Radiación en los aeropuertos. Fuente: Ministerio MLIT
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI/ICAO) ha informado que el material radiactivo presente en la planta generadora de energía de Fukushima (Japón) dañado se está difundiendo fuera de Japón en la atmósfera mundial. Pero las concentraciones de radiación son tan bajas que, según la Organización de las Naciones Unidas, no presentan riesgos para la salud humana o para el transporte.
La Agencia de la Energía Atómica Internacional (IAEA), por su parte, ha informado recientemente (datos de siete de abril) que los tres litros de agua radiactiva que se estaban derramando en la planta de Onagawa se han limpiado.
No obstante, la situación de Fukushima Daiici sigue siendo muy grave, aunque esperanzadora, debido a las señales tempranas de recuperación en algunas funciones, como la energía eléctrica o la instrumentación.
A partir del nueve de abril, en 19 ciudades situadas en un rango de 30 kilómetros de la central dañada, las tasas de dosis gamma fueron inferiores a 0,1 μSv / h. En siete ciudades, las tasas de dosis gamma estaban dentro del rango de 0,13 a 0,21 μSv / h. En la propia ciudad de Fukushima, ascendían a un valor de 0.46 μSv / h. Los niveles de fondo normales deberían estar en el rango de 0,05 a 0,10 μSv / h.
Greenpeace, en cambio, ha hecho sus propias mediciones y considera que es necesario modificar el estatus de la región metropolitana de Fukushima para evitar riesgos innecesarios en la población, con especial atención a las embarazadas y a los niños, ya que considera que éstos deben ser evacuados de esta zona. Dicho estatus implicaría la consideración de esta área como zona de protección oficial.
La Agencia de la Energía Atómica Internacional (IAEA), por su parte, ha informado recientemente (datos de siete de abril) que los tres litros de agua radiactiva que se estaban derramando en la planta de Onagawa se han limpiado.
No obstante, la situación de Fukushima Daiici sigue siendo muy grave, aunque esperanzadora, debido a las señales tempranas de recuperación en algunas funciones, como la energía eléctrica o la instrumentación.
A partir del nueve de abril, en 19 ciudades situadas en un rango de 30 kilómetros de la central dañada, las tasas de dosis gamma fueron inferiores a 0,1 μSv / h. En siete ciudades, las tasas de dosis gamma estaban dentro del rango de 0,13 a 0,21 μSv / h. En la propia ciudad de Fukushima, ascendían a un valor de 0.46 μSv / h. Los niveles de fondo normales deberían estar en el rango de 0,05 a 0,10 μSv / h.
Greenpeace, en cambio, ha hecho sus propias mediciones y considera que es necesario modificar el estatus de la región metropolitana de Fukushima para evitar riesgos innecesarios en la población, con especial atención a las embarazadas y a los niños, ya que considera que éstos deben ser evacuados de esta zona. Dicho estatus implicaría la consideración de esta área como zona de protección oficial.
Los aeropuertos funcionan con normalidad
Según la información de la OACI, las autoridades japonesas confirman que todos los aeropuertos de la isla continúan operando con normalidad, incluidos los cuatro principales: Narita, Tokio Internacional (Haneda), Kansai (Osaka) y el Japón central/Centrair (Nagoya).
Ello sucede, con la excepción de las instalaciones de Sendai, que se vieron afectada por el tsunami del 11 de marzo. Los datos anteriores y la evaluación constante de los niveles de radiación están dentro de los límites de seguridad establecidos como adecuados para la salud humana.
En este sentido, se considera que actualmente la adecuación con los niveles de seguridad humana traen consigo la ausencia de cualquier tipo de restricción a las llegadas y salidas de aviones de todas las infraestructuras aeroportuarias niponas, con independencia de si el vuelo es nacional o internacional, regular o no regular.
Percepción en la población
Como es bien sabido, en ocasiones y pese a la información científica facilitada, la población tiende a regirse por sus propias inquietudes subjetivas, y busca evitar cualquier posible elemento que pueda poner en peligro su integridad. Por esta razón, los efectos que ha causado la serie de seísmos en la isla japonesa podrían ocasionar una reducción acusada de los vuelos comerciales a dicha región.
Esto mismo se ha sido afirmado en el periódico mexicano El Informador. En opinión de D. Takayuki Suzuki, analista de ventas minoristas en Primo Research Japan: “El aumento de los niveles de radiación (...) ha elevado muchos temores, así que veo muchos turistas evitando Japón por un año, al menos”.
Según la información de este medio de comunicación, se espera que el turismo y los viajes –que contribuyen en casi un 7% al Producto Interior Bruto (lo que equivale a 33 billones de yenes o 409.400 millones de dólares, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo)– vean este año menguada su participación en el crecimiento económico de la región. En línea con esto, los viajes desde Hong Kong a Japón han sido cancelados hasta mediados del próximo mes, señaló el Consejo de la Industria de Viajes de Hong Kong.
Según la información de la OACI, las autoridades japonesas confirman que todos los aeropuertos de la isla continúan operando con normalidad, incluidos los cuatro principales: Narita, Tokio Internacional (Haneda), Kansai (Osaka) y el Japón central/Centrair (Nagoya).
Ello sucede, con la excepción de las instalaciones de Sendai, que se vieron afectada por el tsunami del 11 de marzo. Los datos anteriores y la evaluación constante de los niveles de radiación están dentro de los límites de seguridad establecidos como adecuados para la salud humana.
En este sentido, se considera que actualmente la adecuación con los niveles de seguridad humana traen consigo la ausencia de cualquier tipo de restricción a las llegadas y salidas de aviones de todas las infraestructuras aeroportuarias niponas, con independencia de si el vuelo es nacional o internacional, regular o no regular.
Percepción en la población
Como es bien sabido, en ocasiones y pese a la información científica facilitada, la población tiende a regirse por sus propias inquietudes subjetivas, y busca evitar cualquier posible elemento que pueda poner en peligro su integridad. Por esta razón, los efectos que ha causado la serie de seísmos en la isla japonesa podrían ocasionar una reducción acusada de los vuelos comerciales a dicha región.
Esto mismo se ha sido afirmado en el periódico mexicano El Informador. En opinión de D. Takayuki Suzuki, analista de ventas minoristas en Primo Research Japan: “El aumento de los niveles de radiación (...) ha elevado muchos temores, así que veo muchos turistas evitando Japón por un año, al menos”.
Según la información de este medio de comunicación, se espera que el turismo y los viajes –que contribuyen en casi un 7% al Producto Interior Bruto (lo que equivale a 33 billones de yenes o 409.400 millones de dólares, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo)– vean este año menguada su participación en el crecimiento económico de la región. En línea con esto, los viajes desde Hong Kong a Japón han sido cancelados hasta mediados del próximo mes, señaló el Consejo de la Industria de Viajes de Hong Kong.
Tabla de radiación (10/04/11). Fuente: Ministerio MLIT
Todo esto podría afectar, de manera negativa, a las compañías de transporte aéreo radicadas en esta isla, tales como All Nippon Airways y Oriental Land Co. Conscientes de este hecho, y de los daños en la población nipona, la Organización de Turismo Nacional de Japón informa en su web que esta organización ha frenado sus actividades de fomento del turismo.
No obstante, el Director General y CEO de IATA ha declarado que la seguridad es su prioridad número uno. En este sentido, Giovanni Bisignani también afirmó que si no fuese seguro no se volaría.
En base a las observaciones científicas realizadas, organizaciones internacionales como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado que no hay necesidad de imponer restricciones a los viajes a Japón desde la perspectiva profesional, a juzgar por los hechos objetivos y sus conocimientos científicos.
Las mediciones de Greenpeace
Sin embargo, la organización internacional Greenpeace ha estado haciendo una recogida de datos fuera de la zona de exclusión cercana al complejo nuclear de Fukushima y considera que la zona cercana a la central nuclear parece no ser tan segura como afirman las autoridades internacionales.
Esta ONG acaba de hacer público un comunicado en el que instan a los responsables nipones para que al área metropolitana de Fukushima se le dé el estatus de zona de protección oficial y se evacúen de allí a las mujeres embarazadas y a los niños.
Esta petición afectaría al propio aeropuerto de Fukushima, todavía activo, el cual debería –entonces– modificar su actividad, siempre y cuando se establezca esta zona como región de protección oficial.
Por otro lado, en contraposición con las afirmaciones vertidas el 11 de abril por Greenpeace, la OACI considera que no es necesario establecer como norma la detección de los niveles de radiación de los pasajeros que llegan desde Japón. Incluso, a día de hoy, también se cree que es innecesario, tanto en los aeropuertos como en los puertos marítimos de todo el mundo, hacer este tipo de mediciones a los viajeros extranjeros.
Los organismos de las Naciones Unidas que han participado en el seguimiento de los niveles de radiactividad y seguridad humana son la Organización Mundial de la Salud, el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Organización Meteorológica Mundial, la Organización Marítima Internacional, la Organización de Aviación Civil Internacional y la Organización Mundial del Turismo.
No obstante, el Director General y CEO de IATA ha declarado que la seguridad es su prioridad número uno. En este sentido, Giovanni Bisignani también afirmó que si no fuese seguro no se volaría.
En base a las observaciones científicas realizadas, organizaciones internacionales como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado que no hay necesidad de imponer restricciones a los viajes a Japón desde la perspectiva profesional, a juzgar por los hechos objetivos y sus conocimientos científicos.
Las mediciones de Greenpeace
Sin embargo, la organización internacional Greenpeace ha estado haciendo una recogida de datos fuera de la zona de exclusión cercana al complejo nuclear de Fukushima y considera que la zona cercana a la central nuclear parece no ser tan segura como afirman las autoridades internacionales.
Esta ONG acaba de hacer público un comunicado en el que instan a los responsables nipones para que al área metropolitana de Fukushima se le dé el estatus de zona de protección oficial y se evacúen de allí a las mujeres embarazadas y a los niños.
Esta petición afectaría al propio aeropuerto de Fukushima, todavía activo, el cual debería –entonces– modificar su actividad, siempre y cuando se establezca esta zona como región de protección oficial.
Por otro lado, en contraposición con las afirmaciones vertidas el 11 de abril por Greenpeace, la OACI considera que no es necesario establecer como norma la detección de los niveles de radiación de los pasajeros que llegan desde Japón. Incluso, a día de hoy, también se cree que es innecesario, tanto en los aeropuertos como en los puertos marítimos de todo el mundo, hacer este tipo de mediciones a los viajeros extranjeros.
Los organismos de las Naciones Unidas que han participado en el seguimiento de los niveles de radiactividad y seguridad humana son la Organización Mundial de la Salud, el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Organización Meteorológica Mundial, la Organización Marítima Internacional, la Organización de Aviación Civil Internacional y la Organización Mundial del Turismo.