La realidad virtual resucita seres queridos

Una madre coreana se reencuentra con su hija fallecida años antes


La realidad virtual consigue que una madre surcoreana comparta un rato con su hija de seis años que había fallecido víctima de una enfermedad incurable. Nueva frontera de experiencias insólitas con doble filo.


Redacción T21
12/02/2020

La realidad virtual acaba de explorar un terreno nuevo y emotivo: el reencuentro artificial con un ser querido que había fallecido.

Ha conseguido el reencuentro de una madre surcoreana con su hija de siete años que había fallecido hace cuatro años víctima de una enfermedad incurable.

El conmovedor encuentro fue grabado y emitido por la cadena de radiotelevisión surcoreana MBC y ha conmovido a la sociedad.

La madre de la niña, Jang Ji-sung, accedió a participar en el documental llamado I Met You, que había sido especialmente preparado para la ocasión.

Se pertrechó con las herramientas de la realidad virtual, unas gafas con auriculares  y unos guantes, y se situó en un escenario en el que apareció su hija Nayeon en medio de un parque.

En ese entorno simulado, la madre pudo “abrazar” a su hija y hablar con ella. Incluso celebrar su cumpleaños con una tarta y velas.

La madre está muy emocionada de la experiencia. Sabe que es ficción, pero no pudo reprimir sus sentimientos mientras el resto de la familia, el padre y hermanos de Nayeon, observaban atónitos desde fuera lo que estaba ocurriendo.

La hija pregunta: ¿dónde has estado mamá? ¿Has pensado en mí? Todo el tiempo, contesta la madre mientras le toma sus manos.

Es un paraíso real, dijo la madre después de la experiencia. Ha durado poco tiempo, pero me sentí muy feliz: he tenido el sueño que siempre he querido.

Y añadió que, después de tres años, confía en verla de nuevo más adelante y que gracias al programa de televisión mucha gente recordará a su hija más tiempo.

Tecnología en progreso

La realidad virtual (VR) es una tecnología informática que recrea espacios virtuales en los que las personas pueden “introducirse” e interactuar con objetos u otras personas, todo ello en tres dimensiones.

Aunque su origen se remonta a los años de la segunda guerra mundial, su desarrollo e implantación social se ha conseguido especialmente desde los años ochenta del siglo pasado.

La VR se ha aplicado desde entonces para entornos lúdicos, de investigación e incluso para desarrollos médicos, en los que especialistas pueden practicar delicadas operaciones quirúrgicas antes de intervenir directamente.

Según Aju Business Daily, para la experiencia surcoreana de reencuentro con un familiar fallecido, el equipo de producción necesitó ocho meses de preparación.

En ese tiempo diseñó el parque virtual donde se iba a desarrollar la experiencia, y que replicaba el que la madre y la niña habían estado muchas veces en el mundo real.

También usaron a una niña que sirvió de modelo para replicar sus movimientos, gestos faciales y la voz.

Nuevo campo experiencial

El resultado ha sido complejo, según sus creadores, pero lo importante es que ha abierto un nuevo campo de exploración de la realidad virtual con un recorrido todavía impredecible.

El siguiente paso podría ser una plataforma de internet que permita a cualquier persona subir imágenes grabadas de un ser querido fallecido e interactuar con ella mediante su versión virtual. La plataforma se encargaría de los detalles técnicos que aporten realismo a la experiencia.

Esta posibilidad plantea una serie de cuestiones, como el posible impacto psicológico de las personas que vivan esta experiencia, si realmente les ayudará a superar la separación o se convertirá en una adicción perjudicial para pasar página tras la pérdida de un ser querido.

Hay que tener en cuenta al respecto que todavía no se conoce bien el efecto que tiene en el cerebro la VR. Se sabe que desconecta neuronas y que las células nerviosas que tenemos activas en el mundo real no están conectadas en una experiencia virtual.

Otra cuestión que se plantea es si esta experiencia tendrá desarrollos tecnológicos más complejos, como la recreación virtual de seres queridos fallecidos en formato androide, que permitirían vivir la ilusión de interactuar no con una imagen virtual, sino con un avatar físico que nos resulta familiar.

Hay empresas que ya se están preparando para ese posible futuro, reuniendo datos de personas vivas para que sus familiares puedan crear en el futuro avatares digitales suyos, y tenerlos disponibles después de su muerte para una eventual recreación virtual.



Redacción T21
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