Ejemplo de una imagen por resonancia en tres dimensiones. Fuente: Wikimedia Commons.
Cuando una persona sufre depresión (trastorno caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad), su cerebro cambia. Generalmente, este órgano pasa a mostrar hiperactividad en regiones del sistema límbico (relacionado con las emociones, la personalidad y la conducta), como la amígdala.
Svenja Taubner, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Klagenfurt, al sur de Austria, ha investigado (junto con colegas de las universidades de Lübeck, Innsbruck, Heidelberg, Ulm, Bremen, Bochum y Delmenhorst) los cambios que se producen en este funcionamiento cerebral, cuando los pacientes son sometidos a psicoterapia. El tipo de terapia escogida para el estudio fue la terapia psicodinámica.
Según publica AlphaGalileo, en la investigación participaron 18 pacientes no medicados con trastornos depresivos recurrentes. También un grupo de control, compuesto por 17 individuos sanos.
Svenja Taubner, investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad de Klagenfurt, al sur de Austria, ha investigado (junto con colegas de las universidades de Lübeck, Innsbruck, Heidelberg, Ulm, Bremen, Bochum y Delmenhorst) los cambios que se producen en este funcionamiento cerebral, cuando los pacientes son sometidos a psicoterapia. El tipo de terapia escogida para el estudio fue la terapia psicodinámica.
Según publica AlphaGalileo, en la investigación participaron 18 pacientes no medicados con trastornos depresivos recurrentes. También un grupo de control, compuesto por 17 individuos sanos.
Normalización de la actividad cerebral
En un artículo de la revista Plos One, se explica que los participantes fueron sometidos a escáneres de resonancia magnética funcional (fMRI), un procedimiento clínico y de investigación que permite mostrar en imágenes las regiones cerebrales que ejecutan una tarea determinada, tanto al inicio del experimento como ocho meses después del inicio de la psicoterapia.
En ambos momentos, a todos ellos se les presentaron estímulos experimentales en forma de frases que describían sus patrones disfuncionales en sus relaciones interpersonales, con el fin de ver cómo reaccionaban sus cerebros a dichos estímulos (por ejemplo, se les dijo: “usted desea ser aceptado por los demás, por lo que hace demasiado por ellos”).
En el primer escáner, se constató que ciertas regiones del cerebro de los individuos con trastorno depresivo reaccionaban a las frases presentadas con hiperactividad.
Sin embargo, ocho meses después de iniciada la terapia psicodinámica, los cerebros de los pacientes con depresión habían cambiado: su actividad ya no se distinguía de la de los participantes sanos. Por otra parte, las evaluaciones sobre sus síntomas depresivos mejoraron significativamente tras esos ocho meses.
Según Taubner, el estudio constata, por tanto, que los cambios en el sistema límbico desencadenados por estímulos con un contenido clínicamente relevante pueden ser normalizados con un tratamiento psicológico.
Curiosamente, la hiperactividad en el sistema límbico ha sido relacionada con otro efecto emocional, poco relacionado con la depresión: la espiritualidad.
En un artículo de la revista Plos One, se explica que los participantes fueron sometidos a escáneres de resonancia magnética funcional (fMRI), un procedimiento clínico y de investigación que permite mostrar en imágenes las regiones cerebrales que ejecutan una tarea determinada, tanto al inicio del experimento como ocho meses después del inicio de la psicoterapia.
En ambos momentos, a todos ellos se les presentaron estímulos experimentales en forma de frases que describían sus patrones disfuncionales en sus relaciones interpersonales, con el fin de ver cómo reaccionaban sus cerebros a dichos estímulos (por ejemplo, se les dijo: “usted desea ser aceptado por los demás, por lo que hace demasiado por ellos”).
En el primer escáner, se constató que ciertas regiones del cerebro de los individuos con trastorno depresivo reaccionaban a las frases presentadas con hiperactividad.
Sin embargo, ocho meses después de iniciada la terapia psicodinámica, los cerebros de los pacientes con depresión habían cambiado: su actividad ya no se distinguía de la de los participantes sanos. Por otra parte, las evaluaciones sobre sus síntomas depresivos mejoraron significativamente tras esos ocho meses.
Según Taubner, el estudio constata, por tanto, que los cambios en el sistema límbico desencadenados por estímulos con un contenido clínicamente relevante pueden ser normalizados con un tratamiento psicológico.
Curiosamente, la hiperactividad en el sistema límbico ha sido relacionada con otro efecto emocional, poco relacionado con la depresión: la espiritualidad.
Referencia bibliográfica:
Wiswede, D., Taubner, S., Buchheim, A., Münte, T.F., Stasch, M., Cierpka, M., Kächele, H., Roth, G., Erhard, P. & Kessler, H. Tracking functional brain changes in patients with depression under psychodynamic psychotherapy using individualized stimuli. PloS One (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0109037.
Wiswede, D., Taubner, S., Buchheim, A., Münte, T.F., Stasch, M., Cierpka, M., Kächele, H., Roth, G., Erhard, P. & Kessler, H. Tracking functional brain changes in patients with depression under psychodynamic psychotherapy using individualized stimuli. PloS One (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0109037.