Actividad cometaria de 67P en noviembre pasado. Fuente: ESA/CSIC.
La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) se está preparando para un encuentro cercano con su cometa –el 67P/Churyumov-Gerasimenko - el próximo 14 de febrero, fecha en que pasará a solo seis kilómetros de su superficie.
Esta sonda se ha hecho especialmente conocida porque fue la que llevó el módulo Philae hasta dicho cometa. El pasado 12 de noviembre de 2014, la sonda liberó el módulo y este aterrizó con éxito en el 67P/Churyumov-Gerasimenko. Fue un momento histórico, pues era la primera vez que un aparato humano aterrizaba en uno de estos objetos celestes.
Desde entonces, Rosetta ha estado orbitando el 67P/Churyumov-Gerasimenko. El tres de febrero fue el último día que permaneció a 26 kilómetros de distancia. La fecha marca por tanto el final de la órbita actual y el inicio de una nueva etapa, que perdurará el resto de este año.
La ESA ha informado de que Rosetta se ha adentrado ya en un nuevo camino, hacia el acercamiento con el 67P/Churyumov-Gerasimenko. El punto de cercanía máxima se alcanzará la próxima semana.
Esta sonda se ha hecho especialmente conocida porque fue la que llevó el módulo Philae hasta dicho cometa. El pasado 12 de noviembre de 2014, la sonda liberó el módulo y este aterrizó con éxito en el 67P/Churyumov-Gerasimenko. Fue un momento histórico, pues era la primera vez que un aparato humano aterrizaba en uno de estos objetos celestes.
Desde entonces, Rosetta ha estado orbitando el 67P/Churyumov-Gerasimenko. El tres de febrero fue el último día que permaneció a 26 kilómetros de distancia. La fecha marca por tanto el final de la órbita actual y el inicio de una nueva etapa, que perdurará el resto de este año.
La ESA ha informado de que Rosetta se ha adentrado ya en un nuevo camino, hacia el acercamiento con el 67P/Churyumov-Gerasimenko. El punto de cercanía máxima se alcanzará la próxima semana.
Ver el cometa de cerca
En primer lugar, Rosetta se moverá a una distancia de unos 140 kilómetros del cometa el próximo siete de febrero, antes de acercarse a él definitivamente, el día 14. El punto más cercano en que se hallarán ambos será el lóbulo más grande del cometa, situado por encima de la región de Imhotep.
Este próximo sobrevuelo cercano permitirá observaciones científicas únicas, y proporcionará mediciones de alta resolución de la superficie del Churyumov-Gerasimenko para conocer sus “partes más íntimas”, señalan los responsables del proyecto.
El sobrevuelo llevará además a Rosetta hasta las regiones más activas del cometa, para ayudar a los científicos a entender la conexión entre la actividad observada y la atmósfera del cometa. En particular, se analizarán zonas en las que el gas y el polvo se mueven y fluyen hacia fuera desde la superficie.
Ya se sabía que la superficie del 67P/Churyumov-Gerasimenko es muy oscura, porque refleja sólo el 6% de la luz que incide sobre él. Durante su sobrevuelo cercano, Rosetta pasará por encima del cometa con el Sol detrás, lo que le permitirá registrar imágenes sin sombras. Con ellas, los científicos esperan obtener una visión más detallada de los granos de polvo de la superficie cometaria.
En primer lugar, Rosetta se moverá a una distancia de unos 140 kilómetros del cometa el próximo siete de febrero, antes de acercarse a él definitivamente, el día 14. El punto más cercano en que se hallarán ambos será el lóbulo más grande del cometa, situado por encima de la región de Imhotep.
Este próximo sobrevuelo cercano permitirá observaciones científicas únicas, y proporcionará mediciones de alta resolución de la superficie del Churyumov-Gerasimenko para conocer sus “partes más íntimas”, señalan los responsables del proyecto.
El sobrevuelo llevará además a Rosetta hasta las regiones más activas del cometa, para ayudar a los científicos a entender la conexión entre la actividad observada y la atmósfera del cometa. En particular, se analizarán zonas en las que el gas y el polvo se mueven y fluyen hacia fuera desde la superficie.
Ya se sabía que la superficie del 67P/Churyumov-Gerasimenko es muy oscura, porque refleja sólo el 6% de la luz que incide sobre él. Durante su sobrevuelo cercano, Rosetta pasará por encima del cometa con el Sol detrás, lo que le permitirá registrar imágenes sin sombras. Con ellas, los científicos esperan obtener una visión más detallada de los granos de polvo de la superficie cometaria.