Este sería el alcance de la red ERTMS (en rojo) para 2020. Imagen: therailengineer.com
Para el año 2020 se espera que la red interferroviaria europea ERTMS se encuentre operativa en buena parte del continente, gracias a la superación de distintos inconvenientes y limitaciones que han paralizado su desarrollo.
Cabe recordar que este proyecto data de 1989, y tiene como principal objetivo el logro de la interoperabilidad entre los distintos sistemas ferroviarios nacionales.
Aunque el cumplimiento de las normas relacionadas con la red ERTMS debería ya ser común en todas las líneas de alta velocidad y las principales rutas troncales que han requerido de nueva señalización en Europa, la realidad es bastante distinta. Así se establece en un artículo publicado en el medio especializado The Rail Engineer.
Hasta el momento, muchas líneas han sido equipadas con el nivel 1 indicado en las normas ERTMS, que establece la presencia de sistemas de información y señalización a través de balizas, y con el nivel 2, que posibilita realizar un seguimiento de información y señalización mediante radio. Sin embargo, existe poca conexión entre las líneas y el nivel tecnológico es desigual entre las mismas.
Así, el objetivo de la interoperabilidad aún no ha sido plenamente concretado, y en aquellas zonas donde se ha intentado aplicar han surgido múltiples problemas con la interfaz y las tecnologías empleadas ¿Qué se puede hacer para lograr avanzar en la solución de estos escollos, que impiden la integración continental de los sistemas ferroviarios en Europa?
Cabe recordar que este proyecto data de 1989, y tiene como principal objetivo el logro de la interoperabilidad entre los distintos sistemas ferroviarios nacionales.
Aunque el cumplimiento de las normas relacionadas con la red ERTMS debería ya ser común en todas las líneas de alta velocidad y las principales rutas troncales que han requerido de nueva señalización en Europa, la realidad es bastante distinta. Así se establece en un artículo publicado en el medio especializado The Rail Engineer.
Hasta el momento, muchas líneas han sido equipadas con el nivel 1 indicado en las normas ERTMS, que establece la presencia de sistemas de información y señalización a través de balizas, y con el nivel 2, que posibilita realizar un seguimiento de información y señalización mediante radio. Sin embargo, existe poca conexión entre las líneas y el nivel tecnológico es desigual entre las mismas.
Así, el objetivo de la interoperabilidad aún no ha sido plenamente concretado, y en aquellas zonas donde se ha intentado aplicar han surgido múltiples problemas con la interfaz y las tecnologías empleadas ¿Qué se puede hacer para lograr avanzar en la solución de estos escollos, que impiden la integración continental de los sistemas ferroviarios en Europa?
La dificultad de aunar las culturas ferroviarias nacionales
En principio, hay que tener en cuenta que a lo largo de su historia ferroviaria, cada país del continente ha adoptado normas de funcionamiento diferentes y sistemas de señalización específicos que acompañan a estas normas. Una vez instaurados, estos esquemas se convierten en parte de la cultura ferroviaria de un país, inculcándose en los operadores e ingenieros.
Tan fuerte es esta realidad que impulsar el cambio para integrar a todos los sistemas nacionales en una red intereuropea resulta extremadamente complejo. Sin embargo, para tratar de conseguir una mayor uniformidad de pensamiento y acción, los impulsores de la ERTMS han intensificado su actividad desde 1995, a partir del funcionamiento de un grupo de usuarios.
La misión de este grupo, con sede en Bruselas, es ayudar a los sistemas ferroviarios de los distintos países en la aplicación de las normas continentales de forma armonizada e interoperable, para permitir la libre circulación de los trenes en toda Europa y obtener un ferrocarril realmente competitivo.
La Unión Europea continúa con el desarrollo del proyecto ERTMS y con su financiación. Se han creado originalmente seis pruebas piloto para evaluar la seguridad y el concepto de interoperabilidad, con la condición de que las organizaciones ferroviarias participantes adopten normas únicas.
En principio, hay que tener en cuenta que a lo largo de su historia ferroviaria, cada país del continente ha adoptado normas de funcionamiento diferentes y sistemas de señalización específicos que acompañan a estas normas. Una vez instaurados, estos esquemas se convierten en parte de la cultura ferroviaria de un país, inculcándose en los operadores e ingenieros.
Tan fuerte es esta realidad que impulsar el cambio para integrar a todos los sistemas nacionales en una red intereuropea resulta extremadamente complejo. Sin embargo, para tratar de conseguir una mayor uniformidad de pensamiento y acción, los impulsores de la ERTMS han intensificado su actividad desde 1995, a partir del funcionamiento de un grupo de usuarios.
La misión de este grupo, con sede en Bruselas, es ayudar a los sistemas ferroviarios de los distintos países en la aplicación de las normas continentales de forma armonizada e interoperable, para permitir la libre circulación de los trenes en toda Europa y obtener un ferrocarril realmente competitivo.
La Unión Europea continúa con el desarrollo del proyecto ERTMS y con su financiación. Se han creado originalmente seis pruebas piloto para evaluar la seguridad y el concepto de interoperabilidad, con la condición de que las organizaciones ferroviarias participantes adopten normas únicas.
Desafíos a superar para 2020
Los tres proyectos pilotos iniciales se desarrollaron en Alemania, Francia e Italia. Posteriormente, se concretaron dos en los Países Bajos y uno en España (a cargo de RENFE, en primera instancia, y luego de ADIF). La red se ha ampliado ahora al Reino Unido, Suiza, Suecia y Dinamarca.
Actualmente, la atención en cuanto a las innovaciones se centra en los esquemas de señalización y en los sistemas de radio para la transmisión de datos. El tercer elemento es la gestión del tráfico, pero hasta el momento ha existido poco progreso sobre esta cuestión. Otro punto vital es lograr que la nueva generación de trenes ERTMS se adapte a la infraestructura ya existente.
Entre los principales desafíos que el grupo de usuarios de la red ERTMS se ha fijado para concretar la operatividad completa sobre 2020, pueden destacarse variables como la armonización de las diferentes normas de funcionamiento y señalización o el logro de una especificación común para los equipos y la infraestructura utilizada.
Por otra parte, se persigue la puesta en marcha de una interfaz común en cuanto a sistemas de radio y comunicación, como así también una integración a nivel de software, que permita gestionar con eficacia todos los requisitos de funcionamiento y de señalización. Además, se busca fijar un enfoque común con relación a los proveedores de infraestructura.
Los tres proyectos pilotos iniciales se desarrollaron en Alemania, Francia e Italia. Posteriormente, se concretaron dos en los Países Bajos y uno en España (a cargo de RENFE, en primera instancia, y luego de ADIF). La red se ha ampliado ahora al Reino Unido, Suiza, Suecia y Dinamarca.
Actualmente, la atención en cuanto a las innovaciones se centra en los esquemas de señalización y en los sistemas de radio para la transmisión de datos. El tercer elemento es la gestión del tráfico, pero hasta el momento ha existido poco progreso sobre esta cuestión. Otro punto vital es lograr que la nueva generación de trenes ERTMS se adapte a la infraestructura ya existente.
Entre los principales desafíos que el grupo de usuarios de la red ERTMS se ha fijado para concretar la operatividad completa sobre 2020, pueden destacarse variables como la armonización de las diferentes normas de funcionamiento y señalización o el logro de una especificación común para los equipos y la infraestructura utilizada.
Por otra parte, se persigue la puesta en marcha de una interfaz común en cuanto a sistemas de radio y comunicación, como así también una integración a nivel de software, que permita gestionar con eficacia todos los requisitos de funcionamiento y de señalización. Además, se busca fijar un enfoque común con relación a los proveedores de infraestructura.