de lo que pagaría en cualquier otro país de la UE21, con las únicas excepciones de Portugal, Holanda, Italia, Irlanda y el Reino Unido, según el estudio “¿Cuánto paga el estudiante? Precios y tasas de matrícula universitaria en Cataluña, en España y en el mundo”, realizado por el Observatorio del Sistema Universitario.

La posición del sistema español de becas y subsidios a los estudios universitarios es más difícil de cuantificar, pero los datos disponibles indican que es uno de los más débiles entre los de los países referidos.

Estos rasgos se reforzarán, previsiblemente, como consecuencia del Real Decreto-ley 14/2012 que, entre otras cosas regula los precios públicos universitarios y la financiación de las becas.

Modelos diversos

La financiación de los servicios de enseñanza superior se plantea en términos distintos en los diferentes países. En un extremo se encuentran los países que definen la universidad como un servicio de carácter privado y de rendimientos estrictamente individuales: es el estudiante/usuario quien debe hacer frente a sus costes. Becas o créditos se definen como los mecanismos que permiten a los estudiantes asumir este gasto.

En otros países, se ha venido considerando que los estudios universitarios generan externalidades positivas tan importantes (en términos de cualificación profesional, de mejora del nivel cultural, de promoción de la igualdad social, etc.) que es el sector público quien los debe financiar. El estudio no detecta correlación entre los factores de riqueza o demográficos de los países y el modelo de financiación universitaria que adoptan, de lo que se debe concluir que esta es una decisión de carácter más político y social que económico.

En Cataluña, y en España en general, ha prevalecido, al menos hasta el presente, una lógica de financiación predominantemente pública pero con una participación de los estudiantes, concretada en el pago de una matrícula por los estudios (habitualmente denominada “precio público”), que se acompaña de unas tasas específicas, vinculadas a aspectos laterales del proceso educativo (como la formación de expediente y la expedición de títulos) o de otros servicios prestados por las universidades (como el acceso a sus servicios informáticos, por ejemplo).

Situación de España

El estudio realizado abona la estimación de que los estudiantes universitarios españoles pagan, en promedio, entre el 19% y el 20% del coste de sus estudios. Este nivel de contribución es alto en términos comparativos con otros países de nuestra área cultural, especialmente teniendo en cuenta la inexistencia de becas-salario, el modesto nivel de las becas de estudios y su limitada cantidad.

Aquella estimación del peso de los precios sobre el coste de los estudios requiere ser matizada. En primer lugar, por la extraordinaria dificultad en la determinación de cuáles son los costes de la docencia universitaria. Los costes globales presupuestados de cada universidad no son una buena estimación de dichos costes, ya que incluyen la totalidad de los gastos de cada universidad, muchos de las cuales no se aplican a la docencia sino a otros fines (como, en primer término, a la investigación). La ausencia de contabilidad analítica en nuestras universidades hace muy difícil una determinación precisa de estos costes, y las pocas universidades que han intentado un cálculo preciso (como la Jaume I o la Autónoma de Barcelona), se han encontrado que no existe una metodología acordada, a nivel del conjunto del sistema universitario español, sobre cómo calcularlos.

Y, en segundo lugar, y sobre todo, por qué estamos lejos de tener un panorama uniforme de precios y tasas universitarias. El sistema hasta ahora vigente en España procede “en cascada”: el gobierno central fija los umbrales mínimo y máximo del incremento porcentual anual (que toma como base el incremento interanual del IPC, más un incremento porcentual variable), y es cada comunidad autónoma quien establece los precios y qué nivel de aumento aplicará. Finalmente, cada universidad puede decidir adicionalmente la incorporación, y la cuantía, de algunas tasas específicas.

Cataluña, la más cara

Así, si se considera el conjunto de España, lo que impera es una gran variabilidad en los precios de los estudios universitarios, sin una explicación clara de las variaciones observadas. Hay comunidades autónomas donde todos los estudios de grado tienen el mismo precio, y comunidades que los diferencian según el nivel de experimentalidad. Pero tampoco esta variable no es una guía segura: unos mismos estudios pueden tener niveles de experimentalidad diferentes en diferentes comunidades autónomas, o incluso en diferentes universidades de la misma comunidad. La consecuencia es una fuerte variabilidad en los precios de los mismos estudios, cursados en diferentes territorios: en cuanto a los grados, la oscilación es prácticamente de 1 a 2, y en los másteres universitarios (o “oficiales”), de 1 a 3.

En el conjunto de España, el sistema de precios universitarios de Cataluña ha ido adquiriendo un perfil propio. La aplicación sistemática del nivel más alto de incremento de precios del intervalo permitido por el gobierno central hace que los precios públicos universitarios catalanes sean los más caros de España, en cuanto a los grados; de los más caros, en cuanto a los másteres y doctorados; y que algunas de las tasas específicas sean las más caras de España (como la de expedición de títulos de grado), o de entre las más caras (títulos de máster o de doctor).

En la última década, los precios han subido

La introducción de la nueva estructura de los estudios universitarios derivada de la implantación del Espacio Europeo de Enseñanza Superior en el año 2008 (EEES o “plan Bolonia”) modificó la terminología, la duración de los estudios, etc. y, por tanto, no son realidades directamente comparables, pero se puede observar que, para unos mismos estudios, la implantación del EEES ha supuesto un incremento de costes, respecto del anterior esquema de primero más segundo ciclos, superior al 10%. En el caso de los estudios oficiales de máster, los precios mínimos han crecido un 43% por encima del IPC desde su implantación hace cinco años y se han acercado progresivamente a los másteres más caros. Hay que anotar además la existencia de estudios de máster universitario (es decir, oficial), de carácter “especial”, con precios superiores a los fijados con carácter general, y que llegan, prácticamente, a duplicarlos.

Sólo los estudios de doctorado se han reducido de precio respecto del esquema anterior. Aun así hay que tener en cuenta que ahora los estudios de doctorado han perdido contenido docente y que sus costes actuales se limitan prácticamente a la tutela académica (cuyas tasas se han multiplicado por cuatro en los últimos cinco años).

Por último, se ha introducido una “penalización” para la segunda o ulteriores matrículas de una misma asignatura y, además, esta penalización ha ido aumentando: el recargo actual por la segunda matrícula en una asignatura es el mismo que se cobraba hace 10 años a partir de la cuarta matrícula (50%). La tercera matrícula ha pasado de costar un 40% más a costar 3 veces el precio de la primera.

Cambios en el curso 2012-13

En este marco, el Real Decreto-Ley 14/2012, del 20 de abril (BOE del 21) puede representar un cambio en profundidad del sistema actual de fijación de precios. Por primera vez, se remiten los precios a los “costes de prestación del servicio” (costes que no están determinados con precisión y de manera homogénea).
Los precios y tasas de matrícula pasan a tener que cubrir determinadas proporciones de estos costes: para los estudios de grado y para los másteres que dan acceso a profesiones reguladas, estas proporciones estarán comprendidas entre el 15% y el 25%, en caso de primera matrícula, y aumentarán progresivamente en matrículas ulteriores, hasta cubrir la totalidad de los costes en caso de cuarta matrícula. En otros tipos de másteres los precios cubrirán una proporción mayor de los costes: entre el 40% y el 50% y, para los estudiantes procedentes de países no integrados en la UE, el precio puede situarse en el 100% de los costes a partir de la primera matrícula.

En la actualidad, no se conoce el impacto de esta nueva normativa sobre los precios de matrícula aplicables el curso 2012-13. Al pie de la letra, incluso se podría producir una reducción de precios, ya que estimamos que la proporción de los costes que el estudiante cubre actualmente es del orden del 20% (y el Decreto-ley admite cualquier valor en el intervalo 15% – 25%).

Pero parece más realista situarse en la hipótesis del mantenimiento de la tendencia creciente registrada en los últimos años. Fuentes gubernamentales han declarado que actualmente el estudiante cubre el 15% de los costes del servicio. En tal caso, la hipótesis máxima, 25%, significaría un incremento de precios del 66% respecto del curso 2011-12.

Cataluña en el curso 2012-13

En Cataluña, un incremento de precios del 66% significaría que humanidades y ciencias sociales y jurídicas podrían pasar de los, aproximadamente, 900€ actuales (precio por curso completo) a unos 1.500€; los estudios científicos, ingenierías y arquitectura podrían pasar de los 1.300€ a los 2.100€, y los estudios en ciencias de la salud podrían pasar de unos 1.400€ hacia los 2.300€.

En el ámbito de los másteres que dan acceso a profesiones reguladas, en las mismas hipótesis se produciría un crecimiento desde los 1.990€ hasta los 2.500€ – 3.000€, según la tipología adoptada por cada universidad. El resto de másteres oficiales podrían registrar aumentos más importantes y llegar a los 3.500€, o incluso más.
Pero se trata de estimaciones basadas en supuestos sobre la aplicación del decreto-ley. La fijación de los precios públicos de matrícula es una competencia de los gobiernos de las comunidades autónomas y responde, en definitiva, a opciones concretas de política presupuestaria.



Referencia

Obervatorio del sistema universitario: ¿Cuánto paga el estudiante? Precios y tasas de matrícula universitaria en Cataluña, en España y en el mundo.

Descargar el informe (en catalán)

InformeQuantPagaEstudiant_maig2012.pdf  (2.85 Mb)




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